Sembrar para recoger. Recoger para avanzar. Avanzar para demostrar. En otras palabras, encontrar la gran oportunidad. El mundo es exigente, pero el mundo del fútbol lo es extremadamente. No basta con seguir paulatinamente los pasos mencionados anteriormente. No es suficiente ser bueno, no vale en mejorar, solo el mejor triunfa.

A menudo, es más sabio quien calla y otorga, que quien habla y poco demuestra. Con su silencio y su constancia diaria, el tercer portero azulgrana, Oier, va cosechando su camino, aunque con discreción y sabiduría. Las oportunidades son especiales, porque son la respuesta a una consecuencia, a una búsqueda insaciable. Hoy, podría ser el turno de Oier.

Victor Valdés está lesionado y, razonablemente, José Manuel Pinto ha pasado a ser el titular en Liga. Ante esta particular situación, el joven de Irún, podría tener los minutos que le servirían para demostrar su capacidad. El joven tiene delante unas semanas extremadamente importantes para que sea el encargado de los partidos de Copa del Rey. Cierto es que los técnicos tienen la última palabra y, en gran parte, en sus manos está la respuesta, pero también es indiscutible que solo de él depende. Guardameta titular del filial azulgrana y tercero del primer equipo, Oier se enfrenta a su mejor partido, la circunstancia en forma de gran ocasión y la oportunidad para empezar a coronarse rey.

Juan Carlos Unzué dijo del guardameta estas palabras: “Oier es como Zubizarreta por su físico, pero diferente a Andoni para jugar en el fútbol de hoy. Además, no transmite nerviosismo y le gusta ser autoritario”. Estas palabras podrían ayudarle y así reafirmarse para seguir caminando. Procede del Real Unión de Irún, lleva cinco años en el cuadro azulgrana y eso le ha llevado al primer equipo, después de su debut en Primera División el 17 de mayo de 2009 ante el Mallorca. Un debut que supuso un avance en su carrera profesional. Precisamente, un paso adelante que Oier no dudó en aprovechar. De nuevo, la oportunidad se aproxima a su puerta y con ello la expectativa de empezar a recoger aquello que sembró. Una pequeña parte de las cosechas que están al llegar.