Con el pitido final del pasado fin de semana durante el partido que enfrentó al CD Tenerife y al Sporting de Gijón, el Heliodoro Rodríguez López alcanzaba la primera mitad de la temporada 2013 / 2014 en la Liga Adelante. Tras 21 partidos disputados en la competición, el representativo tinerfeño se sitúa en décimo sexta posición, a dos puntos de los puestos de descenso a Segunda B y a cuatro de los puestos que dan derecho a jugar el playoff de ascenso a Primera División. En VAVEL.com analizamos la trayectoria de los blanquiazules durante este periodo.

Buenas sensaciones desde pretemporada

Tras la alegría por la vuelta a la categoría de plata del fútbol español, muchos eran conscientes de lo complicado de volver a jugar en una categoría profesional, más si cabe teniendo en cuenta que la base de la plantilla del CD Tenerife seguía siendo prácticamente la misma que la temporada anterior, cuando militaba en Segunda B.  A pesar de ello, la pretemporada había hecho ilusionarse al aficionado, tras una serie de partidos más que decentes, en los que los blanquiazules llegaron a ganar a equipos de la Liga BBVA, concretamente al Rayo Vallecano, con un marcador abultado de 5 a 0, y al Atlético Osasuna por 2 goles a 1.

De esta forma, y con la contratación de ocho nuevos futbolistas, más la cesión de Salva Ruiz, se daba por buena la plantilla para el inicio de la competición.

Inicio dubitativo

A pesar de que gracias a los triunfos ante equipos de primer nivel el club llegaba al inicio de la temporada con buenas sensaciones, los primeros partidos sembraron las dudas en la parroquia blanquiazul. Tras el partido inaugural ante el Alcorcón jugado en el Estadio Santo Domingo, que se saldó con victoria local por 1 a 0, el equipo dirigido por Álvaro Cervera comenzó a tener problemas para sacar resultados, problemas de tensión y mentalidad sobre todo. Así, en los primeros seis partidos el Tenerife tan sólo pudo sacar adelante dos empates, o lo que es lo mismo, dos puntos sobre dieciocho posibles, un bagaje que lo mantenía hundido en los puestos bajos de la tabla.

Tuvo que esperar bastante el club chicharrero para poder celebrar su primera victoria, que no llegaría hasta la séptima jornada, en la que visitaba el estadio isleño el Real Madrid Castilla. El filial blanco, colista por ese entonces, fue la primera víctima de los pupilos de Cervera, aunque el partido tuvo un resultado ajustado de 1 gol a 0, y no acabó con empate o victoria visitante por la mala fortuna de los madridistas de cara a portería.

Parecía que llegaba la reacción tinerfeña, pero de nuevo dos derrotas consecutivas provocaban que el equipo se alejara del puesto que marcaba la salvación. De esta manera, tras nueve jornadas y 27 puntos disputados, el casillero chicharrero mostraba sólo cinco puntos conseguidos, y se situaba penúltimo, con serio peligro de entrar en una dinámica de la que sería difícil salir.

La reacción blanquiazul

La situación era complicada para el Tenerife, y la reacción se antojaba necesaria, ya que las jornadas pasaban y cada vez los puestos de permanencia se situaban más lejos. Y fue precisamente en una plaza complicada donde comenzó la reacción blanquiazul, ya que fue nada menos que en Ponferrada, campo difícil para cualquier equipo visitante, donde comenzó la escalada del equipo, consiguiendo una victoria por 0 a 1, e iniciando una racha que le llevaría a encadenar nada menos que ocho jornadas consecutivas sin conocer la derrota. Durante este periodo el Tenerife logró cosechar 18 puntos de 24 posibles, lo que le aupó hasta décimo cuarta posición.

