Cuando el próximo miércoles el balón ruede en el estadio del CD Tenerife en el partido que le enfrentará a la UD Las Palmas, volverá a hacerse historia en el fútbol canario. Desde VAVEL, analizamos en profundidad la pizarra de Sergio Lobera en el partido con mayores similitudes respecto a lo que se podrá encontrar el equipo de Álvaro Cervera, por condiciones y planteamiento, el choque que enfrentó al club amarillo y al filial del FC Barcelona. Jugando fuera de casa, y contra un equipo que prefiere tener el control del balón, Lobera planteó un sistema que, previsiblemente, repetirá el próximo miércoles, con la salvedad de los jugadores que no podrá alinear por diferentes motivos.

Planteamiento inicial

Con un rival que quiere tener la posesión del esférico, el conjunto amarillo se planta en su campo a esperar su oportunidad. Su primera línea de presión la ejercen dos jugadores, Chrisantus y Valerón, pocos metros por delante del centro del campo, sin correr detrás del balón y manteniendo una defensa posicional. Tras de sí, el equipo espera bien arropado. Con una defensa muy adelantada y los centrocampistas esperando cerca del círculo central, internarse en su campo con el balón es muy complicado. En cuanto el rival atraviesa el medio, la presión se vuelve asfixiante, forzando errores en los pases y haciendo casi imposible las posesiones largas por el centro.

Bien colocado atrás, el equipo de Lobera mantiene la presión hasta que fuerza una pérdida o un pase en largo. Una vez recuperado el balón, salen al contrataque con tres jugadores, Chrisantus, Tana y Nauzet, a los que normalmente se une al menos un mediocentro. Su ataque se basa en forzar el error y buscar la contra, renunciando en gran medida a la posesión del balón.

Cambio de planteamiento tras encajar el gol

En el partido analizado, el filial azulgrana fue el primero en anotar un gol. Esto provocó cambios en el planteamiento de Las Palmas, circunstancia que estudiamos a fondo para encontrar las diferencias.

Tras encajar un gol, el plan de dejar el balón al contrario y esperar en su campo no le vale al equipo canarión. Por ello, Sergio Lobera da instrucciones rápidamente que transforman al conjunto en una máquina del acoso y derribo. Cambian la presión zonal esperando en tres cuartos de campo por una presión total al balón, desde la misma frontal del área del rival. Comienzan a dejar más espacios entre líneas, fruto del intento de alargar al equipo para que abarque todo el campo, y sólo un jugador intenta mantener la conexión entre la defensa y los centrocampistas: Apoño.

En el aspecto ofensivo, intentan mantener el balón mucho más que en otras ocasiones, aunque siguen buscando las contras como un medio de llegar rápido al área rival. Los laterales comienzan a subir las bandas, sobre todo Xabi Castillo por la izquierda, asumiendo mayores riesgos atrás ya que en muchas ocasiones tan sólo se mantienen en la posición los centrales.

Los movimientos defensivos

Los movimientos defensivos de Las Palmas varían dependiendo de cómo se desarrolle el encuentro. Con el marcador a favor o igualado, el equipo no avanza demasiado en la presión, sino que mantienen el sitio evitando que el rival tenga espacios para combinar. Se basa en una presión muy intensa cuando el balón está en su campo, pero evita desgastar a los jugadores corriendo tras el esférico por todo el campo.

Dos jugadores mantienen la primera línea por delante del centro del campo. Tras ellos, hasta cinco jugadores tejen una telaraña difícil de evitar con el balón en los pies. A ellos se suma una defensa muy pegada a los centrocampistas, dejando mucho espacio entre ellos y la portería, con el consiguiente peligro en caso de filtrar un pase a la espalda de los centrales. Los laterales se cierran mucho hacia el centro, y los apoyos en la banda los realizan los interiores.

Sin embargo, con el marcador en contra el posicionamiento y la actitud de los jugadores cambia por completo. La presión comienza a ser intensa en todo el campo, llegando en muchas ocasiones a presionar al mismo portero para forzar un mal pase. Las líneas se separan, como consecuencia del cambio de las posiciones defensivas de los jugadores de arriba. Normalmente suben dos de los mediocentros, que apoyan en el ataque, mientras que como cierre permanece solamente uno, que en este caso es Apoño. Esto es así porque el malagueño es el jugador que más campo puede abarcar de los centrocampistas que posee en nómina Las Palmas.

Los movimientos ofensivos

La principal arma de la Unión Deportiva en ataque son los contrataques, rápidos y letales. Sin embargo, no es su único repertorio, ya que debido a la calidad que atesoran muchos de sus jugadores, pueden dominar facetas totalmente diferentes en la parcela ofensiva.

