Corría el diez de febrero cuando el SD Eibar se imponía al Leganés por cero goles a uno en Butarque, prolongando una racha de cuatro partidos sin perder contra grandes rivales, como Sevilla y Athletic de Bilbao.

Más de un mes después conecta cuatro derrotas en seis partidos, únicamente una victoria y un empate contra uno de los peores equipos de la categoría, partido que, prácticamente, fue un regalo. Dmitrovic se vistió de portero de talla mundial y dejó una gran actuación bajo palos, como lleva haciendo varias semanas.

De modo que, ¿qué está pasando en Eibar? Es evidente que el equipo no podía mantener unos números de equipo Champions, pero el punto en el que se encuentra actualmente hace peligrar seriamente las aspiraciones europeas, tal y como pasara doce meses atrás, en la campaña anterior. Ahora se encuentra en décima posición, con un punto más que el RC Celta, que tiene treinta y nueve y un partido menos, contra el colista del campeonato.

Sin embargo, el problema que se atribuye en principio a un cese de las piernas de los jugadores con mayor peso de la plantilla puede también mirarse desde otro prisma.

En terreno eibarrés se sabe que otros clubes de la categoría se relamen mirando jugadores que en cuestión de meses terminarán contrato. Es el caso de Inui o de Dani García, pesos pesados del equipo involucrados en rumores, llevados a ser secretos a voces, de traspaso el próximo verano.

Es por ello que, quizás, a nivel institucional el conjunto armero necesita la calma que no había faltado en jornadas anteriores para que estos pilares fundamentales se centren en el ahora, el el club blaugrana, y que olviden por el momento el incierto futuro que les espera, ya que ni uno, ni otro, pasan por su mejor momento, y en una plantilla que no goza de una profundidad extrema, se nota.

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