Paulo Futre representó todo aquello que un aficionado rojiblanco le pide a un jugador del Atlético: sacrificio, esfuerzo, garra... Cualidades que se sumaban a la condición de ser uno de los mejores jugadores del mundo (ganó el Balon de Plata en 1987). Además, y por si esto fuera poco, demostraba cierto odio a nivel deportivo por el Real Madrid.

Por eso, la Copa del Rey de1992, levantada al cielo desde el palco del Santiago Bernabéu por el propio Futre, después de haber batido al Real Madrid minutos antes, representa para el portugués uno de los momentos más importantes de su vida.

A pesar de que hayan pasado más de 20 años, Futre reconoce que nada de lo que ocurrió en aquel partido ha caído en el olvido: "Han pasado muchos años desde mi retirada, pero es verdad que va pasando de generación en generación y nada de la final en el Bernabéu se olvida. Ni los que estuvieron en el partido ni los que lo vivieron desde fuera".

"Tenía la foto de Buyo pegada en el cuarto de baño desde 15 días antes de la final"

La importancia de este título para un jugador que ya había celebrado una Champions League queda reflejado en las palabras del portugués: "Para mí tiene tanto significado como la Champions que gané con el Oporto. Son títulos distintos, pero a nivel de sentimiento es muy similar". Este razonamiento lo aclara de la siguiente manera: "En la final de Copa hice un gol, y sé que para los aficionados aquella victoria fue como si hubiéramos sido campeones del mundo".

Sobre las sensaciones vividas en aquel partido, Futre difícilmente sabe explicar lo que sintió cuando marcó el primer gol del partido: "Es el único momento de mi vida que he sentido algo fuera de lo normal. Se dice que un gol es como un orgasmo, y no es verdad, pero lo que sí es cierto es que con aquel gol alcance el éxtasis. Y si te fijas en mi celebración del gol, y en cómo se me hinchan las venas, te das cuenta de que me sentía como en otro planeta".

"No cambio la Copa del 92 ni por cinco Ligas"

Uno de los alicientes de aquella final era el enésimo duelo entre Buyo y Futre, que ya habían demostrado mutuamente el rechazo hacia la figura del otro: "Nunca he vuelto a sentir nada parecido como marcar en aquella final en el Bernabéu y a Paco Buyo, con la rivalidad que había entre los dos. Tenía su foto pegada en el espejo del cuarto de baño, desde 15 días antes del partido. Así, todos los días antes de acostarme y cada vez que me levantaba le veía y me motivaba". La rivalidad entre ambos queda reflejada en las palabras de Futre: "Veía la foto, y aunque tuviera sueño, pensaba: "Le voy a reventar en la final"".

Para acabar, y sobre la posibilidad de que Futre hubiera preferido ganar otros títulos con el Atlético, el portugués se muestra tajante en su respuesta: "No cambiaría ni cinco Ligas por la Copa del 92, porque aquel día no lo puedo cambiar por nada".