El Real Madrid derrotó al Girona este pasado domingo, pero si bien pudieron marcar seis goles en total, también recibieron tres en contra. Todos ellos fueron de balón parado e hizo aún más visibles las falencias en defensa del club merengue.

Al comparar al equipo en la jornada 29 de la temporada anterior y la actual, la diferencia en goles a favor es amplia. El año pasado sumaban 121 tantos y este tienen 73, pero también es importante comparar los goles en contra.

A esta altura del año pasado, tenían 32 anotaciones de los rivales y actualmente tienen 33. El factor diferenciador que mantenía al Real Madrid en el primer lugar de la tabla en la temporada pasada era los goles a favor. Pero las cifras de tantos en contra son, tal vez, preocupantes cuando se comparan con las de los dos primeros de la clasificación actual.

Barcelona tiene 74 goles a favor y tan solo 13 en contra, mientras que el Atlético de Madrid suma 49 tantos al arco rival y únicamente 14 de sus rivales. Si bien el Real Madrid supera de gran manera en goles propios al club colchonero y está muy cerca de las cifras del Barça, lo que los tiene rezagados en tercera posición es la cantidad de goles que sus oponentes han podido marcarles.

Un factor importante es que las jugadas de balón quieto, algo que eran marca registrada del Real Madrid no hace mucho, ahora es uno de sus puntos más débiles. Precisamente, su ultimo rival, Girona, marcó sus tres goles en jugadas de ese estilo. Las marcas en el área se desorganizan y los contrincantes los toman por sorpresa.

Además de ello, también muchas oportunidades de gol de los rivales nacen de las bandas. Si bien es claro que Marcelo y Carvajal tienen una gran calidad ofensiva, esto a veces hace que el equipo quede desprotegido en esas zonas defensivamente. Aunque están los apoyos de sus compañeros, sean Asensio y Lucas Vázquez cuando juegan con un 4-4-2 o por supuesto el trabajo defensivo de los mediocampistas (Casemiro, Kroos y Modric) asegurar las bandas es un trabajo difícil y aún más cuando los rivales ya saben que explotar esos lugares puede ser fructífero para ellos.

El equipo, con Zidane a la cabeza, deberá buscar la manera de mejorar sus retrocesos en contraataques del contrario y trabajar las labores de cada uno en las pelotas quietas, porque de no hacerlo, puede llevar a disgustos para lo que queda de temporada.

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Sobre el autor
Laura Barrera
Estudiante de Periodismo Deportivo, seguidora del Real Madrid y Atlético Nacional. Entre Argentina y Colombia