Todos en el Villamarín se recuerdan de Achille Emana. El antiguo dorsal numero 20 del Betis ha alegrado a muchos verdiblancos durante tres temporadas (de 2008 a 2011). A pesar de bajar a Segunda, el camerunés se quedó en Heliópolis para ayudar al equipo a estar en el sitio que merecía. Fue elegido mejor jugador de la categoría en 2011 antes de irse al Al-Hilal. Emana culpa a la directiva del Betis de esta decisión. "La directiva del Betis me ha decepcionado. Cuando recibí ofertas de Turquía, me dijeron que contaban conmigo para ayudar al equipo a volver a Primera. Me quedé, pero al final de la temporada, me di cuenta que no contaban más conmigo”, dijo el camerunés a Sofoot.com.

"Tenía el salario más elevado de la plantilla y querían venderme a buen precio. Este dinero serviría a fichar a muchos jugadores. Era solamente una moneda de cambio”, añadió Emana, quien marcó 34 goles en 91 partidos con el Betis. Su salida fue pactada con la directiva, y solo faltaba que el camerunés encontrase un equipo. "Había otros clubs españoles interesados en ficharme, pero con mi salario, solamente el Barça, el Madrid o el Atlético podían ficharme”, explicó.

Emana se fue del Betis en 2011 para jugar dos años en el Al-Hilal, Un club del que tampoco guarda muy buenos recuerdos. En los Emiratos Árabes Unidos, declara que se sentía "inactivo". "El nivel es débil. A veces, te quedas dos semanas sin jugar. Es difícil no bajar los brazos. He perdido tiempo aquí. En Dubái, a veces juegas delante de mil personas, a veces de cincuenta y además, no saben apenas de fútbol", añadió.

Ahora Emana juega en el Cruz Azul de México, y tiene como uno de sus objetivos jugar el Mundial de Brasil. "Si me necesitan, será un honor defender a mi país, pero no me voy a callar sobre la situación de la selección", concluyó.