“Bravo equipo albiazul, que resurges potente otra vez, recordando la gloria, de aquel gran Deportivo Alavés”. Así canta al comienzo el himno del Alavés y así se ha interpretado por parte de los jugadores, directivos y aficionados el partido que en unas horas llenará Mendizorroza de azul y blanco y que calentará la fría noche alavesa. Una cita que Vitoria llevaba más de un lustro esperando.

Y es que desde que hace seis años el Alavés dejará la Primera División una dramática noche en el Paseo de Cervantes ante el Depor la caída ha sido imparable. Piterman dejó al club a la deriva después de comprar el espejismo del ascenso con la realidad de los desmanes y la falta de respeto. Un golpe casi mortal que llevó al conjunto vitoriano al pozo de Segunda B. Ya han pasado tres largos años desde que el Glorioso cayera a la categoría del bronce. De que fuera arrojado al precipicio del olvido. Pero, por fin, se ve la luz al final del túnel.

Una luz que no solo iluminan el brillo y el glamour de la visita del campeón catalán sino también la tranquilidad económica e institucional y los 24 puntos que llenan el casillero del líder del grupo II de Segunda B. Con Natxo González al mando de un once que los 6.000 incondicionales que llevan acompañando al Alavés en su travesía por el desierto saben de memoria toda la familia albiazul sueña con el ascenso a Segunda y con celebrarlo en una Virgen Blanca que añora teñirse de azul y blanco. La ilusión por cumplir el objetivo de volver al fútbol profesional, un lugar que jamás debido perder un club que forjó su leyenda a base de noches y gestas coperas y europeas que aún hoy recuerdan los aficionados al fútbol. Unas frías y mágicas veladas que el Alavés quiere rememorar hoy ante el Barça.

El Alavés fue el primer equipo que ascendió a Primera en 1930

Fundado en 1921 el Alavés fue el primer equipo que ascendió a Primera un lejano 1930. Desde entonces, los vitorianos han protagonizado algunos de las epopeyas más destacadas del fútbol. Desde aquella eliminatoria de 1978 en la que un imberbe Valdano tuteó a Cruyff en el Camp Nou. El ‘Barcelona de Segunda’, como se le conocía entonces al club alavés por su calidad, se quedó fuera de la Copa después de ganar en la ida con un tanto de Salamanca al gigante culé en una noche con un frío y una lluvia torrencial y caer con polémica en Barcelona. Cuentan las crónicas que Cruyff, el genio tulipán, se perdió en el barro de Mendizorroza.

Recuerdos inolvidables

Instantes imborrables, recuerdos inolvidables que bañan la memoria de los aficionados albiazules. El Alavés que estando en Segunda, hace 15 años, rozó la final de Copa tras eliminar a doble partido a cuatro ‘primeras’. Oviedo, Compostela, Real Madrid y Deportivo de la Coruña cayeron en un Mendizorroza sin remodelar en el que aún rugía la General. Un sueño que rompió en semifinales el Mallorca y que pudo repetirse en 2004, también en Segunda de la mano de Pepe Mel, pero que se perdió en las puertas de la final ante el Zaragoza.

El ascenso ante el Rayo con el récord de puntos de Segunda en 1998 y la primera clasificación europea en 2000 que cerró después de ganar al Barça, al Madrid y al Valencia a domicilio. Las noches europeas ante el Rosenborg, el Inter de Milán y el Kaiserlautern en las que Contra subía como un ciclón la banda derecha, Astudillo cortaba balones como un pulpo y Javi Moreno y Iván Alonso rompían las redes rivales.

La fiesta de Dortmund, las lágrimas de Desio y Karmona, iconos del alavesismo, tras perder una final, de la manera más cruel, ante el Liverpool después de marcar cuatro tantos y de que 10.000 alavesistas invadieran la ciudad alemana y silenciaran a los 30.000 aficionados ‘Reds’. El día en el que Europa se rindió a un equipo y una hinchada ejemplar, que aquel año recibió el título a la mejor afición de Europa, que 11 años después busca regresar a la élite.

Desandar el camino

La salvación de 2008 en Vigo, después de ganar en el descuento, remontada incluida, en la penúltima jornada a la Real Sociedad con gol de Toni Moral e invasión de campo es el último recuerdo agradable de una afición que añora recobrar la gloria pasada. Los goles de Guzmán, la solidez de Jaume y Beobide, los regates de Sendoa y las subidas de Manu García y Óscar Rubio son ahora las armas de un equipo con alma e historia de oro y realidad de bronce. “Sin miedo pero con respeto”, como ha declarado Natxo González en la previa, el Alavés intentará doblegar al Barça. Mostrarse ante el mundo, tutear al gigante culé, recuperar el brillo y desandar un camino que hace 11 años le llevó a la cima de Europa.

La eliminatoria ante el Barça ha vuelto a situar a la Vitoria futbolística en el mapa. La opción de dejar fuera al campeón barcelonista es una quimera pero el sueño y la ilusión alimentan a la afición y los jugadores albiazules. Ya dejó Natxo González, con el Sant Andreu, al Barça de las seis copas de Guardiola sin Copa Cataluña.

La visita del Barcelona de Vilanova y el buen arranque albiazul de liga han vuelto a enamorar a unos fieles que llevan décadas sin abandonar a su equipo, sufriendo y disfrutando de él en los campos de Segunda B, de Primera y de Europa. Los niños vitorianos vuelven a llevar la camiseta albiazul. Solo por eso será algo más que un partido…

*Fotografía: El once albiazul de la final de la UEFA 2001