El segundo partido del domingo enfrentaba a Mallorca y Granada, dos equipos que llegaban con sensaciones diferentes. El conjunto balear, con todo ganado en su estadio, empezaba la jornada en cuarto posición, mientras que el Granada se asomaba al abismo y sin acumular ningún gol como visitante. Pero las meras estadísticas quedaron a un lado cuando Hernández Hernández, árbitro debutante en Primera División, hizo sonar su silbato.

El partido empezó con muy poco ritmo. Tanto fue así, que antes que la primera ocasión llegó la primera tarjeta, en este caso para Pereira. El Mallorca controlaba el balón pero la presión del Granada era lo suficientemente buena como para que el equipo de Caparrós no se sintiera a gusto. Esto provocó que el Mallorca buscara en pases largos a Hemed, algo que no parecía ser la solución.

Alternativas en ambas porterías y lesión de Joao Victor

La primera ocasión del partido llegó en el minuto 12, de las botas de Brahimi. El francés empalmó un buen disparo desde la frontal, pero Aouate tocó lo justo para enviar el balón a córner. En el intento de Joao Victor de taponar el chute, el mediocentro hizo un mal gesto y tuvo que ser sustituido por Martí. La ocasión granadina y la lesión del brasileño no enfriaron al Mallorca, quien dispuso de su mejor ocasión tras un balón áerero de Víctor para Hemed. El israelí remató rápido, pero Toño achicó perfectamente y el balón salió rechazado a córner.

Pasaban los minutos y ninguno de los dos equipos conseguía hacerse con el control. El Granada volvió a avisar con un disparo desde la frontal, muy parecido al de Brahimi, aunque esta vez obra de Mikel Rico.

Con la primera parte casi terminada, El-Arabi se creó una ocasión, dejando destellos de la calidad que le ha llevado a ser el fichaje más caro de la historia del Granada. Con rapidez, y un túnel de regalo, dejó atrás a dos rivales para después probar fortuna de cara a la portería, pero su disparo fue muy centrado y Aouate pudo evitar el gol. La ocasión del Granada fue buena, pero la regla se volvía a cumplir. Cuando el Granada tenía oportunidad de gol, el Mallorca contestaba a la jugada siguiente. Y así fue. Una buena combinación bermellona llegó a las botas de Hemed, pero el delantero cruzó en exceso su disparo. Otra inoportuna lesión, en este caso de Siquiera, frenó el ritmo frenético con el que acabó el primer tiempo.

Revolución del partido

La segunda parte empezó exactamente igual que la primera: dominio horizontal del Mallorca y buen posicionamiento del Granada. El partido seguía careciendo de ritmo, y los dos equipos parecían conformarse con el devenir del partido. Sin embargo, el partido iba a dejar de carecer de intensidad cuando, tras una galopada de infarto, Torje fue derribado por Nsue en el área, provocando el penalti y la expulsión del hoy lateral del Mallorca. El-Arabi anotó el tanto con tranquilidad y el encuentro se le ponía muy de cara al partido de Anquela, con ventaja en el marcador y un jugador más. No obstante, la superioridad numérica iba a durar muy poco. Una falta de Brahimi en el centro del campo fue castigada con amarilla. Esa amonestación suponía la segunda para el francés, por lo que enfiló camino de vestuarios antes de tiempo.

Con 0-1 en el marcador y de nuevo igualdad en el número de jugadores, se esperaba que el Mallorca achuchara en los últimos minutos para conseguir, como mínimo, el empate. El Granada mantuvo el orden y el arreón balear no llegó. Todas las esperanzas del empate se esfumaron con el segundo gol del Granada. El-Arabi sirvió un balón elevado con mucha intención al área, Torje controló con tranquilidad y definió a placer a puerta vacía, tras una precipitada salida de Aouate.

Reacción tardía del Mallorca

Cuando parecía que el partido estaba sentenciado, Hemed conectó un magnífico cabezazo para acortar distancias y hacer creer al Mallorca que podía empatar el encuentro. Pero el despertar de los pupilos de Caparrós llegó demasiado tarde. El mal partido de los baleares no quedó maquillado con un empate y el Granada cosechó tres puntos más que importantes.