Nombre: Francisco Javier Aguilera Blanco.

Fecha de nacimiento: 23 de septiembre de 1971.

Lugar de nacimiento: Jerez de la Frontera (Cádiz).

Posición: delantero centro.

Temporadas:

  • 2003-2006: Segunda División.

Paco Luna comenzó su carrera en Puerto Real y San Fernando, después firmó por el Mármol Macael y a la siguiente temporada fue fichado por el Almería C. F. En este equipo, él mismo reconoció que durante la 94-95 se encontró "con un vestuario que me marcó. En los quince años que he jugado al fútbol no me he encontrado un vestuario como aquel". Después de la genial liguilla de ascenso a Segunda que disputó y después del festejo por ascender, renovó con el tajante presidente Guillermo Blanes, pero en el mercado de invierno fue traspasado al Albacete, en Primera División. A posteriori recaló en el Sporting de Gijón, también en Primera, y después de pasar por Alicante (Hércules), Escocia (Dundee), México (Monterrey, de la mano de Benito Floro) y otro club escocés (Hibernian), se incorporó a la Unión Deportiva Almería un día antes de cerrarse el plazo de fichajes de invierno, concretamente el 30 de enero de 2003. De nuevo, un gran vestuario. Aunque nacido en la quinta ciudad más poblada de Andalucía, el propio Luna señala que la sexta es su segunda casa.

Química almeriense

Luchador incansable en el césped, no se estaría en lo correcto si se dijera que este delantero no se dejó la piel por el escudo indálico. Luna era un jugador muy fuerte, un '9' nato, que ocupaba su espacio como un guerrero y que difícilmente se le robaba la pelota por superior coraje o ímpetu. Sin duda marcó auténticos golazos, pero su herramienta magna era el poderío con la cabeza, no solo para meter goles, sino también para crear situaciones peligrosas y favorables para su equipo. Integrado y querido desde el principio, Luna recuerda que hizo goles en Segunda de gran belleza, pero él dice que se queda con "aquel gol en el derbi de la primera temporada, por su valor más que por su belleza. Ver a los aficionados del Almería sufrir tanto me dolía y más ante el Poli Ejido".

El club de sus amores

En sus cuatro campañas en la UDA, marcó diecisiete goles (muchos decisivos) y repartió puro fútbol por doquier a sus compañeros, algunos de los cuales eran además grandes amigos suyos, como Francisco u Ortiz, al que el simpático atacante jerezano apodó el Caragafa, por su curiosa costumbre de probarse todas las gafas.

En su regreso de Escocia en 2003, Luna emergió de la irregularidad del conjunto de Casuco para marcar en las postrimerías de la temporada en Albacete un golazo inolvidable que valía, junto con el citado contra el Poli Ejido en la última jornada, la permanencia y su correspondiente fiesta. Este ídolo para la afición almeriense ayudó a aquellos logros que suponían las consecutivas permanencias en Segunda y la regularidad y seriedad que eso suponía para el club y la ciudad.

"El palo más duro de mi carrera"

Tras su amarga despedida del club que más le ha llenado, este valeroso almeriense de adopción declaró que "después de haberlo dado todo y más, recibo una simple llamada en verano de una persona desconocida para mí, el director técnico. Qué mínimo que te lo digan a la cara. Muchísima gente, aficionados y prensa me apoyaron para que continuara en el equipo. Fue tal la presión que el presidente (el actual Alfonso García) llegó a ofrecerme un puesto de trabajo en el club, pero tenía una idea fija y se lavó las manos como Pilatos. No le guardo rencor".

Lo que obsequió este jugador al club almeriense es ante todo emocionante. Su casta mantuvo vivos muchos partidos e hizo gritar con pasión a toda una afición, pero no pudo cumplir su deseo de subir a Primera con el Almería. Luna declaró que "el vestuario del Juan Rojas te deja marcado", pero esa marca es insignificante comparada con la que ha dejado en el alma y el escudo rojiblancos el ilustre Francisco Javier Aguilera Blanco, conocido y amado como Paquito Luna.