11 de febrero de 2013. Tras una noche agitada y todavía con mar de fondo en el horizonte, las noticias de la prensa deportiva coruñesa se suceden una tras otra. Domingos Paciência dimite tras un tormentoso encuentro donde el Granada desnudó por completo al Deportivo. 0-3, abucheos y la sensación de que, tras muchos vaivenes, se ha tocado fondo. Entonces, una llamada en mitad de la madrugada lo cambió todo. Y apareció él. Con cinco años más a sus espaldas y tras permanecer otros tantos alejado de los focos mediáticos, Fernando Vázquez se hizo cargo de un equipo moribundo en la clasificación y mermado en lo mental. El resto de la historia, en mayor o menor medida, es conocida por todos.

Muchos se preguntaron en su momento qué habría ocurrido en caso de que Vázquez hubiese recibido antes esa llamada telefónica, pero eso es lo de menos ahora. Su figura ha sido el eslabón indispensable para comprender por qué el Deportivo ha pasado de mirar de reojo la trayectoria de un histórico como el Racing de Santander a agarrarse al liderato de una categoría donde, salvo contadas excepciones, una amplia mayoría de equipos juega a asegurar el empate y a dar gracias por todo lo que se consiga a mayores. Esa ha sido la penúltima lección del técnico de Castrofeito, moldear y acostumbrar a una guerra de trincheras a un conjunto donde las estrecheces de cinturón comenzarán verdaderamente ahora.

Sin embargo, sería de ilusos pensar que ha sido la única. Con 449 partidos de Primera y Segunda División en su mochila, Fernando Vázquez afronta este domingo una nueva cita con el fútbol. 450 será una cifra más para un técnico con una trayectoria particular desde los campos de la Regional gallega, pero que demostró a lo largo de su carrera aglutinar los verdaderos valores que definen a un entrenador, es decir, los que no se basan únicamente en la simpleza de las estadísticas. Con Arrigo Sacchi como referente y tirando de frialdad y valentía a partes iguales, Vázquez irrumpió con fuerza en la temporada 95-96 en una Liga donde, además de ganar la batalla táctica a Johan Cruyff en San Lázaro, también venció al propio Deportivo de John Benjamin Toshack. Curiosamente ese mismo año llegó a coincidir en los campos de fútbol con otras dos leyendas de los banquillos gallegos, Arsenio Iglesias -por aquel entonces técnico del Real Madrid- y Fernando Castro Santos -sustituto de Carlos Aimar al frente del Celta-. 

Su periplo como técnico al frente del Compostela le valió la admiración de un fútbol español donde, por entonces, aproximadamente un tercio de los entrenadores de la Liga eran foráneos. La situación parece no haber cambiado tanto, excepto para unos pocos. Desde el Real Madrid de Fabio Capello y el Barcelona de Bobby Robson ya han pasado diecisiete años, pero cada verano parece suponer una nueva reválida para dos equipos que dejaron hace tiempo de ser terrenales y que esta temporada buscaron en el extranjero la piedra filosofal para continuar con la eterna lucha que colapsa los medios de información desde hace años.

Por eso sienta bien la apuesta de Fernando Vázquez. Si en el idioma de Augusto César Lendoiro la renovación de un técnico por dos años más otro por objetivos ya suponía una ruptura de los principios del dirigente corcubionés, en el lenguaje del fútbol actual suena hasta romántico que un entrenador que pasó por Rácing de Ferrol, Lugo, Compostela, Celta y Deportivo cogiese su teléfono móvil en mitad de la noche para asumir la tarea de enderezar el rumbo de un histórico del balompié gallego. Su trayectoria dejará para el recuerdo un 4 de octubre de 1998, cuando Fernando Vázquez logró al frente del Oviedo endosar un 3-1 en el Carlos Tartiere al Atlético de Madrid de su admirado Arrigo Sacchi. Aquella fue otra de las muchas anotaciones en rojo que hay en sus lecciones. Este domingo, con otro mago como Juan Carlos Valerón sobre el césped, el maestro de Castrofeito buscará dar una más, su lección 450. Otra de las muchas que le quedan.

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Sobre el autor
Pablo Varela Varela
Máster en Comunicación e Industrias Creativas por la USC. De pequeño devoraba atlas y crónicas de fútbol, y eso nunca ha cambiado. Redactor en la sección del Deportivo de la Coruña en VAVEL. E-mail de contacto: [email protected]