El pasado 11 de Julio de 2017 y tras una dura lucha contra el Almería, el director deportivo zaragocista Lalo Arantegui con la ayuda de José Mari Barba conseguía la cesión de Aleix Febas, proveniente del Real Madrid Castilla. Medios madrileños le tildaban como la joya de La Fábrica o el nuevo Luka Modric. Desde que el joven jugador llegó a Zaragoza mostró el porqué de estas declaraciones.

Aleix Febas empezó la temporada permutándose en las posiciones de mediapunta y banda izquierda con su compañero suizo Oliver Buff. Sin embargo y pese al gran juego del que dotaba la alianza de estos dos jugadores al Real Zaragoza, Natxo decidió cambiar de estrategia y pasó a formar con dos jugadores en punta y cuatro en el centro del campo. Este cambio en la disposición táctica en la entidad zaragocista supuso un cambio total en el fútbol que ofrecía Febas. 

Por desgracia, esta reorganización se llevó con ella el buen fútbol del jugador cedido por el Real Madrid. La nueva formación obligaba a jugar con Febas en la banda, lo que supuso la desaparición del jugador que acostumbraba a jugar en la mediapunta. Febas ya no aparecía, ya no hacía sus arrancadas y ya no desempeñaba las mismas funciones ofensivas ni defensivas.

Aparición del rombo

Después de las vacaciones de Navidad, Natxo González decidió cambiar su once por enésima vez, formando esta vez una impenetrable tela de araña en el centro del campo con forma de rombo. Esta nueva disposición táctica estaba formada por Eguaras en la base, Guti y Zapa o Ros en los lados y Aleix Febas en la punta de lanza.

Gracias a este nuevo sistema, Febas volvía a aparecer y de qué manera.  El ilerdense estaba de nuevo en su posición favorita, en la media punta, aquel sitio donde volvía loca a la defensa rival y donde era determinante. Febas podía volver a arrancar desde atrás y hacer conducciones de 60 metros en la transición defensa ataque. Además, este nuevo sistema incorporaba a dos delanteros, lo que facilitaba el ahorro energético de todo aquel que se situaba justo detrás de ambos y hacía que Febas fuera aún más determinante en los minutos finales, cuando las defensas rivales ataban fundidas.

Pero Aleix Febas ha vuelto a desaparecer. El de Lérida gozaba de su mejor momento desde que llegó a Zaragoza. Pero, tras una lesión en una fractura en el primer dedo de su mano derecha de la que aún no se ha recuperado y con la que ha disputado diversos partidos, el nivel de éste ha dado un repentino bajonazo. Tanto es así que en el encuentro disputado entre CA Osasuna y Real Zaragoza, el míster zaragocista le sustituyó al final del primer tiempo debido a su desastroso juego. 

El Real Zaragoza necesita al mejor Aleix Febas para la recta final de la temporada. Necesita esa versatilidad, necesita ese habilidad de romper los sistemas defensivos rivales y esa capacidad de hacer la transición defensa ataque en menor tiempo que cualquier otro jugador de la Segunda División. El ilerdense tiene un gran margen de mejora y se espera que recupere su mejor nivel, su éxito es el éxito del equipo.