De nuevo Espanyol y Real Madrid medían sus fuerzas, tal y como sucediera hace apenas quince días. De nuevo, Cornellà-El Prat se convertía en el escenario para dirimir la contienda y de nuevo, el conjunto de Carlo Ancelotti arrancó el triunfo de un estadio que se le da especialmente bien y en el que no ha perdido ni un solo partido desde su inauguración, en 2009. Las diferencias radicaban en que esta vez no era la competición liguera la que cruzaba los caminos de ambos contendientes, sino la Copa del Rey, cuyo primer envite se ha vivido en tierras barcelonesas, haciendo que, por tanto, el golpe no sea definitivo para un Espanyol al que le quedan 90 minutos en un Bernabéu que amenaza con hacerlos muy largos.
No escatimaron ni uno ni otro equipo, ni en esfuerzos ni en calidad en sus 'onces' titulares, con la clara intención de que el coliseo espanyolista dirimiera parte importante de esta eliminatoria a 180 minutos. Los de Aguirre exponían su firme idea de llegar con esperanzas al Santiago Bernabéu, mientras que los blancos querían hacer bueno un escenario a priori, propicio para ello y salvo Xabi Alonso, que hoy descansó de inicio, Ancelotti lució 'once' de gala: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Modric, Illarramendi, Di María; Bale, Benzema y Cristiano. Para los locales saltaron al césped: Casilla; Rodríguez, Sidnei, Moreno, Capdevila; Víctor, Abraham, Lanzarote; Torje, Pizzi y Sergio García.

Intenciones claras en el arranque

El primer balón que recibía el Real Madrid, en botas de Modric, ya dejaba clara la verticalidad con la que pensaba jugar el conjunto 'merengue' pero el pase del croata sorprendía a Benzema con su primer fuera de juego, un error del que está pecando en exceso el delantero galo en los últimos encuentros. No obstante, los de Aguirre -que regresaba al banquillo tras cumplir sanción- no estaban por la labor de permitir que los blancos -de naranja en la noche de hoy- entrasen en esa inercia y luchando por ello llegaría Torje hasta la línea de fondo sin lograr sacar el centro, aunque logrando un córner sin mayores consecuencias en el marcador. Las intenciones del Espanyol, sin embargo, no serían suficientes para que Cristiano Ronaldo se diese por aludido y el luso gozó de la primera gran ocasión del partido, culminando una rápida jugada del Madrid para enviar el balón excesivamente cruzado. La oportunidad se perdía por muy poco.
Los madridistas ponían velocidad e intención; los locales, toque y paciencia Las cartas empezaban a estar claras sobre la mesa. Los madridsitas ponían velocidad e intención; los locales, toque y paciencia. La presión 'merengue' además, obligaba a los de Aguirre a juntar líneas para darle mayor fluidez a la circulación de balón, pues los blanquiazules habían caído en numerosas imprecisiones como consecuencia de ello. Mejor posicionada la zaga espanyolista, esta línea se convertía en la que daba inicio a los contragolpes que sin embargo, culminaban ante la también sólida defensa blanca.

Goteo de ocasiones

El Madrid no tardó en hacerse dueño y señor del partido, durando muy poco la posesión en pies espanyolistas pero a los blancos les faltaba ese último paso en las inmediaciones del área local y la circunstancia global del partido, ralentizaba el juego en el primer cuarto de hora. El escaso peligro que lograba generar el conjunto de Aguirre llegaba únicamente a través de saques de esquina pero la intervención de Casillas en el minuto 15 acabó desbaratando un buen centro de Pizzi al que no llegaba nadie. Y Pizzi precisamente sería el protagonista de la primera gran ocasión espanyolista en una jugada que no partía de un balón parado pero el jugador 'perico' acababa rematando el centro de Sergio García por encima del travesaño de Iker Casillas.
Iban dos seguidas de los blanquiazules y habían pasado ya demasiados minutos desde la última ocasión blanca, algo que no debió agradar en demasía a Cristiano Ronaldo, que volvió a aparecer en el minuto 20 para enviar el balón al palo de la portería defendida por Casilla. Poco a poco, la posesión y la circulación empezaba a dar paso a las ocasiones, aunque ninguno de los dos equipos se mostraba especialmente acertado de cara a gol.

Benzema 'abre la lata'

El mayor número de ocasiones superado el primer cuarto de hora, supuso un prolegómeno perfecto para el primer tanto del partido. Buena jugada de Arbeloa por la derecha en una de sus incorporaciones al ataque y el salmantino enviaba un centro al área, al que no llegaba prácticamente Bale pero sí Benzema, que cabeceaba al fondo de la malla espanyolista. El tanto animó al estadio, contagiado del ritmo lento del partido y al propio Real Madrid. En la siguiente sería el autor del primer gol blanco el que centraría desde la izquierda para que Cristiano intentase una complicada chilena que no alcanzó a completar pero que advertía de que el Real quería más.
El juego empezaba a centrarse en la zona de tres cuartos para el Madrid, que merodeaba con insistencia el área rival. Los espanyolistas, por su parte, trataban de sacar el balón y construir el contragolpe pero los jugadores blancos, más adelantados y muy atentos al corte, lo impedían. La primera media hora del Espanyol fue un querer no y poder, y siendo esto así sólo cabía esperar un error rival, error que estaría a punto de llegar con el pase de Illarramendi a Iker, que dio el susto a los blancos, aunque el balón acabaría perdiéndose por línea de fondo sin consecuencias. Como nulas consecuencias tuvo también el nuevo disparo de Cristiano, que debió pensar que no hay dos sin tres. El luso remataba ligeramente desviado, culminando una buena jugada del conjunto blanco. El Espanyol trataba de aprovechar los latigazos que su calidad y buen juego le permitían, topando de nuevo con la solidez defensiva del Madrid.

