Esta semana comienza un nuevo parón por los partidos que disputarán a lo largo de estos diez días las selecciones de todas las partes del mundo. Un parón que obliga a detener todas las grandes ligas para que sus jugadores puedan viajar con los respectivos equipos de sus países para jugar una serie de partidos en estas dos semanas. Grandes futbolistas se reúnen en este parón y abandonan durante un tiempo sus equipos para vestir otra camiseta. Sin embargo, jugadores que son indiscutibles con sus selecciones se tendrán que quedar en casa debido a lesiones u otras circunstancias. Este es, por ejemplo, el caso de Daniel Wass. Por el otro lado, y en un caso menos problemático, se encuentra Emre Mor.

En el caso del danés, su baja y su imposibilidad de viajar con su país es ya definitiva. Tras lesionarse hace aproximadamente dos semanas, el danés continúa con su proceso de recuperación de esa hernia discal, definida de pronóstico incierto por los médicos celestes, de la que fue diagnosticado. Sin duda alguna, el equipo nacional de Dinamarca lo echará muchísimo de menos, y es que el centrocampista celtista se posiciona como uno de los mejores jugadores de la selección. No es solo por la calidad que ofrece en el campo, sino también por el trabajo tanto defensivo como ofensivo que plasma sobre el verde en cada partido. Pocos futbolistas de su talla destacan en el conjunto nacional danés.

Por el otro lado de la moneda, se encuentra Emre Mor. El turco-danés, pero jugador absoluto con la selección turca, retrasará de momento su incorporación al equipo nacional de Turquía debido a un proceso gripal del que fue diagnosticado antes del partido frente al Málaga y que le obligó a ser baja de última hora para ese mismo encuentro. Lo del joven jugador no es nada grave, y se espera que la selección turca pueda contar con uno de los jugadores más desequilibrantes y ágiles a los que el seleccionador nacional puede convocar.