La temporada ché es difícil de catalogar este año. A pesar de que lo realmente significativo siempre debe ser el ámbito deportivo, sería imposible entender el trascurso del Valencia esta campaña sin atender a asuntos externos, tanto sociales como económicos, que han cernido una sombra sobre el seno valencianista, complicada de evitar. Desde luego que el despido de un entrenador, la dimisión de un presidente y el continuo vaivén sobre quién debía tomar responsabilidades por la deuda del club, no ha ayudado a que el año sea tan fructífero como se desearía en la cúpula blanquinegra.

Pellegrino empieza comandando el barco

El entonces presidente Manuel Llorente barajaba dos fuertes opciones para el banquillo blanquinegro desde que anunciara el cese de Unai Emery tras cuatro temporadas llevando las riendas del vestuario. Precisamente, dos ex jugadores valencianistas eran las alternativas. Es más, dos asiduos de la zaga blanquinegra como eran Djukic y Pellegrino. El serbio ya tenía experiencia en la Liga BBVA y era probablemente la opción más obvia y conservadora. Sin embargo, Llorente se decidió por la innovación. Le otorgó el cargo a Mauricio Pellegrino que contaba con experiencia como entrenador en Argentina y había sido segundo de Rafa Benítez en su época gloriosa como ‘red’. El argentino aceptaba el reto de al menos continuar con la línea que había dejado el técnico vasco.

Liga BBVA

El ‘Flaco’ no empezó con mal pie la competición doméstica. Un empate en el Bernabéu con claras opciones de victoria y una derrota por la mínima en el Camp Nou donde mereció bastante más dejaban buenas sensaciones, a pesar del empate cosechado en casa ante el Deportivo tras ir ganando 3-1. No obstante, ahí se acabaron las buenas noticias para el preparador argentino. Una serie de malos resultados fuera de casa donde sumó tan sólo un punto de 15 posibles juntos con el mal juego desplegado en casa a pesar de las victorias, ponían a Pellegrino en la cuerda floja a las primeras de cambio. Y es que el técnico no conseguía implantar su juego y el equipo vagaba a la deriva sin un sistema claro. El juego desplegado por el conjunto valencianista dejaba un pobre imagen tanto fuera como en casa y la afición comenzaba a cuestionar las cualidades del míster.

Una victoria en Mestalla frente al Espanyol tras un polémico penalti que transformó Soldado unido a la humillante derrota que sufrieron los blanquinegros en campo del Málaga (4-0), dejaron a Pellegrino entre la espada y la pared. La afición no estaba contenta, no sólo con el entrenador, sino también con la presidencia. Llorente empezaba a ser pitado en los partidos de casa y al ‘Flaco’ tan sólo le quedaba una bala para revertir la situación. El rival era la Real Sociedad que llegaba lanzada tras haber estado su técnico también al borde de la destitución. El escenario era un Mestalla caldeado por la situación de su equipo a estas alturas de Liga. El partido no pudo empezar mejor para los locales. Un gol de Soldado a los dos minutos adelantaba a los hombres de Pellegrino y ponía un poco de paz entre los aficionados. Sin embargo, los de Montanier le darían la vuelta al marcador, llegando incluso a humillar al conjunto de la capital del Turia. Una manita que se clavaba como una daga en la afición que clamaba contra su presidente y su entrenador. Esa misma noche se anunció que Mauricio Pellegrino era destituido de su cargo a las primeras de cambio. El argentino se mostraba disconforme con la decisión y la atribuía a un impulso más que a una acción deliberada por parte de Manuel Llorente. Fuese lo que fuese, el ‘Flaco’ dejaba al club en la doceava posición a 11 puntos de la tercera plaza con tan sólo 14 jornadas disputadas. La segunda etapa del argentino en la entidad ché llegaba a su fin y su predecesor estaba aún por determinar.

