El trabajo, el compromiso y la dedicación siempre traen recompensas, y cada persona recoge lo que siembra, como dice una de las frases más populares en España. El Leganés es un equipo de todo lo anteriormente citado, más la humildad que de momento está caracterizando al club del sur de Madrid.

Con Asier Garitano ha quedado claro que un sitio en el once titular nunca está predeterminado. Se puede ser el mejor pero con el guipuzcoano en los banquillos, sin trabajo, no serás titular. Y así ha llevado a este equipo en volandas de 2ªB a la máxima categoría del fútbol español.

El chico de moda de esta temporada en la familia pepinera, Unai Bustinza, cumple con creces el prototipo de jugador que quiere Garitano en su equipo, ¿y quién no lo querría?  En su tercera temporada como jugador del CD Leganés, la presencia en el once titular de Unai Bustinza ya no es casualidad y, sobre todo, no es causada por las bajas de sus compañeros de posición.

Quizás a principio de temporada sí que pudiera ser una quimera que Bustinza se ganara un sitio entre los once que de inicio del Leganés, pero ahora, lo raro es verle en el banquillo. Bustinza es todo un ejemplo a seguir por el compromiso que ha mostrado al club, madurez y trabajo. Su estado de forma es excepcional y sus méritos han sido recompensados.

Bustinza se ha hecho grande empezando desde abajo

Bustinza llegó cedido por parte del filial del Athletic Club, y con una gran actuación a final de temporada, la del ascenso, Garitano quiso contar con él un año más, la del debut en primera. La temporada pasada Bustinza destacó por su lucha y entrega, como siempre, pero la llegada de Siovas le relegó al banquillo y la incorporación de Tito le hizo perder la posibilidad de ser segundo lateral derecho, posición a la que acostumbraba.

Este año, tras la llegada de nuevos compañeros, pasó a ser el quinto defensa central del equipo, por detrás de las nuevas  incorporaciones como la de Ezequiel Muñoz y Mauro Dos Santos, además de los que ya estaban, como Siovas y el capitán, Martín Mantovani. Le costó mucho encontrar un sitio entre los titulares, y fueron las lesiones fin de semana sí y fin de semana también de los centrales pepineros lo que le llevaron a afianzarse en el once de Asier. Fue en un experimento ante el Villarreal en liga, donde la pareja de centrales fue más que inusual, ya que acompañó al ex del Athletic el lateral izquierdo del equipo, Raúl García.

Pero la victoria ante el submarino amarillo en el último partido en casa de 2017 fue contundente [3-1], y el experimento volvió a repetirse en Riazor, aunque sin éxito. Muchas críticas llegaron, ya que poca gente apoyaba la titularidad de Bustinza, pero poco a poco se ha ido haciendo con el hueco en el equipo, el corazón de la grada y con el interés de otros equipos.

Bustinza se ha hecho fijo en la defensa de Garitano, además de haber anotado varios goles de cabeza en sus locas subidas para rematar los saques de esquina. Lleva dos goles, los dos este 2018, su año dorado, en el que incluso algunos piden su presencia en la selección. Porque Unai ha jugado prácticamente todo lo que ha jugado el conjunto blanquiazul en lo que va de año. Y ya no es un recambio obligado para tapar agujeros, ahora es una casi una obligación verle en el once, por eso, el que tiene contrato hasta 2019, puede ser una de las grandes pérdidas  del conjunto pepinero.

Postigo, posible refuerzo si se marcha Bustinza

El club sabe que este verano pueden llegar varias ofertas por el central de 26 años, y por eso tiene que empezar a mover ficha. Entre los elegidos para una posible salida de Bustinza, estaría un viejo conocido de la familia de Butarque, Sergio Postigo. El central del Levante UD acaba contrato a final de temporada y puede ser una de las opciones del Leganés para tapar la posible pérdida del de Bilbao.

Postigo conoce al Leganés, es de la cantera y jugó en el primer equipo entre los años 2013-2015, convirtiéndose en capitán del conjunto pepinero. Dejó el equipo en la segunda temporada del 'Lega' en 2ª División, para probar suerte en Italia, concretamente en el Spezia. Finalmente regresó a España, a las filas del Levante donde se convirtió en una de las piezas claves del equipo que consiguió el ascenso la temporada pasada a Primera División. El central madrileño de 29 años podría cumplir así uno de sus sueños, jugar en Primera con el CD Leganés, el equipo de su vida.

Aún queda mucha tela por cortar hasta final de temporada, en estos dos meses que restan, pero en Butarque, a pesar de que no se muevan fichas hasta final de temporada, los rumores no dejan de sobrevolar por el aire de Leganés.