Los colores verdiblancos son muy conocidos en este país también. En Escocia, el Celtic de Glagow es uno de los clubs más famosos del país. Pero José María Conde optó por otro club, el Betis. Este bético de 39 años nos habla de su pasión por el Betis, de la visión de los escoceses, con anécdotas divertidas.

PREGUNTA - ¿Puede presentarse a la afición bética?

RESPUESTA - Soy sevillano, soy traductor, intérprete y profesor universitario en Edimburgo. Soy del Betis desde los siete años. Vivía en Madrid y me mudé a Sevilla y me hice del Betis. Mi abuelo me decía que el sevillano de toda la vida era sevillista y que el sevillano que venía de fuera se hacía bético. Bueno, hay que decir que mi abuelo era directivo del Sevilla (risas). Me gusto siempre el tema del Betis, me parecía que era algo diferente, y poco a poco me enganché y se convirtió en una enfermedad absurda que hace que los  domingos, te acuestes con mala leche o muy feliz, en función de lo que hacen unos ricos caprichosos.

P - ¿Qué significa ser bético para usted?

R - Son muchas cosas. Ser bético a mí me da mucho. Me da a conocer y a tener valores comunes con personas con las que no tenemos nada en común. El Betis es el equipo del pueblo históricamente, tiene valores humildes y eso es muy importante para mí.  Esos valores son las que intento enseñar a la gente. Lo del Manquepierda es muy importante. Da igual si el Betis pierde, seguimos siendo béticos y apoyaremos a nuestro club. Cuando el club gana es impresionante, te pone los pelos de punta.

P – Hablando de valores, parece que el Betis tiene los mismos que el Celtic de Glasgow…

R - El Betis, históricamente, toma los colores verdiblancos del Celtic de Glasgow. La única cosa que cambia es que las barras son verticales. Sí, hay cariño y a veces en las gradas ves a algunas camisetas del Betis. Igual que en el Villamarín, hay camisetas del Celtic. Tenemos vínculos afectivos, hay una ideología similar, pero no tenemos relaciones. Me gustaría que un día haya un acto de fraternización entre las peñas béticas y célticas.

P - ¿Cómo reaccionan los escoceses cuando usted dice que es del Betis?

R - Hay de todo. Por ejemplo, los aficionados del Celtic conocen el club, bajo la forma de Real Betis. También aquí el futbol es muy muy importante. La gente se vuelca en el deporte y en los bares ponen todos los partidos. La gente se va en los bares como local social de reunión. Todo el mundo que se interesa al deporte suele conocer la liga española, y conoce el Betis generalmente. También hay gente que te habla de algunos jugadores como Finidi, Denilson, Alfonso, Joaquín… Pero claro que el Barça y el Madrid son los dos equipos que más le interesan a la gente.

P - ¿Cómo vino la idea de fundar la peña bética escocesa?

R - Llevo cuatro años aquí en Escocia. Soy el presidente de la peña, pero la idea es de dos, con Juan Morata, que es secretario de la peña. Nos conocimos casualmente aquí en Edinburgo y empezamos a hacernos amigos. Y una noche, delante una pinta, me habló de fundar una peña del Betis. Al principio rechacé la idea, pero insistió, insistió y le dije que sí. Entonces, nos metimos en esta aventura. Al final, después de mucho papeleo, en diciembre de 2011, hicimos la inauguración de la peña. El Betis estaba en Segunda y era muy difícil ver los partidos. Ahora, es mucho más fácil, siempre pasa por la tele y miramos los partidos en el bar de la peña, que es nuestra sede. A veces somos tres o cuatro, otras somos treinta, depende del partido. Y la peña en realidad se llama “No busques más que no hay”, en referencia a la canción que le dedica el sevillista Silvio al Betis.

P - ¿Es difícil seguir al Betis desde Escocia?

R - En absoluto no. He vivido en varios sitios en mi vida y por ejemplo, hace veinte años, en Estados Unidos, era imposible seguir al Betis. Las comunicaciones telefónicas eran mucho más caras que hoy, los periódicos no hablaban de la liga española. Era complicadísimo. Charlaba con mis padres una vez cada dos semanas. Ahora con Internet, la televisión, el móvil es mucho más fácil seguir al club. Hoy a tiempo real, puedo seguir los entrenamientos del Betis, los partidos, las ruedas de prensa, los partidos del filial… Es muy fácil.

P - ¿Sufre más al ver los partidos en Sevilla o desde Edimburgo?

Yo creo, también porque soy mayor, que sufría mucho más en Sevilla, porque con esto de la rivalidad entre Betis y Sevilla, cuando no van bien las cosas, tienes al peluquero, al carnicero, al panadero que son sevillistas y sobre todo saben que tú eres bético. Aquí en Escocia, no hay, o muy pocos, sevillistas. Entonces es menos complicado después de un derbi que no te sale bien.

P - ¿Usted ve a menudo partidos del Betis en el estadio?

R - Cada vez que podemos, vamos a Sevilla e intento ver algunos partidos, por ejemplo antes del parón navideño, me voy al Villamarín. El último partido que vi fue el Betis-Celta, la temporada pasada, en agosto. Pero este verano, el Betis hizo una gira en Inglaterra para la pretemporada. Fuimos a Wolverhampton a verlo y había muchos béticos de diferentes peñas. Y ahora estamos pensando hacer un viaje para la Europa League si el Betis se clasifica y nos toca un equipo británico, como el Tottenham o el Swansea.

P - ¿Cuál es su mejor y peor recuerdo siendo bético?

El mejor, sin duda, es la final de Copa contra el Osasuna. Estaba en el campo y fue una sensación maravillosa, pero la del día después, porque el partido lo pasé muy mal. Sufrí muchísimo porque además estaba con la gente del Osasuna, entonces yo no podía ni gritar. Marcó el Betis, yo callado. Marcó el Osasuna, yo callado. Pero cuando marcó Dani en la segunda parte de la prórroga, no podía aguantar, salté y vi que había muchos béticos en esta zona. Y al final del partido no sentía felicidad pero alivio. Uno de los peores fue la derrota 5-1 en el derbi frente al Sevilla este año. Fue un baño muy duro.

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