Generalmente no ha sido una buena campaña para el conjunto txuri-urdin y eso se ha reflejado en la posición del equipo en la tabla. Entre los factores primordiales para el fracaso en la temporada se encuentran los problemas defensivos y los errores de los arqueros, inicialmente, Gerónimo Rulli, quien no ha tenido su mejor temporada defendiendo el marco donostiarra

En lo que va de temporada, la Real ha completado 29 partidos en liga y de estos solo han podido ganar nueve y se han perdido catorce. Muchos de ellos perjudicados por los percances de la defensiva involucrando al arquero. Y hasta ahora, la Real ha encajado 52 goles, uno menos de los que recibió al final de la temporada pasada en la cual se alcanzó la Europa League. 

En los 29 partidos disputados en LaLiga, los txuri-urdin apenas han mantenido el marco en cero en seis ocasiones. De esto se recuerdan los errores constantes de Rulli en salidas y mano a mano contra los atacantes contrarios, opacando sus actuaciones y liando la temporada del equipo blanquiazul. El guardameta argentino ha disputado 2.070 minutos en la campaña hasta que se vio en apuros para seguir por una lesión que le dio la oportunidad a Toño. 

El arquero logroñés se puso los guantes desde finales de enero para defender a su equipo. El problema fue que no rindió de la manera esperada y dejó actuaciones muy pobres. En los tres partidos que Toño disputó, la Real perdió 4-2 contra el Villarreal; 2-1 contra el Salzburgo en Europa League; y 2-1 contra el Valencia. Por ello la entidad de San Sebastián recurrió a un fichaje de última hora como Moyá para buscar arreglar la situación. 

El de Binisalem llegó a Anoeta con la mayor ilusión y dejó buenas sensaciones en su partido debut contra el Betis (empate sin goles). Estuvo en el triunfo contra el Alavés donde encajó un gol y luego se unió al bache de derrotas consecutivas contra Espanyol y Getafe. 

En conclusión, ha sido una mala temporada para la Real Sociedad en términos defensivos, la portería se ha visto perjudicada por la irregularidad de Rulli y la falta de condición de Toño. Quizá con Moyá bajo los palos aún se pueda corregir el rumbo en los últimos compases de la campaña.