Leyendas rojiblancas: Galca

Este internacional rumano fue un fichaje sonado en Almería. El club rojiblanco acababa de abrir los ojos, llevaba un año en Segunda, naturalmente con jugadores no demasiado conocidos, y en el mercado de invierno de la 2003-2004 se hizo con los servicios de este futbolista experimentado en Primera División. Triunfó en el Espanyol, donde además ganó una Copa del Rey, aparte de haber jugado en el Mallorca, Villarreal y Zaragoza. Su caché se alzaba al contemplar que había jugado dos Mundiales y dos Eurocopas con la selección de su país natal.

Manos a la obra

Constantin aterrizó y se puso el mono de trabajo. El Almería atravesaba momentos desafortunados e impotentes y la calidad aportada por el internacional rumano se puso de manifiesto velozmente. En esa segunda parte de la temporada disputó todos los partidos excepto uno; un total de veinticuatro partidos, de los cuales fue sustituido solo en cinco. Una buena carta de presentación. Calidad en la medular rojiblanca.

Mudanza

La Unión Deportiva Almería se cambiaba de casa y se trasladaba al Estadio de los Juegos Mediterráneos. Indudablemente, el equipo iba a acusar la lejanía de la grada a causa de las pistas de atletismo, pero los futbolistas tenían que combinar buen fútbol para garantizar, al menos, la presencia continua en Segunda. Uno de ellos era Galca. Este centrocampista fue conocido internacionalmente por su control de la pelota, su visión como mediocentro puro, su calidad en el toque de balón y su arte en los lanzamientos de falta. El de Bucarest ya había agotado sus minutos de fútbol imperial en Barcelona y Villarreal, pero en la categoría de plata pudo dar fe del dicho "el que tuvo retuvo". Su dinámica no fue de ser siempre superior al centro del campo contrario, de hecho Galca no poseía un físico envidiable, pero fue el indiscutible líder de la parcela del '6' en la plantilla almeriense. Os doy un dato ensalzable: jugó treinta y cuatro partidos, todos titular menos en uno y fue cambiado en solamente dos de ellos. La importancia del rumano en el equipo era notable. Después de precipitarse varios cambios de entrenador, Constantin se mantuvo hasta el final de liga en su serio y contrastado rol para cooperar en la ulterior satisfacción de mantenerse en Segunda con Paco Flores.

A punto

En esta "Leyenda rojiblanca" es obligado dar datos. La razón es obvia: Constantin Galca participó en la 2005-2006 en cuarenta partidos de los cuarenta y dos que componen la liga en Segunda (además de uno de Copa), jugando los noventa minutos en absolutamente todos, excepto en uno... debido al abandono por expulsión. La regularidad hecha oro. No fue un mediocentro goleador, pero en su cuenta goleadora como rojiblanco quedan archivados cuatro tantos: dos en la 04-05 y otros dos en esta 05-06. En esta flamante temporada del rumano, hay que señalar su gol en el Ciudad de València ante el Levante, en un auténtico partidazo difícil de olvidar para la afición almeriense. Este gol tuvo lugar durante una racha que parecía desembocar en el ascenso a Primera. Pero no fue así. La UDA de Galca y Paco Flores quedó en sexto puesto, pero se solidificó una base importante para dar el salto.

El gran Constantin colgó sus botas en junio de 2006 en el vestuario mediterráneo y estableció su casa en Almería. Después de unos años, Galca comenzó en la 2009-2010 una aventura como míster en el filial del club rojiblanco. Desafortunadamente no fue todo lo bien que hubiera querido y en enero de 2010 vio truncada su corta carrera como entrenador.

Galca, un rojiblanco mítico donde los haya.