Este viernes vuelve el derbi mas caliente de toda España, el derbi andaluz por autonomasia, un partido con mucha historia que se vive con una pasión especial en la capital andaluza. El Real Betis llega a este partido séptimo, empatado a puntos con el Málaga y jugándose el entrar en Europa esta temporada en un gran año para los de Pepe Mel. Por el contrario, el Sevilla se encuentra en el anonimato de la mitad de la tabla y ha tenido una temporada bastante convulsa, con cambio de entrenador incluído. Pero la realidad es que tan solo separan seis puntos a los dos equipos sevillanos, así que este derbi tiene mucha tela que cortar. Pero toca retroceder en el tiempo, a la temporada 2005/2006, un año desapercibido para todos los seguidores béticos e histórico para los aficionados sevillistas.

Temporada 2005/06. Se llegaba a la jornada 31 en la primera división de la Liga española (actual Liga BBVA), los dos íntimos enemigos que se enfrentaban este domingo se encontraban en posiciones muy diferentes. El conjunto local, entonces entrenado por Lorenzo Serra Ferrer, se encontraba en el anonimato de la posición decimo segunda, a 15 puntos de Europa, pero a tan solo 5 puntos del descenso, con lo que necesitaban una victoria ante el Sevilla para afianzarse en la categoría. El Sevilla, sin embargo, estaba comenzando a vivir la mejor época de su historia, recientemente clasificado para las semifinales de la copa de la UEFA y en la quinta posición en liga, a tan solo 2 puntos del Valencia, que ocupaba plaza de Champions League.

El Sevilla buscaba la Champions, el Betis la permanencia

A las 21:00 horas de la noche del domingo dos de Abril de 2006, los 56.500 espectadores que colmaban el Benito Villamarín, alentaban a los suyos sabiendo la importancia de este partido pese a que el Sevilla estuviera dieciocho puntos por encima en la clasificación y en uno de sus mejores momentos de su historia.Los jugadores salieron al campo con la consigna de que era el partido que marcaba la temporada.

Intensidad, pasión y un penalti en los primeros instantes. Los primeros minutos fueron un tira y afloja en busca de ver quien llevaba la manija del partido, el Sevilla se volcaba en su banda derecha, en la que estaban Navas y Alves, mientras que Serra Ferrer buscaba la sorpresa alineando a Joaquin en banda cambiada. En el minuto 16 comenzaba a decantarse la balanza por parte del lado bético, cuando el brasileño Robert le ganaba la partida al lateral izquierdo David, y cuando ya encaraba el mano a mano contra Palop, el mismo David le derribaba dentro del área.Penalti claro y amarilla para el lateral, que bien pudo ser roja ya que era último hombre. El mismo Robert se encargó de transformar el penalti. 

El gol del Real Betis al cuarto de hora de partido, hizo despertar de manera absoluta a un Sevilla que tenía muchas ganas de colocarse en puestos de Champions League. Un temible Navas, le dio la noche a Oscar Rivas, el jugador de Los Palacios participaba en todas las acciones ofensivas del equipo de Juande Ramos. En el minuto 29, se premió el mejor juego por parte de los sevillitas, con un gol de Saviola, que aprovechó un rechace de Antonio Puerta al larguero, para recogerlo y anotar el gol del empate.

Un Betis acelerado, que encontró el "gol psicológico". Tras el empate de Saviola, el Betis comenzó a atacar de manera continua pero no tenía ningún jugador que consiguiera marcar el tempo del partido. Pero sus acciones tenían mucho peligro y en un saque de banda, Robert no pudo controlar y el balón llegó a Varela, que, de primeras con la pierna izquierda, empalmó el balón de manera formidable y nada pudo hacer el meta Palop. Gol en el minuto 44 y jugadores a vestuarios, el gol psicológico hizo mucho daño al cuadro de Juande Ramos.

Un Sevilla en tromba, se tropezó con la muralla bética. La segunda parte se puede decir que fue un monólogo del conjunto sevillista, Juande decidió sacar a toda su artillería,entraron Maresca, Adriano y Luis Fabiano.  Dispusieron de las mejores ocasiones en la segunda parte, pero Serra Ferrer dio una consigna muy clara a sus jugadores: Defender el resultado, cueste lo que cueste. Y así fue, los sevillistas acabaron desquiciados por no poder marcar el gol del empate a un Contreras que estuvo sublime en los segundos 45 miniutos. Al final 2-1 para el Betis y se desató la fiesta en el Benito Villamarín.

Alegría, fiesta y un capote. Ganar un derbi sevillano son mas de tres puntos, una victoria frente al eterno rival es como ganar una copa, y mas si esa victoria hace que te quedes en primera división otro año mas de forma casi segura. Eso es lo que pasó en el Villamarín al final de los 90 minutos, jugadores béticos abrazandose y una conexión plantilla - afición que no la había habido en toda la temporada. Entonces el extremo del puerto de Santa María sacó un capote y a ritmos de oles celebraron tres puntos vitales para la permanencia. Final feliz en el Villamarín.

Finales felices, a distinto nivel. Los dos equipos sevillanos acabaron felices aquella temporada, pero a niveles muy distintos. El equipo de Serra Ferrer se salvó y pudo quedarse en la primera división otro año mas, aunque los coqueteos con el descenso cada vez eran mayores. Y el Sevilla ganó su primera UEFA en el Philips Stadion de Eindhoven tras ganar 0 - 4 al Middlesbrough. Mientras el Sevilla comenzaba a vivir su mejor época de toda su historia, el Betis continuaría a la deriva.