Ajetreado día en las oficinas de Valdebebas. Si en el primer equipo,el desembarco de Gareth Bale, y las salidas de AdánKaká y Özil copaban la actualidad, la actividad en el primer filial blanco era frenética. Oficializando temprano la llegada de Antonio Rozzi al club merengue, la tarde depararía nuevas noticias en lo referente a la composición de la plantilla. La petición de Toril a Ramon Martínez era la de completar la zaga con un defensa polivalente. Intentaron contratar un defensor que se desenvolviera en el centro de la retaguardia, pero que pudiera asomarse, si fuera necesario, al lateral.

Y en éste perfil entra casi de forma exacta la última contratación del Castilla. Leandro Cabrera se convertía en nuevo jugador del cuadro merengue al filo del cierre. Mediante un comunicado oficial, el Madrid hacía público el fichaje del uruguayo desde el mercado libre. Cabrera no está exento de experiencia en España, puesto que en el pasado, defendió los colores de Atlético de Madrid y Hércules, aunque en ninguno de los dos sitios tuvo la continuidad necesaria.

Así, intentará que sea en Valdebebas dónde su carrera se relance, después de que en 2009 fuera considerado una de las grandes promesas del panorama sudamericano, lo que atrajo la mirada de varios equipos europeos, de los que salió victorioso el propio club colchonero, pero que no terminó de apreciar la evolución del jugador, y decidió no renovar su contrato. Cabrera se convierte en el segundo jugador con pasado atlético en firmar por el Real Madrid Castilla durante éste mercado estival, y comparte posición con el que fuera su compañero también en la entidad del Manzanares, Jorge Pulido.

Pero la del charrúa no fue la única operación que llevó a cabo el Castilla en las últimas horas de mercado. David Mateos, que había quedado a caballo entre el primer equip, dónde no tenía hueco, y el filial blanco, dónde por edad parecía inviable que continuase jugando, formalizó su salida definitiva de club blanco. Después de estar cedido en el AEK griego, y el Zaragoza, el madrileño da por finalizada su etapa como jugador merengue enrolándose en las filas del Ferencvaros húngaro.

Fue el propio club magiar el que oficializó la llegada del central madridista para las tres próximas campañas. Así, tras casi una vida visitendo los colores madridistas, Mateos se vestirá con los colores de un histórico del fútbol europeo en horas bajas, que vivió su época dorada entre 1960 y 1980. La primera y última vez que visitó el Santiago Bernabéu, en 1995, salió derrotado por un contundente 6-1, lo que les facilitó llegar a los 19 goles encajados en una fase de grupos, que aún a día de hoy, sigue siendo el récord negativo histórico en dicho momento de la Champions League. Dicho encuentro sirvió también para que Raúl se estrenara como goleador en Europa, merced al hat-trick que le endosó el cuadro húngaro.