Desde el pasado verano, todo el mundo del fútbol, observó de manera inquietante el nuevo proyecto deportivo del Valencia C.F. No era para menos, un grande de España y del mundo pasaba por horas bajas y cualquier estímulo del exterior sería observado de manera minuciosa. Después de 29 jornada ligueras y otras tantas de copa, comienzan a sacaser conclusiones y la realidad es que el Valencia de esta campaña, gusto más o menos, está rindiendo de manera alta. Pero, ¿cuáles han sido los motivos? ¿El rendimiento actual es el máximo que pueden dar?

Pues bien, nada de esto tendría sentido sin la existencia de Marcelino García Toral. A pesar de la opinión de muchos acerca del cambio de actitud e intensidad de la plantilla, la realidad es que su principal aportación viene encaminada por el fútbol. Gracias a él y su equipo han logrado afianzar un estilo de juego que en el futuro generará un modelo de fútbol.

Otra pieza importante es la de Mateu Alemany, el cual, consiguió convencer a la presidencia para no vender piezas importantes y poder reforzar la plantilla junto con Marcelino. Es decir, realmente su cargo es de director deportivo pero con capacidad para tomar decisiones a otros ámbitos.

Como se ha comentado antes, Marcelino es fundamental en el cambio pero realmente lo que le hace fuerte es el fútbol. El estilo del 4-4-2, la presión tras pérdida, las transiciones defensa-ataque tan vertiginosas, la poca distancia entre las líneas. Sin eso, el resto no sirve para nada y gracias a ello permite hacer mejorar al resto de componentes de un club.

Una portería segura y una defensa contundente son otra diferencia destacable. Con la llegada de Neto y la personalidad de Jaume el Valencia tiene la portería bien asegurada. Además, la llegada de 2 centrales de primer nivel como Paulista y Murillo más el siempre fuerte Garay hacen que el equipo sea un muro. Destacable la temporada de Gayá que se parece más al de su primera temporada y un Montoya siempre irregular.

Si hablamos de fútbol, hablamos de Parejo. Las nuevas directrices desde el banquillo han hecho evolucionar al de Coslada y gracias a la ayuda de Kondogbia hacen una media no vista en Mestalla desde la época de Albelda y Baraja.

Todo lo que se ha hablado hasta ahora no tendría validez sin la voracidad de unas bandas penetrantes y delantera eficaz. A pesar de ser los mismos de la temporada pasada, excepto Guedes, sus delanteros están pulverizando todos los registros y ya suman más de 10 goles cada uno en Liga.

Por último, toca hablar de la afición. A menudo poco comprendida fuera de nuestras fronteras pero siempre sufridora y luchadora por su escudo. Sólo se entiendo ese nivel de exigencia debido a querer siempre lograr estar muy arriba. Tan arriba que nos haga tocar el metal de algún título que se nos resiste desde hace más de 10 años.