Primer partido amistoso de este último parón de selecciones antes de que llegue la fecha señalada del Mundial de uno de los equipos que parte como claro favorito para alzarse con el título. Brasil tenía la prueba perfecta para ir adaptándose a lo que será el campeonato del mundo al jugar contra la que será anfitriona, Rusia.

Dos de los pilares básicos de la ‘canarinha’ y en los que están depositadas buena parte de la esperanza de los aficionados brasileños son los jugadores madridistas Marcelo y Casemiro. Ambos partieron como titulares en este amistoso ante la selección rusa y jugaron el partido completo.

Brasil siguió demostrando esa fiabilidad y consistencia de las que hizo durante toda la fase de clasificación para el Mundial. En la primera mitad, el combinado de Tite no pudo imponer un ritmo demasiado alto al partido y se vio sorprendido por una siempre correosa y rocosa Rusia. Mucho dominio de balón en zonas estériles, pero con muy poca llegada. Incluso se pudo llevar algún susto en alguna que otra contra de los rusos. En la segunda mitad la efectividad brasileña se impuso y llegaron los goles. Miranda abrió la lata al aprovechar un rechace de un balón parado. A partir de ahí, el ímpetu ruso aminoró notablemente, rompió ese muro defensivo y todo se puso cuesta abajo para Brasil. Llegaron los goles de Coutinho de penalti y de Paulinho para poner los tres goles en el marcador. El resultado pudo ser incluso más abultado de no ser por algunas ocasiones claras falladas por Firmino y Paulinho, que pudo incluso hacer un hat trick. Un partido que dejó una sensación de una Brasil muy potente a la que es muy difícil ganar y que consiguió una victoria sin pisar demasiado el acelerador.

Con respecto a los jugadores madridistas, Marcelo, como siempre, actuó más en ataque que en defensa. Siempre fue una solución cuando el partido se atascaba en la primera mitad para los de Tite y era uno de los responsables de sacar el balón desde atrás. Aún así, al igual que sus compañeros, no necesitó meter la sexta marcha y tampoco destacó tanto rompiendo por dentro en ataque como suele hacer con el Real Madrid.

Casemiro por su parte, mantiene ese gran estado de forma que muestra con el club blanco. Siempre en el sitio clave y en el momento justo para tapar los intentos de salida rusos. Recuperando muchos balones y perdiendo muy poco. Se le nota con confianza a la hora de la salida de balón y ya arriesga con algunos pases largos que normalmente acaban llegando a buen destino.

El siguiente amistoso supondrá una mayor prueba ya que se enfrentarán a otra de las grandes favoritas, Alemania.