Necesidad. Eso es lo que tenía el Real Betis. Necesidad de conseguir puntos que lo alejen cada vez más del último puesto de la clasificación de la Liga BBVA. El partido de esta tarde no era ante cualquiera, sino que los de Juan Carlos Garrido se enfrentaban al UD Almería, un conjunto que tenía solo dos puntos más que los béticos en la tabla.

Por todo ello, el duelo que se ha vivido en el Benito Villamarín iba más allá de un derbi regional y, por supuesto, más allá de una simple victoria. Desde el presidente, hasta el entrenador, pasando por los jugadores, lo único que se ha pedido durante los últimos días es unión. Esa hermanad que siempre ha existido entre los futbolistas que vestían la elástica de las trece barras y sus aficionados.

Cuando parecía que la afición no quería saber nada del equipo, se demostró todo lo contrario. Y es que el Betis no existe sin sus seguidores, ni sus seguidores son nada sin el Betis. De ahí las pancartas de apoyo como las de “no me falles Real Betis” o la de “cuando todo va mal, lo fácil es rendirse”.

Y a pesar de la derrota, todo ello se de dejó ve al termino del encuentro. Cuando los jugadores estuvieron varios minutos sobre el césped agradeciendo a la afición los ánimos y recibiendo el aliento de las personas que aún estaban en las gradas del Villamarín, que no pararon de gritar cánticos a favor de los suyos.

La mala suerte apareció de nuevo

Pero el conjunto verdiblanco está acostumbrado a sufrir. En Heliópolis no existe un encuentro ni fácil ni tranquilo, sea el rival que sea. La incertidumbre no tardó en llegar, pues a los 5 minutos de juego, Azeez recogió la pelota en la frontal del área y tiró a puerta con toda su potencia. El esférico dio en Paulao y terminó en el fondo de la meta defendida por Guille Sara.

Los sevillanos no son un equipo acostumbrado a echarse atrás. Por ello, a partir de ahí, el control absoluto y total del encuentro lo tuvo el cuadro local, que lo intentaba desde las bandas con Juan Carlos y Vadillo, pero sus compañeros en la punta de ataque, al igual que ellos, tampoco estaban muy acertados ante la meta de Esteban.

La ocasión más clara de la primera mitad la tuvo Juan Carlos, pero el larguero desvió su chut y evitó el empate. Sin tiempo para más, los 15 minutos de descanso sirvieron para que Garrido intentara alentar a los suyos y hacerles consciente de que aún quedaba tiempo para todo. Aunque al final, no fue posible.

Álvaro Vadillo lo intentaba de jugada individual nada más llegar de los vestuarios, pero una vez más, la defensa visitante deshacía la acción. Poco después, el canterano verdiblanco se retiraba del campo con molestias y dejaba su sitio a Juanfran.

El gol no llegó

Los de casa la tuvieron de todas las formas y de todos colores. Pero o bien la falta de puntería o el acierto de Esteban, evitaban una y otra vez el tanto bético. El que más lo intentó fue Rubén Castro, pero el canario aún tiene que afinar la puntería después de tanto meses lesionado.

Pero, sin duda, unas de las ocasiones más clara del encuentro la tuvo Óscar Díaz, que cuando entraba totalmente solo por la izquierda, de forma inexplicable, mandó el balón por encima de la portería del meta argentino.

El Betis lo intentó una y otra vez. Los de Francisco, tras adelantarse de forma tempranera, no intentaron en ningún momento llevar el control del envite. Pero a perros flacos todo son pulgas, y a pesar de los cambios y de las ocasiones, el marcador no se volvería a mover en el feudo verdiblanco.

Esta nueva derreta deja muy tocados a los sevillanos, que continúan colistas con tan solo 10 puntos de los 51 disputados. Da igual realizar un partido sólido y consistente en el que tengas todo el control del juego. En el fútbol lo único que valen son los goles y el Betis, necesita una infinidad de ocasiones para anotar.

Durante el parón navideño, Garrido intentará levantar los ánimos de un vestuario que está cada vez más hundido. La misión que tienen por delante tanto cuerpo técnico como jugadores es bastante complicada, pero no imposible. Los verdiblancos y su afición están acostumbrados a superar situaciones difíciles y a demostrar por qué son el Real Betis y por qué son un equipo de Primera División.

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