Si en La Fábrica del Real Madrid hubiera clases magistrales de jugadores veteranos de la cantera a los más pequeños, hay un jugador que sería el mejor indicado para poder efectuarlas. No en vano, acumula 11 años vistiendo la camiseta del Real Madrid en todos los equipos, sin perderse ninguno y siempre ofreciendo sacrificio, entrega y liderazgo. Porque Diego Llorente siempre partía como uno de los jugadores con menos posibilidades de las plantillas en las que militaba, pero siempre terminaba las temporadas siendo el jugador con más minutos. No es curiosidad que haya sido capitán de casi todos los equipos en los que ha militado.

Sus inicios en el fútbol son en el Pérez Galdós. Allí milita una temporada para pasar a la disciplina del Trabenco F. C. No repitió curso porque el Real Madrid se fijó en un defensa espigado, que nunca daba un balón por perdido y que era todo entrega en los partidos. Y de esta forma, Diego Llorente entró en la disciplina del Benjamín A madridista. Era el año 2002.

Poco a poco y con mucho esfuerzo, Diego fue subiendo escalones en La Fábrica. Mucha culpa de la gran polivalencia que posee en la actualidad es de Luis Miguel Ramis, actual técnico del Juvenil A. Ante las bajas del equipo, por entonces el Juvenil C, Ramis situó a Llorente como lateral izquierdo. No era su posición, es diestro, pero Llorente respondió a la perfección y fue un fijo en las alineaciones hasta el final de la temporada.

El Real Madrid C le cambia la vida

Su salto al exigente Real Madrid C encuadrado en Segunda División B fue otro momento destacado de su carrera deportiva. De nuevo las bajas y aprovechar la oportunidad, sirvió a Llorente para dar un gran salto de calidad, pasando de ocupar la posición de lateral a la de central izquierdo. De esta manera, la experiencia de haber jugado como lateral izquierdo le sirvieron para realizar una gran temporada con el segundo filial.

Todos los técnicos afirman que el crecimiento como jugador de Diego Llorente esa temporada fue bestial. Tanto, que José Mourinho le hizo un fijo en las convocatorias, llegando a ser suplente en varios partidos, hasta que el 1 de junio pasado, llegó su gran día. Llorente debutaba con el Real Madrid, con victoria ante Osasuna (4-2), en el estadio Santiago Bernabéu. El gran sueño, por el que había luchado y trabajado, se hacía realidad, demostrando que el trabajo, el sacrificio, aprender a ser polivalente y aprovechar las oportunidades que el destino te presenta, tienen recompensa. Pero no quedó en ello el premio, porque Diego fue convocado para disputar el Mundial sub-20 de Turquía, debutando con la selección española.