Nadie le dijo a los aficionados leoneses que la vuelta a la categoría de plata del fútbol nacional fuera a ser fácil. A tres puntos de la salvación, el conjunto entrenado por Rubén de la Barrera es sabedor de que su estadio, el Reino de León, es una pieza clave en su lucha por la permanencia. También lo saben desde arriba, pues el club ha lanzado multitud de ofertas y promociones para que su estadio sea un verdadero fortín en el partido contra el Cádiz y en lo que resta de temporada.

Un ambiente que hará el Reino de León un estadio aún más complicado para los de Álvaro Cervera. Como locales, la Cultural Leonesa ha ganado seis partidos, ha empatado siete y sólo ha perdido dos. El Sporting fue el único equipo que venció de manera cómoda a una "Cultu" que, a pesar de perder, también puso en muchos aprietos al Rayo, en un partido que lucharon hasta el final pero que finalmente perdieron por 2-3. Todos los demás equipos de la categoría sufrieron en tierras leonesas para sacar algo positivo, y algunos lucharon en vano. Caso del Huesca, que perdía por dos goles a cero en un tedioso encuentro. 

El problema para los de Rubén de la Barrera es que como visitantes han sido un equipo irregular y poco competitivo. De sus 32 puntos de la clasificación, sólo siete fueron obtenidos lejos de tierras leonesas. Este dato es el culpable de que la Cultural Leonesa esté obligada a ganar para poder salvar la categoría. Su más que reprochable imagen en sus partidos a domicilio es demostrable si miramos la última jornada. El Molinón fue un escenario demasiado grande para la Cultural Leonesa, que se fue de Gijón con un abultado 4-0 a sus espaldas y con urgencias de espabilar a tiempo.

De ello se dieron cuenta los jugadores, y quizás sea por eso que este partido es un arma de doble filo para el conjunto amarillo. En el ambiente leonés se respira cierto aire de confianza y optimismo, difundido por sus propios jugadores durante el transcurso de la semana en rueda de prensa. Frases como: "La segunda división no se escapará" o: "Lo vamos a lograr", de Iván González y Rodri respectivamente, alientan a una afición que quiere nutrir con esa misma energía recíproca para el sábado.

Anclado en el 4-2-3-1, esquema táctico utilizado durante la gran mayoría de la temporada, Rubén de la Barrera tendrá que buscar soluciones a la baja de Señé, un jugador importante dentro de la plantilla y que se perderá el partido por acumulación de tarjetas amarillas. Su sustituto podría ser Yeray González, jugador canario que se desempeña en el papel de mediocentro y que cuenta con una vocación ofensiva muy marcada, tal y como lo reflejan sus números: cinco goles y una asistencia. El Cádiz también deberá tener precaución por el costado izquierdo, donde suele posicionarse Iker Guarrotxena. Fruto de la cantera de Lezama, ha asistido tres veces a sus compañeros esta temporada y es sin duda alguna uno de los jugadores a tener en cuenta en la composición leonesa.

Pero, si hubiera que elegir al jugador más a tener en cuenta dentro del conjunto leonés, ese es Rodri. Con un hambre de gol devorador y una experiencia amplía, es ese tipo de jugador que puede marcar un antes y un después en el transcurso del encuentro. No es el típico delantero que espera su oportunidad: lucha, trabaja, brega para recuperar el balón e iniciar una nueva jugada de ataque. Máximo goleador del equipo con siete tantos, seguro que uno de sus deseos es anotar un gol al portero que menos lo hace de la categoría, Alberto Cifuentes.

Camino de rosas o no, el Cádiz ya fijó su nuevo objetivo: el ascenso. Para ello, debe superar pruebas muy duras, y la primera es esta semana. Una victoria en el Reino de León supondría adquirir mucha más moral y motivación para el duelo de la siguiente jornada en la que los amarillos recibirán al líder, al Huesca. Para que ese partido adquiera la mayor importancia posible, el Cádiz tendrá que salir de León vivo y con los tres puntos en la mano.

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