Partidos 14
Victorias 5
Empates 3
Derrotas 6
Goles a favor 16
Goles en contra 18
Posesión media 50.1%
Media de goles a favor por partido 1.2
Media de goles en contra por partido 1.8

Liga de Campeones

La competición internacional no dejó tan mal parado al ex del Liverpool. A pesar de comenzar con derrota en el Allianz Arena ante el que a la postre, sería el campeón de Europa, Bayern de Munich, tres victorias consecutivas frente a Lille y BATE (por dos veces) colocaban a los de Pellegrino en segunda posición empatados a puntos con los alemanes. Los de Heynckes visitaban Mestalla en un duelo por la primera plaza. Los goles de Feghouli primero y Müller después, sellaban un empate que beneficiaba a los germanos debido al golaveraje.

El encuentro frente a los teutones sería el último que dirigiría el técnico argentino ya que fue destituido previamente al último encuentro en Francia. Voro fue el encargado de tomar las riendas del banquillo para aquel encuentro en el que los ché se impusieron por 0-1 con gol de Jonas con lo que certificaban su pase a octavos pero como segundos de grupo. A pesar de haber empatado a puntos con los bávaros.

Copa del Rey

La competición de su majestad tampoco dejó demasiado buen sabor de boca en el entrenador ex de Estudiantes. No por los resultados, sino por el poco tiempo que Pellegrino disfrutó de ella como míster. El Valencia tan sólo disputo una eliminatoria bajo su mandato. El rival fue un 2ºB como el Llagostera. Una victoria 0-2 en la ida junto con un 3-1 en el feudo valencianista, dejaban al equipo en la siguiente ronda donde el rival sería Osasuna.

Y llegó Valverde

Varios fueron los nombres que sonaron para sustituir a Mauricio Pellegrino. Luis Aragonés y el propio Miroslav Djukic estaban en la órbita del club de Mestalla. Sin embargo, el elegido fue Ernesto Valverde. El extremeño entrenaba por aquel entonces al Olimpiacos y tenía ya buena parte de la liga griega en el bolsillo. A pesar de ello, el ‘Txingurri’ no lo dudó ni un instante y no se achicó ante la idea de tomar las riendas de un club a la deriva, inmerso en un caos social reseñable y con una afición clamando contra la presidencia. Valverde era un viejo conocido de la Liga española ya que había pasado tanto por el Athletic como por el Espanyol con el que alcanzó incluso la final de la UEFA. No obstante, la experiencia del extremeño en tierras cercanas a Valencia, concretamente en Villarreal, no había sido del todo fructífera.

Liga BBVA

El nuevo técnico blanquinegro se estrenaba con un doble enfrentamiento frente a Osasuna (Liga y Copa) en el Reyno de Navarra. Dos victorias por 0-1 y 0-2 daban crédito a Valverde y levantaba el ánimo de un conjunto hundido. Sin embargo, en su primer partido en Mestalla, todo fue un desastre. El ‘Txingurri’ experimentaba de primera mano la tensión que se vivía en el seno valencianista y la derrota por 0-1 frente al Rayo ponía de manifiesto que el club del Turia no atravesaba un buen momento.

No obstante, Valverde comenzó a imponer su estilo y el Valencia empezaba a dar una imagen muy distinta a la de la primera parte de la temporada. Seis victorias, un empate y una derrota en los siguientes ocho partidos dejaban al equipo quinto a tan sólo dos puntos de la cuarta plaza. Algo realmente impensable cuando el extremeño tomó las riendas del vestuario. Pero no todo iba a ser un paseo de rosas para los de Mestalla. Una racha de tres partidos sin conocer la victoria devolvía a los blanquinegros a la realidad y los problemas sociales comenzaban a surgir en masa. El aspecto deportivo parecía secundario y nadie sabía a ciencia cierta que iba a pasar con un club casi centenario. Los rumores de desaparición o de venta al mejor postor eran asiduos en la ciudad del Turia.

Afortunadamente, Valverde logró mantener al equipo aislado de todos esos asuntos extradeportivos y consiguió enlazar otra racha de cinco partidos invicto donde sumó tres victorias y dos empates. Sin embargo, en la jornada 30 llegaba el momento de la verdad. El Valencia se enfrentaba a la Real en Anoeta en un duelo directo por la cuarta plaza ya que apenas dos puntos separaban a sendos conjuntos. Aunque el club de Mestalla se adelantó en el marcador, los hombres de Montanier le dieron la vuelta al resultado y se llevaron la victoria por 4-2, dejando a los de Valverde a 5 puntos de distancia con tan sólo 15 por disputarse.

