El Toledo pesca en río revuelto

Hace 7 meses que el Fuenlabrada no caía derrotado en el Fernando Torres. Después de todo ese tiempo, el equipo azulón lo ha vuelto a hacer para agrandar aun más el mal momento por el que están pasando. 8 jornadas sin conocer la victoria. Todo lo contrario ocurre en el bando verdiblanco. Después de obtener tan solo 1 punto de 6 ante rivales directos como local en las últimas jornadas, el Toledo de Miguel Falcón llega a Fuenlabrada y expone un recital futbolístico que difícilmente te puede hacer perder un partido. 

El partido arrancaba con la continuidad como elemento principal en ambos onces titulares y con un ritmo lento en lo que a la circulación del balón se refiere. Parecía que los dos conjuntos tenían dudas sobre si llevar o no la manija de la posesión en el encuentro. Y finalmente, esos primeros minutos decantaron la balanza para un Fuenlabrada que quería jugar pero no encontraba el hueco por el que hincar el diente al Toledo. El paso de los minutos fue haciendo crecer al conjunto visitante, cada vez más cómodo con el centro del campo formado por Usero, Castro y De Lerma. Estos tres hombres en la sala de máquinas hacían correr a la defensa local que no se sentía a gusto con los balones a la espalda buscando a Sergio García y Figueroa. De hecho, el mayor aliado del Fuenlabrada en los primeros minutos fue el fuerte viento presente en el estadio que evitó en más de una casión que los delanteros verdiblancos se plantaron solos ante Pol Freixanet. Mientras los verdes seguían creciendo en el partido, De Lerma tuvo la ocasión más clara cuando aprovechaba un rechace de la defensa en la frontal del área para colocar un disparo raso y ajustado al poste que se fue desviado por escasos centímetros. Los locales no podían imponer su juego ante el saber estar de la pareja Usero-Castro y el míster Calderón se veía obligado a cambiar su formación para buscar una mayor participación de jugadores como Hugo Fraile o Dioni. Sin embargo, el partido comenzó a complicarse para los madrileños cuando Iribas se lesionó a la media hora de juego. En su lugar entró Dani Fernández y a los pocos minutos de la sustitución llegó el primero de los golpes toledanos. Carlos Expósito fue el listo de la clase al empujar a la red un balón en el segundo palo. Misma jugada que en el Cerro del Espino y mismo resultado. Gol del lateral verdiblanco. Jony Montiel botaba el córner al primer palo, peinaba Figueroa y allí estaba Expósito para poner el primer tanto del partido.

Los mejores minutos del Fuenlabrada en el encuentro serían los posteriores al primer gol del Toledo. Los azulones asediaron la meta de Alcolea hasta el descanso y de hecho, lograron empatar el partido. Solo que el colegiado anuló un tanto de Dioni por fuera de juego después de aprovechar un rechace de Alcolea. El tiempo de descanso fue todo un alivio para los jugadores visitantes porque ya habían pasado lo peor. En la segunda mitad, el Fuenlabrada no supo mantener el ritmo con el que cerró los primeros 45 minutos y el Toledo se asentó con autoridad en el terreno de juego. La colocación y distribución verdiblanca se comía por momentos a los intentos locales que solo podían hacer daño al Toledo por medio de su banda izquierda, Fran García y el recién entrado Quero, eran dos puñales que protagonizaron un precioso duelo frente a Carlos Expósito. Pese a no sufrir ocasiones ni conceder demasiados metros al Toledo le faltaban posesiones para quitarle la pelota a su rival. La falta de ideas y el cansancio en el Fuenlabrada fue haciendo salir poco a poco a un Toledo que encontró la fórmula del exíto, de nuevo, en el balón parado. De Lerma botaba un saque de esquina que el ímpetu de Romagnoli dirigió hasta el fondo de las mallas. El joven delantero argentino del Toledo se alzó entre los defensores y ajustó su testarazo al poste derecho defendido por Freixanet. A los 76 minutos, y con 0-2 en el electrónico, el Toledo gozó del tramo final más cómodo de la temporada. El Fuenlabrada hundido por la situación que empieza a alejarle del liderato apenas creó peligro a la meta del cuadro visitante.

Sonaron los pitidos que indicaban el final del encuentro y los jugadores verdiblancos empezaron a demostrar lo necesitados que estaban de puntos. El centenar de aficionados desplazados desde Toledo celebraron lo que es la tercera victoria consecutiva en el estadio Fernando Torres. El conjunto verde vuelve a demostrar lo bien que compite en los grandes escenarios, aunque algunos lo daban ya por descendido. Por su parte, desde el Fuenlabrada el gesto cabizbajo representaba mejor que cualquier palabra el bajón de rendimiento que están protagonizando. Una imagen vale más que mil palabras.