Los contraataques normalmente son llevados por tres jugadores clave: Chrisantus, Tana y Nauzet, todos ellos acompañados desde atrás por Valerón y Vicente. Apoño se mantiene varios metros por detrás, haciendo de escoba y "barriendo" todo lo que pueda convertirse en ataque rival. Sin embargo, es pieza clave también esa posición a la hora de cambiar el juego de banda, que rara vez lo realizan con balones largos de un lado al otro, sino que suelen apoyarse en el pivote más atrasado para que lleve el balón al otro extremo del campo.

Cuando se trata de jugadas más elaboradas, los de Lobera tienen varias particularidades que definen muy bien su juego. En primer lugar, y en contra de lo que sucede en el CD Tenerife, los interiores no explotan las bandas, sino que continuamente, y salvo excepciones, ejecutan movimientos diagonales hacia el centro. Esto provoca que muchas veces su ataque se vea compuesto, al menos, de tres jugadores en la zona central del campo. Con tanto juego por el centro, que en ocasiones acumula a demasiados jugadores, muchas veces terminan teniendo que intentar centros largos a la espalda de los centrales para que Chrisantus busque un desmarque que lo deje sólo ante el meta. Sin embargo, y jugando por dentro, si consiguen conectar con Valerón, el de Arguineguín es capaz de quitarse de encima a la defensa con un pase magistral entre líneas que deje a algún compañero de segunda línea en medio del área.

Un movimiento muy utilizado por el equipo es el de Chrisantus, que en muchas ocasiones cae a banda, arrastrando consigo a algún defensa y creando espacios para que el interior de esa misma banda lo aproveche y se meta en el área.

La aportación de los laterales en estos casos, sobre todo la de Xabi Castillo, es fundamental, ya que normalmente son ellos los encargados de aprovechar las bandas para subir el balón y abrir el campo. El vasco es un especialista en este juego, y se muestra en muchas ocasiones para dar opciones al interior que deja su sitio libre. Por contra, en sus subidas suelen dejar desguarnecida a la defensa, sobre todo Ángel al que le cuesta más recuperar el sitio.

Jugadas de estrategia a favor

Los saques de esquina del equipo amarillo los suele lanzar Nauzet Alemán, aprovechando la magistral pierna derecha que posee y con la que es capaz de dar centros y tiros muy precisos. En ellos, el conjunto suele colocar a un jugador cerca del córner para arrastrar a algún defensor. En el área, se ubican dos jugadores en la frontal del área pequeña, estorbando la maniobrabilidad de los defensores y la visión del portero sobre los posibles rematadores. En la frontal del área grande se colocan tres jugadores, que en el momento del saque corren al centro para buscar el balón. La mayor parte de sus intentos se cuentan por centros al punto de penalti, donde uno de esos tres rematadores busca la sorpresa llegando desde atrás. Fuera de la zona de castigo se suelen colocar uno o dos jugadores, normalmente escalonados, para aprovechar un rechace e impedir una contra del rival.

En las faltas, que normalmente tienen al mismo protagonista como lanzador, el equipo dispone varios jugadores en la frontal del área, que en el momento del saque corren al punto de penalti buscando la espalda de los defensas, y el centro va a parar de nuevo al centro del área. Sin embargo, utilizan también una jugada ensayada en la que un jugador aparentemente desiste de lanzar la falta para que otro compañero le dé un pase en profundidad para intentar rebasar la línea defensiva y centrar desde la línea de fondo.

Jugadas de estrategia en contra

En los córneres que recibe el equipo canario, Lobera dispone normalmente a dos jugadores fijando la marca en el área pequeña, un hombre sólo en el punto de penalti buscando los balones al centro de la zona, y una defensa individual sobre los rematadores. Además, colocan a un jugador cubriendo la visión del lanzador a unos metros de distancia, preparado además para cubrirlo en caso de jugada ensayada. Si el equipo contrario ubica algún atacante cerca de la esquina, está marcado por otro jugador, y en la frontal del área dejan libre a un defensor para evitar rechaces y jugadas de segunda línea. Cabe destacar que no colocan a nadie en ninguno de los dos palos.

En las faltas en contra, Las Palmas utiliza la defensa individual todo lo adelantada posible. Normalmente coloca a esos defensas a la altura de la barrera, para sacar a los delanteros lo más lejos de la portería propia. En ocasiones no colocan jugadores para el rechace, o al menos bien colocados, por lo que se crean espacios en la frontal que podrían ser aprovechados por los delanteros contrarios.

En el partido analizado, el gol rival les llega en una falta mal defendida, ya que los jugadores de la frontal no acompañan a sus marcas cuando se internan en el área y, tras un mal rechace de cabeza de uno de los defensas, el balón le cae en los pies a un delantero que, sólo ante el portero, tan sólo tiene que colarla dentro de la portería.

Puntos fuertes

El juego de la Unión Deportiva tiene muchos puntos fuertes, no obstante se mantiene en puestos de ascenso, demostrando en muchas jornadas una superioridad abismal con respecto al rival.

