El habitual y característico 4-2-3-1 de la selección española sub-17 podría llegar a su fin en la próxima edición continental. El preparador Jorge Vilda ha estado ensayando durante la última semana de concentración un novedoso 4-3-3, dando valor al juego interior con la incorporación de una jugadora más en la demarcación de mediocentro y prescindiendo de la futbolista de enganche con la máxima referencia ofensiva.

Durante el pasado Europeo de la categoría, en el que España consiguiese la medalla de bronce tras una dolorosa eliminación en semifinales por culpa de la tanda de penaltis, el 4-2-3-1 fue el sistema casi insustituible. La presencia de Mariona Caldentey, una de las jugadoras con mayor futuro del país, hacía casi imprescindible su aportación al juego del equipo desde la posición de mediapunta. Perfectamente respaldada por la verticalidad y desborde de Mireya (caída a la derecha) y Andrea Sánchez en las bandas y la movilidad y acierto goleador de Nahikari en punta de ataque, la línea más adelantada de las nuestras era una delicia para el aficionado al fútbol ofensivo. Solo el punto fatídico impidió a España un título que por juego hubiesen merecido.

En la pasada Ronda Élite, donde la selección consiguiese la clasificación para el máximo torneo continental con pleno de victorias y grandes sensaciones, el esquema utilizado continuó siendo el característico 4-2-3-1. Pese a la ausencia de una Mariona Caldentey ya con la sub-19, también dirigida por Jorge Vilda tras la salida de su padre, el seleccionador decidió dar continuidad al esquema preferencial. La única novedad, en cuanto a nombres, resultó el regreso de Mireya García a la posición de mediapunta para cubrir el lugar de la citada Mariona como principal cerebro del último pase. La posición de interior derecho era ocupada por primera vez por jugadoras características de esa posición: Laura Domínguez en dos ocasiones y la granadina Laura Pérez en otra.

El fabuloso doble pivote Patri Guijarro-Pilar Garrote, Andrea Sánchez en banda izquierda y Nahikari en punta de ataque seguían siendo inamovibles en los onces, aunque esta última cediese su lugar en el once a Carmen Menayo en el primer encuentro.

Vilda ha insistido esta semana en la recuperación, el cierre de espacios y la definición rápida

Pero ahora Vilda ha decidido cambiar un estilo que parecía ya integrado en las futbolistas nacionales. La grave lesión de rodilla de Laura Pérez, quizá posible titular por el protagonismo creciente que iba adquiriendo en Primera División con el Granada, podría haber sido una de las causas del cambio de sistema. Otra posible razón, mucho más táctica, de este cambio de sistema pudiera ser la idea de otorgar al equipo de una capacidad de recuperación más rauda, y una salida rápida en ataque aprovechando la velocidad y espacios de las Andrea, Mireya o Nahikari ante selecciones muy bien posicionadas, con talento en ambas áreas y que conceden muy pocos huecos.

Lo cierto es que durante esta semana el sistema más ensayado ha sido el 4-3-3, con Patri Guijarro como pivote defensivo y Pilar Garrote y Aitana Bonmatí o Maite Oroz jugando por delante para otorgar más posesión, capacidad de creación y, sobre todo, una mayor visión de juego. Vilda ha insistido en la recuperación, en el cierre de espacios fundamentado en la presión y solidez defensiva de todo el equipo y en la definición rápida, por lo que quizá este sistema sea el más apropiado en el próximo Europeo teniendo en cuenta las características de los rivales y lo que busca el seleccionador.

En el último amistoso preparatorio ante el Torrelodones, la selección sacó a relucir ese nuevo sistema y tanto el resultado como las sensaciones fueron inmejorables: 12-0 y creando multitud de ocasiones de peligro. Aitana Bonmatí fue la acompañante de Pilar Garrote en la creación, con Mireya caída a banda y formando un peligroso y veloz tridente con Andrea Sánchez y Nahikari. Esa fue la última prueba previa al Europeo que comenzará el martes. Será ahí cuando veremos por qué apuesta y con qué nos sorprende Vilda, un seleccionador joven, con proyección y con todo el crédito del mundo tras las cuatro medallas continentales conseguidas con la sub-17 desde 2009.