Setecientas almas se han desplazado en el día de hoy al Reino de Navarra. Setecientos zaragocistas con el único objetivo de llevarse los tres puntos de nuevo. El Real Zaragoza tenía la opción de colarse en los puestos de promoción por primera vez en lo que va de temporada. No fue el mejor partido de los de Natxo González, pero sin lugar a duda los blanquillos sumaron tres puntos de los que necesita y de los que consigue todo equipo que quiere estar en la zona alta de la tabla.

Llegadas las cuatro de la tarde echaba a rodar el balón. El Real Zaragoza salía al partido de una manera bien distinta a como venía acostumbrando. El mal arranque se prolongó y duró hasta el final de la primera parte.

Por el camino, los blanquillos cometieron infinidad de errores con el balón. Sin transición y sin ideas el fútbol del Real Zaragoza brillaba por su ausencia. Además, Osasuna robaba el balón muy rápido y en zonas de peligro creando un sinfín de oportunidades.

Lo más destacado fueron los paradones de Cristian Álvarez. La araña, el pulpo, el muro… cualquier mote que se le pueda poner al arquero argentino se le queda corto. Descomunal partido del argentino que lo paró todo. Tan solo fue batido una vez por Quique, pero la jugada quedó anulada por un gol en fuera de juego que finalmente resultó no ser.

Natxo González quiso darle un giro a su equipo. Debido a que Febas estaba casi desaparecido, antes de la llegada del descanso el entrenador dio entrada a Oliver Buff. Finalmente llegaba el descanso y el Real Zaragoza respiraba tranquilo. Había salvado muchas situaciones críticas, aunque mucho tenía que cambiar las cosas en la segunda parte si querían llevarse algo positivo.

La segunda parte comenzaba con un Real Zaragoza ligeramente mejor que en la primera. Oliver Buff, era el jugador que más claro tenía su función y dejó un gran número de detalles técnicos.

Llegado el minuto 61, el suizo filtraba un balón en profundidad para Benito que ganaba línea de fondo y ponía un balón al punto de penalti para que Borja enganchara una volea que acabaría colándose en el fondo de las mallas. El Real Zaragoza estaba ganando de manera casi milagrosa.

Tras el gol, se vio un Real Zaragoza mejor. Pese a eso, Quique se coló entre Benito y Grippo. Al central suizo no le quedó otro remedio que hacer una falta en el borde del área cuando el delantero ya se plantaba delante de Cristian.

Los de Natxo González comenzaron a poner un poco más del fútbol sobre el campo y sobre todo a mantener posesiones más largas. El técnico zaragocista decidió dar entrada a Toquero en el minuto 77.

El partido estaba abierto, pero llegado el minuto 81, una nueva genialidad de Buff en forma de taconazo dejaba a Toquero la posibilidad de asistir a Borja. De nuevo el gallego con ayuda del meta rojillo adelantaba a los maños en el marcador.

No se rendiría en su intento Osasuna que llevaba todo el partido asediando la portería de Cristian. Con el tiempo ya cumplido, Osasuna botaba un córner que la zaga blanquilla no fue capaz de despejar y que provocó el tanto final de Unai García tras el cual, el árbitro decretó el final del partido.

El Real Zaragoza sumaba su sexta victoria consecutiva y la fiesta estallaba en una esquina del Sadar. Los blanquillos estaban en play-off por primera vez en lo que va de temporada. El Real Zaragoza pasará la semana en puestos de promoción y recibe la semana que viene al Sevilla Atlético, una nueva oportunidad de seguir escalando.