Quizás Danijel Pranjić terminase su etapa en Vigo el pasado 30 de junio convertido en uno de los grandes nombres de la lista de fichajes fracasados del mercado invernal, y por qué no, en la historia del club. El medio año de estancia del internacional croata en el club olívico agranda la leyenda del milagro de la salvación pese a la escasez de efectivos en la plantilla a la altura del reto conseguido, y da más fuerza a la máxima de que los fichajes de enero rara vez traen soluciones. Con todo, el ex del Bayern ha encontrado acomodo este verano en el Panathinaikos, apenas una sombra del gigante griego tan habitual en competiciones europeas estos últimos años, pero que está sabiendo mantener el tipo con un proyecto “low cost”.

Polivalencia y cartel que se quedaron en humo

Dos fueron los factores que sembraron esperanzas cuando se concretó el fichaje de Danijel Pranjić por el Celta de Vigo, cedido por el Sporting Clube de Portugal. Por un lado estaba la polivalencia: el croata, zurdo cerrado, venía con la vitola de futbolista capaz de desempeñar en cualquier demarcación de la banda izquierda, así como apoyando al mediocentro en la medular y dando juego a los hombres de ataque. El otro de los aspectos a su favor era su expediente: Pranjić venía de disputar tres temporadas con el Bayern de Munich, donde se había proclamado campeón de la Bundesliga en 2010 y había sido subcampeón de la Champions en 2010 y 2012; a ello se le debía sumar una larga carrera en la selección de su país, con quien había disputado las Eurocopas de 2008 y 2012.

La plantilla viguesa, corta de inicio y lastrada por las lesiones de hombres como Hugo Mallo o Samuel, mostraba, primero, un importante déficit de zurdos para el ataque (sólo contaba con Aspas, delantero centro, y Toni, que por aquel entonces desempeñaba en el extremo derecho), y segundo, un escaso rodaje en el fútbol de élite (únicamente Javi Varas, Cabral y Demidov, que acababa de llegar, venían de jugar en Primera la anterior campaña). Por ello, un hombre capaz de aportar soluciones en muchas demarcaciones y que gozaba de un más que decente currículum podía ser una de las vías de escape del caduco proyecto de Paco Herrera. Pranjić había fichado en verano de 2012 por el Sporting CP, y había formado parte de un ambicioso proyecto para recuperar la senda del éxito del histórico club de Alvalade, que vive en una preocupante sequía de títulos. No obstante, las lesiones persiguieron al zurdo durante estos seis meses en Lisboa, y el fichaje del Celta llegó a Galicia sin continuidad competitiva (en el último año y medio había jugado 16 partidos de Liga) y bajo de forma por estos problemas físicos, cuatro desde su fichaje por el cuadro luso.

Y la historia de Pranjić en Balaídos fue un desastre, porque además de sin forma, el croata vino sin actitud. A sus 31 años recién cumplidos, su cartel y su fama no ayudaron a su adaptación a la Liga BBVA. Anárquico y siempre apático, los 437 minutos de Pranjić en Primera tan sólo tuvieron gotas aisladas de su criterio y experiencia, pero sus decepcionantes actuaciones en las cruciales citas ante Rayo, Mallorca y, sobre todo, Deportivo lo condenaron e hicieron del croata uno de los focos de las críticas de la afición. Ni su velocidad, ni su técnica, ni su sacrificio. Nada.

"Espero hacerlo bien estos meses para quedarme aquí mucho tiempo"

Su falta de profesionalidad salió del campo, su presencia en la vida nocturna viguesa creció, su trabajo en A Madroa decayó y muy sonados fueron sus festines en conocidas marisquerías de la ciudad. Hasta tal punto llegó su falta de implicación con el proyecto, que en su último partido en España, ante el Betis en el Benito Villamarín, ni se molestó en escuchar las indicaciones de Abel Resino cuando iba a salir como revulsivo en un partido vital, por lo visto no quería jugar. Los números avalan esta realidad: por un lado, que el Celta nunca ganó cuando Pranjić saltó al césped (tanto de titular como de suplente), y que en la recta final, donde se obró el milagro, el croata disputó sólo 16 minutos en los últimos ocho partidos, quedándose fuera de la convocatoria en los tres definitivos. Un hombre absolutamente prescindible que fue el primero en marcharse cuando terminó la Liga.

La reválida griega y el futuro mundialista

Cuando empezaba julio de 2013, el crédito del dos veces subcampeón de Europa se quedó por los suelos. La limpieza de vestuario realizada en el Sporting ese verano incluyó, cómo no, al croata entre sus víctimas, y éste recogió sus bártulos el 31 de agosto tras lograr un acuerdo con el club para la rescisión de su contrato. No obstante, la suerte volvió a sonreír a Danijel Pranjić en forma de un contrato de tres años de duración por el Panathinaikos, otrora potencia griega y ahora sacudido por los problemas económicos. A mediados de septiembre debutó ante el Platanias, y tras un comienzo irregular, el croata parece haberse asentado en el once ateniense las últimas semanas, donde ha respondido con un doblete ante el AEL Kalloni.

Mientras tanto, Pranjić continúa conservando su papel capital en la selección de Croacia, donde disputó completos los dos partidos de la repesca mundialista con los que el combinado croata selló su participación en el torneo a costa de Islandia. Todo parece indicar que el díscolo balcánico estará en Brasil en junio, quién lo diría.

Su 2013 en números

TEMPORADA CLUB LIGA FICHAJE PARTIDOS DE LIGA JUGADOS (titular/suplente) GOLES EN LIGA ASISTENCIAS EN LIGA MINUTOS EN LIGA PARTIDOS DE COPA JUGADOS (titular/suplente) GOLES EN COPA ASISTENCIAS EN COPA MINUTOS EN COPA
2012/13 Sporting CP Liga ZON-Sagres (Portugal) Cesión al Celta 1 (1/0) 0 0 90 1 (1/0) 0 0 90
2012/13 Celta de Vigo Liga BBVA (España) Cedido por el Sporting CP 10 (4/6) 0 0 437 - - - -
2013/14 Sporting CP Liga ZON-Sagres (Portugal) Rescisión de contrato 0 (0/0) 0 0 0 - - - -
2013/14 Panathinaikos Superleague (Grecia) Fichado como agente libre 10 (10/0) 2 1 882 2 (2/0) 0 1 143

Fotos del cuerpo: as.com y PAO.gr