La norma dice que un equipo y su filial no pueden competir en la misma competición. Después del descenso del Villarreal, un equipo que comenzó la temporada jugando la Champions League, su filial, que ya tenía la salvación prácticamente asegurada y se situaba en el puesto 13 de la tabla clasificatoria de la Liga Adelante, se ha visto obligado a descender a Segunda División B.

El Villarreal B, que ascendió a la categoría de plata del fútbol español por primera vez en su historia en la temporada 2009/10, consiguió clasificarse en su primera temporada en la séptima posición, y formó a varios jugadores que han acabado destacando en el primer equipo, como Marco Ruben, Mateo Musacchio o José Manuel Catalá.

Esta temporada, el Minisubmarino ha conseguido practicar un fútbol muy destacable, con jugadores de gran proyección como Manu Trigueros, Lucas Porcar, Iriome, Toribio o Jaume Costa; y con un delantero con mucha facilidad goleadora, Joselu, que ya ha debutado con el primer equipo y ha conseguido arrebatar el puesto en varias ocasiones al joven pero experimentado jugador del Villarreal Alejandro Marinuccio. Muy probablemente, estos jugadores que destacan en el filial acaben la campaña que viene en el Submarino.

La lucha por la salvación se pone emocionante

El descenso del Villarreal B también abre las puertas de la permanencia a equipos como Girona, Cartagena o Alcoyano, que se sitúan en zona de descenso. Si la temporada de la Liga Adelante finalizara hoy, el Girona, que aún tiene que enfrentarse al Minisubmarino, sería el afortunado que conseguiría la salvación, pese a situarse en la decimonovena posición, que le condenaría a descender a Segunda B. Por otro lado, el Alcoyano y el Cartagena vuelven a tener muchas opciones de mantenerse en la Liga Adelante, tras situarse a una distancia casi insalvable del Guadalajara, que hasta ahora marcaba la línea entre la salvación y el descenso.