Las Palmas se presentaba al partido con un once titular donde sólo Vicente Gómez no había disputado ningún minuto en primera división. Apoño, Masoud y Aranda repetían en una alineación que buscaba continuar la senda trazada el pasado miércoles con la victoria en Copa ante el Sabadell. Por su parte, el Jaén apenas presentó novedades en el equipo que batió al Girona la pasada semana.

El partido fue aburrido, dominaban los amarillos pero sin profundidad. El Jaén esperaba agazapado atrás, esperando algún contraataque para Víctor Curto, su hombre más destacado en la tarde. Fue precisamente Curto quien desperezó a los aficionados, cuando a los 10 minutos envió un disparo al poste cuando ya Barbosa había sido superado.

El cuadro de Lobera encontró en su lateral zurdo Xabi Castillo a su jugador más peligroso, inclinándose continuamente hacia esa banda para atacar, aprovechando el estado de confianza en que se encontraba el defensor vasco. Sin embargo, seguían los amarillos sin encontrar a Aranda ni conectar con claridad con Valerón.

Pero a la media hora Las Palmas despertó de la siesta, empezó a jugar un partido diferente y comenzó el asedio a Toni García. Primero avisó Nauzet en una falta desde la frontal que salió algo desviada, posteriormente fue el iraní Masoud quien no pudo precisar un remate de cabeza que no entró por muy poco. No obstante, el iraní fue perseverante y a la jugada siguiente, aprovechó un gran servicio de Aranda desde la derecha para, esta vez sí, batir al meta visitante.

Las Palmas buscó el segundo

El conjunto amarillo se desperezó y asedió durante los minutos posteriores buscando el segundo gol. A punto estuvo de encontrarlo Xabi Castillo, quien se animó también con una falta directa que sacó Toni García cuando se colaba por la escuadra. Antes del descanso, también tuvo tiempo el Jaén de dar el susto a la parroquia local. Víctor Curto con una gran galopada se plantó ante Barbosa pero no pudo superar al meta argentino, más rápido al final.

Tras el descanso, se volvió el partido volvió a entrar en un sueño más profundo aún que el de la primera mitad. Muchos minutos de imprecisiones y predominio de los centrocampistas hasta que el Jaén se empezó a creer que podía sacar algo positivo de Gran Canaria. Sería otra vez Víctor Curto el que lo intentaría, primero en una volea rematada en semifallo que se marchó por encima del larguero y posteriormente, a falta de diez minutos, en una jugada individual donde dejó atrás a dos defensores amarillos pero no acertó a enviar el balón entre los tres palos de Barbosa.

Al final, el Jaén no supo aprovechar los nervios que se habían instalado en el equipo de Lobera, que contaba los minutos para que se acabara el encuentro y se sacudía las internadas andaluzas como podía. Victoria que sirve a los amarillos para ganar en confianza y afrontar la próxima jornada sin la ansiedad que da la falta de victorias.