Quedan apenas horas para que se den por finiquitados los cuartos de final disputados entre Madrid y Barcelona, que actualmente se encuentran a mitad de camino. Los cuartos de final son una eliminatoria que no se daba en Copa desde la temporada 1969/1970. El sorteo fue caprichoso y emparejó a los dos grandes de la Liga, que querían alcanzar la final que se iba a disputar en el Camp Nou. Pese a que eran los dos mejores equipos del Campeonato, había una cierta diferencia entre Madrid y Barça, estando los blancos por encima. Sin embargo, la mala racha con la que el Madrid llegó a la fecha hacía pensar a los culés en una eliminatoria disputada.

El encuentro de ida, celebrado el 30 de mayo 1970, rompió los esquemas de los barcelonistas más optimistas. El Madrid salió con: Junquera; José Luis, Benito, Sanchís; Pirri, Zoco; Miguel Pérez, Amancio, Grosso, Velázquez y Bueno. En el Barça partieron de inicio: Reina; Rifé, Gallego, Aladio; Torres, Juan Carlos, Martí Filosia, Bustillo, Marcial y Pujol. La actitud de unos y otros fue totalmente distinta.

El Madrid salió con entusiasmo, el cual plasmó en el campo con una buena preparación física y una movilidad extraordinaria. El Barça, por su parte, desarrolló un juego frío y sin ideas arriba. Para colmo, la defensa estuvo muy insegura. La consecuencia de ello fue la superioridad madridista, tanto en el campo como en el marcador. Tan solo Reina evitó que la goleada fuera mayor. A los cinco minutos, Grosso adelantó al Madrid, mientras que en el 44, justo antes del descanso, el gol de Amancio supuso un duro palo para el conjunto azulgrana. Sin dejar de tener en cuenta el baño del Madrid, hay que mencionar la irregularidad en el segundo tanto del Madrid, ya que Amancio estaba en fuera de juego. Una polémica que no sería nada al lado de lo que acontecería en el Camp Nou.

Justo una semana después, el 6 de junio, el estadio del F.C. Barcelona presentaba una magnífica entrada. La parroquia culé se conjuró para la remontada. Los 11 héroes que tenían que dar la vuelta a los últimos cuartos de final celebrados hasta la fecha eran: Reina; Rifé, Gallego, Aladio; Torres, Zabalza, Rexach, Juan Carlos, Alfonseda, Marcial y Pujol. La alineación del Madrid tan solo presentaba un cambio respecto a la ida: Ortuño ocupó el lugar de Miguel Pérez.

Con estos 22 jugadores en el campo, el guión fue completamente distinto al del partido de ida. Un Barça valiente salió dispuesto a imponer su juego, y así lo hizo. Fue dueño de la iniciativa en todo momento, aunque durante los primeros minutos los culés acusaron la falta de puntería. No sería hasta el minuto 45 cuando Rexach adelantó a los azulgranas. Tras el descanso, la presión fue a más. El Madrid no era ni la sombra del que había sido en su feudo.

La amenaza del segundo gol barcelonista se paró en seco debido a una decisión del árbitro del encuentro, Emilio Carlos Guruceta. El árbitro vasco, que debutó esa misma temporada en Primera División, señaló como penalti una falta que Rifé cometió sobre Velázquez dos metros fueras del área. A partir de ese momento, se acabó el emocionante partido del que los espectadores estaban disfrutando. Las protestas, tanto del público como de los jugadores, no paraban. Incluso Rifé amenazó con abanadonar el terreno de juego. En medio de la confusión, el barcelonista Eladio fue expulsado. Tras nueve minutos, Amancio convirtió el penalti, poniendo así fin a la eliminatoria.

Todo lo que ocurrió a partir de ese instante tuvo poco que ver con el fútbol. Protestas y más protestas que hacían presagiar que el partido no iba a acabar bien. Y de hecho, el partido no acabó, ya que una invasión del público lo impidió.

Fue una lástima que esta bonita eliminatoria que se vivió entre Madrid y Barcelona terminara con este mal sabor de boca.