Poca gente creía en la remontada y los que lo hacían eran conocedores de que sería necesario hacer un ‘pleno’ para lograr el objetivo. Y así es como el Valencia se puso manos a la obra. 10 goles a favor y ninguno en contra dieron como resultado cuatro victorias consecutivas que junto con los empates de los donostiarras frente a Granada y Real Madrid ponían a los ché cuartos con dos puntos de ventaja y con tan sólo tres por disputarse. Todo parecía hecho y los blanquinegros eran los favoritos para estar en la máxima competición continental la campaña próxima. Sin embargo, un arbitraje polémico en Sevilla unido a la victoria realista en Riazor, devolvían a la tierra a los de Mestalla que finalmente tenían que conformarse con ser quintos y jugar la Europa League.

Valverde había comunicado antes del encuentro en el Pizjuan que no estaría en el banquillo valencianista la próxima temporada. Sus motivos no eran otros que la inestabilidad social en la que el club estaba inmersa. Así pues, Ernesto Valverde ponía punto y final a su breve pero intensa etapa como entrenador del Valencia, con el sabor amargo de no haber alcanzado el sueño de la Champions.

Partidos 24
Victorias 18
Empates 8
Derrotas 11
Goles a favor 66
Goles en contra 54
Posesión media 53.4%
Media de goles a favor por partido 1.8
Media de goles en contra por partido 1.4

Liga de Campeones

De efímera se puede catalogar la etapa del técnico extremeño en la máxima competición internacional ya que tan sólo dirigió al club en una eliminatoria. Esta fue la de octavos de final donde el conjunto de Mestalla había sido emparejado ante el PSG. A pesar de las diferencias económicas, la igualdad futbolística era notable. Sin embargo, un planteamiento atrevido en el partido de ida en Mestalla dejó a los blanquinegros con medio pie fuera de los cuartos. Los franceses se impusieron por 1-2 y la vuelta se antojaba, cuanto menos, como una ardua tarea.

Aunque todas las apuestas iban en contra de los hombres de Valverde. Un gol de Jonas en París dejaba al Valencia a apenas un gol de voltear el marcador. Sin embargo, Lavezzi despertó a la afición ché del sueño de la remontada y puso las tablas en el luminoso. Los de la capital del Turia no pudieron ir más allá y su andadura por la Champions se acabó en la capital francesa.

Copa del Rey

En la competición del KO, Valverde pudo disfrutar un poco más que en la competición internacional. Dos victorias por 0-2 y 2-1 frente a Osasuna le daban el pase a cuartos de final donde se encontraría con el Real Madrid. Quizás demasiado pronto para un rival tan duro pero es que el Valencia estaba situado en el cuadro más complicado del torneo. No obstante, Valverde volvió a dar muestras de su estilo de juego alegre y atrevido y tuvo ocasiones para llevarse la victoria en el Bernabéu en el partido de ida. Sin embargo, la fuerte pegada merengue dejó el marcador en 2-0 con todo en el aire para la vuelta. Pero un gol tempranero de Higuaín en el feudo ché acabó con las opciones de remontada local. A pesar del gol blanquinegro y la expulsión de Coentrao, los hombres de Mourinho supieron mantener la endereza y firmaron un empate que les situaba en semifinales y apeaban a los valencianista del torneo de su majestad.

Sin lugar a dudas, ningún aficionado del Valencia hubiera firmado el quinto puesto final a principios de temporada. Y mucho menos, perdiendo la anhelada cuarta plaza en la última jornada. Sin embargo, seguramente muchos hubieran firmado esa segunda mitad de campaña cuando Mauricio Pellegrino fue destituido. Y más aún si tenemos en cuenta los numerosos problemas sociales en los que se ha visto envuelto el conjunto de Mestalla. Valverde no sólo consiguió cambiar el estilo de juego e imponer una identidad en el club blanquinegro, sino que además logró devolver la ilusión a una afición que se volcó con su equipo dejando de lado todos los asuntos extradeportivos.