Un final un tanto gris

Tras esa serie de ocho partidos sin perder, el equipo caía ante el Córdoba por 1 a 0 en su visita al Nuevo Arcángel. Tras este tropiezo, volvería a perder esta vez en casa, en una de las derrotas más abultadas como local de los últimos años, cayendo por 0 a 3 ante el Sabadell. Con la intención de retomar el buen camino que habían encontrado, el equipo ganó fuera de casa al Murcia por 1 a 2, y en casa logró un empate a cero goles ante todo un favorito al ascenso, el Sporting de Gijón.

Comparación con los demás ascendidos

Además del Tenerife, esta temporada eran recién ascendidos a la Liga Adelante el Eibar, el Jaén y el Alavés. En la comparación entre todos los equipos, el peor parado es el Alavés, curiosamente uno de los que, a priori, ofrecían más confianza de cara a la posibilidad de lograr la permanencia. Los de Vitoria son penúltimos, con 22 puntos logrados y sólo uno por encima del colista. A pesar de ser el equipo más anotador de los cuatro, con 31 goles anotados, también es el que más goles encaja, con 33.

El Tenerife y el Jaén se han movido casi toda la primera mitad de temporada en unos números y posiciones similares, si bien es cierto que de media el conjunto andaluz se ha mantenido algo por encima de los tinerfeños. Los de Cervera se sitúan en la posición décimo sexta, mientras que los jienenses están en el puesto décimo tercero, con un punto más que los blanquiazules. El Tenerife es el equipo menos goleador de los cuatro, con tan sólo 20 tantos, pero también es el segundo que menos goles encaja, con 22, sólo dos más que el mejor, el Eibar.

Precisamente el Eibar es el mejor parado de los equipos ascendidos a la categoría de plata. Sorprendentemente, se sitúan terceros en la liga, a sólo un punto de los puestos de ascenso directo y tan sólo a cuatro del primer clasificado, el Deportivo de la Coruña. A pesar de ser el segundo menos goleador, con 26 tantos, el Eibar es el que menos encaja, con sólo 20. Además, estos datos los han sabido rentabilizar al máximo, ya que ha sumado 32 puntos sobre 63 posibles hasta ahora, es decir que ha sumado más de la mitad de los puntos que se han jugado. Con el objetivo inicial de lograr la permanencia, a estas alturas de temporada está a tan sólo 18 puntos de lograr llegar al famoso "campamento base", los cincuenta puntos que normalmente "aseguran" la permanencia, aunque también es cierto que este año esos cincuenta puntos se antojan pocos, dado el nivel de competitividad de la categoría.

Los datos dentro del club

Dentro del propio club hay datos dignos de estudio. En la parcela ofensiva, cabe destacar que, contra todo pronóstico, el máximo goleador del equipo a estas alturas del año es Ayoze Pérez, con siete tantos. El joven canterano se ha echado el equipo a la espalda y, con casi la mitad de los goles del equipo con su firma, es más que notable que es uno de los culpables de muchos de los puntos que ostenta el equipo blanquiazul. El siguiente goleador del equipo es Aridane. El nueve lleva cuatro goles.

Otro dato bastante destacable es la actuación de Roberto en la portería. A pesar de que al inicio de la temporada parecía claro que el portero titular era Sergio Aragoneses, el portero de Icod de los Vinos le ha quitado el puesto, y ya lleva jugados más partidos que el de Porriño: 12 del canterano por 9 del gallego.

En cuanto a la disciplina, el jugador más amonestado, con 13 tarjetas amarillas y una roja en 17 partidos es Aitor Sanz. A pesar de no ser un jugador que destaque por lo sucio de sus acciones, su papel en la plantilla, cortando el juego rival en el centro del campo, le han proporcionado muchas de sus tarjetas.

El jugador con más minutos disputados sobre el campo es Carlos Ruiz, con 1800 minutos, seguido muy de cerca por Bruno, con 1722 minutos. De esta manera, los dos jugadores con más minutos del equipo son la pareja titular de centrales, lo que ofrece una idea de la confianza depositada sobre ellos por el técnico, lo cual se ha traducido en una confianza cada vez mayor y una solvencia digna de elogio.