En primer lugar, el lateral izquierdo. Xabi Castillo es un puñal, y con espacios puede convertirse en una pesadilla para las defensas rivales. Posee mucha técnica en su pierna izquierda, por lo que, a pesar de ser lateral, no tiene problemas para ganar la línea de fondo y poner un centro mortal dentro del área.

Los interiores son rápidos y, sobre todo, técnicos. A pesar de jugar por el centro, pueden crear problemas a la defensa habilitando a Chrisantus en sus desmarques. Además, con los movimientos a banda del delantero camerunés se suelen crear huecos que aprovechan para ganar la espalda de la defensa.

Valerón. No necesita más palabras. El jugador nacido en Arguineguín posee una técnica y visión de juego al alcance de muy pocos en la categoría. Con un pase es capaz de desmontar una defensa, creando espacios donde no los hay. A pesar de que el físico ya no le acompaña, lo sabe dosificar para no perder ni una pizca de magia en el ataque.

De nuevo, los movimientos de Chrisantus. A pesar de que de cara a portería no es el mejor delantero, cayendo a banda habilita a muchos de sus compañeros para que finalicen ellos las jugadas, y eso sí lo sabe hacer muy bien. Además, físicamente es un portento, pudiendo encarar los noventa minutos con carreras de muchos metros que desgastan a los defensas.

Puntos débiles

Si bien las subidas de los laterales, sobre todo de Castillo, crean muchas opciones arriba, también es verdad que dejan mucho espacio atrás, ya que sólo se quedan los dos centrales. A medida que pasan los minutos y el físico falla, eso puede ser un problema para ellos, ya que tardar demasiado en bajar puede significar dejar un hueco importante por donde se pueda colar un delantero.

El juego aéreo, sobre todo en jugadas de estrategia en contra. A pesar de contar con jugadores de envergadura, en las jugadas de estrategia muchas veces no la saben aprovechar bien, y en ocasiones eso les ha propiciado goles en contra.

Cuando los interiores juegan tanto por el centro, se crea un carril en cada banda que puede ser utilizado para montar una rápida contra.

En ocasiones, al tratar siempre de jugar tanto por dentro, la acumulación de jugadores juega en su contra. Con cinco o seis jugadores amontonados en el medio y por delante del balón, es sólo cuestión de tiempo que o cambien el juego al otro lado o pierdan el esférico.

Factores a tener en cuenta

En primer lugar, el factor más importante que el Tenerife tendrá que tener en cuenta es la motivación. Si bien juegan fuera de casa y vienen de situaciones problemáticas, el hecho de que sea un derbi lo cambia todo. Además, con tantos canteranos es de presumir una gran intensidad en busca de la victoria.

Otro aspecto que se debe cuidar son las conexiones entre Valerón, Chrisantus y Nauzet Alemán. Cuando triangulan cerca del área rival, se puede percibir el peligro, ya que se entienden a la perfección y saben dónde buscarse.

Posibilidades a explotar

Una buena baza que puede jugar el Tenerife es la velocidad en las bandas. Sin muchos jugadores en esa zona y con los laterales adelantados, un pase para jugadores como Suso, Chechu o Ayoze puede ser mortal, especialmente en la banda izquierda del ataque, donde si bien Ángel no se suma tanto al ataque como su compañero de la banda izquierda, al canario le cuesta bastante recuperar el sitio ante jugadores rápidos.

En las jugadas de estrategia pueden poner en serios problemas a la defensa de Las Palmas. Además de las indecisiones por arriba, en muchas ocasiones los defensores no acompañan a los jugadores de segunda línea, por lo que un balón suelto en el área puede ser una ocasión clara de gol. Además, en la frontal algunas veces no se colocan bien los jugadores para evitar rechaces, así que también desde fuera se les puede hacer daño.

El espacio que dejan en el medio del campo cuando se vuelcan al ataque es mucho, por lo que con dos o tres jugadores en esa zona una contra podría coger a los amarillos por sorpresa y ponerles en serios apuros.

Uno de los factores más importantes va a ser las ausencias. Con Apoño fuera por sanción, el jugador que mejor abarca el juego del centro del campo, era Masoud quien se perfilaba para sustituirle. El jugador israelí, que suponía también una gran amenaza para los intereses del Tenerife, se quedó fuera tras recibir el pasado fin de semana su quinta tarjeta amarilla, por lo que tampoco cuentan con él. Así las cosas, la pareja para el centro podría ser Vicente y Hernán. El último partido con esta pareja en el pivote acabó con una seria derrota, en gran parte culpa de la mala gestión del juego tanto ofensivo como defensivo de ambos. A parte de estas ausencias, también son serias dudas el extremo canario Tana, con un esguince de tobillo, y Deivid, quien aun no ha confirmado si estará en condiciones de jugar. Por todo ello, Sergio Lobera deberá hacer varias modificaciones sobre su once ideal, situación que entraña más dudas para el técnico amarillo.