Seguramente la mayoría de la afición lamenta la marcha del extremeño ya que incluso se llegaron a escuchar canticos de “Valverde quédate” en varios partidos. No obstante, la vuelta de un histórico del club como es Miroslav Djukic, en esta ocasión como entrenador, parece haber disuadido ese sabor agridulce que dejó la marcha del ‘Txingurri’. Por el momento, el serbio se ha ganado crédito durante sus temporadas en el Valladolid donde ha demostrado su estilo de dominar la pelota y crear juego desde la zaga. Algo realmente parecido a lo que impuso Valverde en su etapa como ché. Sea como sea, el club ha demostrado que incluso en las situaciones más complicadas, la unión por un objetivo común puede prevalecer sobre la adversidad y a pesar de todo, el Valencia volverá a estar la campaña próxima en Europa.

Resumen de la temporada por líneas

Porteros: El eterno debate ha tenido dos vencedores, como dos miembros son los que lo forman. Diego Alves ha logrado imponerse a su compañero en cuanto a la regularidad y estabilidad, al consagrarse como el portero titular en Liga durante más encuentros. Por su parte, Guaita ha sido el elegido para ocupar la meta en los choques determinantes, durante las eliminatorias ante Real Madrid en Copa y PSG en Champions, al igual que en el tramo final de temporada. Pellegrino apostó por el brasileño, al igual que Valverde a su llegada, pero este, en los últimos meses de competición, abogó por realizar una rotación de dos partidos para cada guardameta.

Defensas: No ha sido una buena temporada para el Valencia CF, y es que en el apartado defensivo no han destacado. Han culminado la temporada como el décimo equipo más goleado. Pese a haber acabado quintos en la clasificación, el conjunto valencianista no ha demostrado su poderío defensivo, y muchos puntos los han logrado gracias a las goleadas que también han conseguido. En definitiva, la defensa ha podido ser uno de los motivos, por el que el conjunto che no ha conseguido clasificarse para disputar la próxima temporada la Champions League.

Mediocampistas: Llega el momento de hacer un balance de lo que ha significado esta temporada para el conjunto ché. Este artículo se centra en los centrocampistas del Valencia: David Albelda, Éver Banega, Dani Parejo, Tino Costa, Andrés Guardado, Sergio Canales, Sofiane Feghouli y Juan Bernat. A nivel individual, los jugadores que más han aportado han sido Éver Banega, Dani Parejo y David Albelda. Por su parte, Feghouli y Tino Costa fueron más protagonistas al principio de la campaña que al final. Andrés Guardado ha ido de menos a más, y los jóvenes Sergio Canales y Juan Bernat han sido los que menos han participado. El primero debido a sus lesiones musculares y el segundo por el peso de ser canterano ha obtenido escasas oportunidades.

Delanteros: Paco Alcácer marchaba hacia Getafe para una cesión que hiciera de la promesa de la cantera un futbolista curtido en Primera. El resultado de estas operaciones dejaba a Roberto Soldado como único nueve puro de la plantilla, pues Jonas había acompañado al ariete como media punta. Tras sondear varias posibilidades, como la del francés Kevin Gameiro, la dirección deportiva del Valencia acordó con el Rubin Kazan la cesión de Nelson Haedo Valdez. Con el guaraní se cerraba el círculo de la parte ofensiva del nuevo proyecto valencianista. Una delantera corta para algunos, escasa de nivel para otros y suficiente para el resto.

Resumen del entorno social

El Valencia CF inicia una nueva etapa, con aires renovados. La sensación, tras la celebración de la Junta de Accionistas del pasado martes, es que ha renacido la semilla de la esperanza. Con Amadeo Salvo como presidente, y con Miroslav Djukic en el banquillo, el valencianismo inicia un nuevo camino, con aromas recargados del pasado, pero con la intención de caminar unidos hacia el destino fijado, que no es otro que el saneamiento del club y el éxito deportivo.

Para lograr entender los acontecimientos acaecidos en los últimos diez meses es necesario remontarse al año 2009... (Seguir leyendo)

Fotos: 1. lavanguardia.com 2. marca.com 3. rtve.es 4. zenfs.com 5. lavanguardia.com 6. vavel.com

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