Vivaz recta final del primer tiempo

La recta final del primer tiempo mostró a un Espanyol más dinámico y vivaz, aunque con idéntica fortuna en la culminación de jugadas, un paso que los de Aguirre no llegaban a dar. El Madrid, por su parte, en volandas de la velocidad de crucero de sus hombres lo intentaba de nuevo con una buena llegada de Bale por la derecha, que no llegó a su destino y que acababa en saque de portería para el Espanyol. Los blancos volaban hacia la meta rival y Cristiano se convertía en uno de los cañones del equipo, disparando con su habitual peligro pero con su inusual falta de puntería. Su siguiente remate se perdería ligeramente desviado por línea de fondo.
Sergio García había tratado de mantener con vida las ocasiones espanyolistas con un centro-chut a las manos de Casillas, que tendría una rápida respuesta en botas del Madrid que, no obstante, no lograría acabar en un nuevo disparo. No habría remate en esa ocasión pero sí en un libre directo que se encargaría de botar Bale y que Casilla acabaría desviando de manera prodigiosa evitando el segundo gol de los blancos. El Madrid no cejaba en su acoso y derribo sobre la portería local y Di María sería el protagonista del enésimo disparo, un lanzamiento que se perdería por encima de la portería espanyolista. Rondaban los blancos el segundo tanto pero este se resistía ante la advertencia del final del primer tiempo, que llegaría sin más movimiento en el marcador.

El Espanyol le da una velocidad más a su juego

Sergi García protagonizó muchas de las jugadas de peligro del Espanyol Arrancaba la segunda mitad con un cambio en filas locales, dejando Lanzarote su lugar a un viejo conocido del Real Madrid, Alex. No sería la única modificación del encuentro, que vería también cambios en el juego y en el dominio, aunque no inicialmente. Dos minutos harían falta para que el Real Madrid continuase con su bombardeo de ocasiones: Cristiano sería el que remataría para que Casilla despejase y Bale rematase, casi sin querer con la rodilla, demasiado alto. El Espanyol quería mostrar algo más de intensidad en los minutos iniciales del segundo tiempo y buen provecho pudo obtener de algún desajuste puntual en la zaga merengue, que no obstante, resolvió bien las acciones rivales. Como consecuencia de esa marcha más que los catalanes trataban de imprimirle a su juego, se produciría una nueva llegada de Sergio García, cuyo centro nadie alcanzó a rematar.
Y el capitán espanyolista sabía que su equipo había empezado a mostrar el camino a seguir, con esa mayor intensidad. A punto estaría Sergio García de ver recompensado su esfuerzo con una buena jugada y un mejor disparo que, sin embargo, acabaría perdiéndose por línea de fondo, por muy poco. Perdonó en esta ocasión el equipo de Javier Aguirre. Tocó más el conjunto local, volcando el juego hacia el campo rival pero sin incidencia esto en el marcador. El Madrid, por su parte, trataba de no perder de vista ese mismo camino que había trazado en la primera mitad, donde sólo faltaba el gol que se sumase a ese 0-1 para establecer la tranquilidad blanca. Di María generaría por la izquierda una buena jugada con centro para que Cristiano picase en exceso de cabeza y enviara el balón por encima del travesaño. El Madrid había perdido posesión pero no peligro en sus llegadas

El Madrid trata de recobrar el terreno

Las embestidas blancas del primer tiempo se habían convertido en un toma y daca vibrante, que presentaba un partido más vivo y emocionante, aunque no debían pensar así ni Cristiano ni Bale, que reclamaban a Arbeloa el pase que ninguno de los dos recibió cuadno el salmantino se colaba en diagonal por el área, tras un balón que enviaba Di María y que no lograría rematar el lateral diestro del conjunto blanco, ante la intervención de Casilla. Poco a poco el equipo de Carlo Ancelotti recuperaba esa posesión que el Espanyol le había arrebatado en los minutos iniciales del segundo tiempo, a base de casta y rabia pero esto no le servía a los blancos para desnivelar aún más la balanza del marcador.
Benzema protagonizaba una buena llegada, acompañado de Cristiano Ronaldo, totalmente solo en el interior del área pero el francés decidía disparar, enviando el balón directamente sobre Casilla, que desbarataría una gran ocasión para el conjunto 'merengue'. Los de Aguirre, por su parte, pugnaban por que esa inercia establecida en los primeros minutos de ese segudno tiempo no se diluyera ante la teórica superioridad madridsita y Pizzi daba forma a la intención con buenas llegadas que no culminaban en una ocasión.

Inagotables los dos equipos

Centró por momentos el conjunto local el juego en el área del Real Madrid pero el gol se presentaba hoy para uno y otro equipo como una recompensa de costoso esfuerzo. No habían faltado ocasiones ni en el conjunto blanco ni tampoco en el espanyolista pero los goles no llegaban y los cambios en las dos escuadras trataban de dotar de un poco de aire fresco, una nueva idea que permitiera ver el hueco de la esperanza local o del mazazo visitante. No desfallecía ninguno de los dos y las carreras hacia uno y otro lado eran continuadas a pesar de que apenas restaban diez minutos para la conclusión del encuentro.
En este punto del encuentro, la incredulidad se adueñaría de la grada cuando Córdoba recibía y encaraba portería en un uno contra uno que vaticinaba el empate para el Espanyol, un desenlace que evitó Casillas, soberbio en su intervención ante el jugador espanyolista y desbaratando el tanto blanquiazul. La recta final del encuentro se convirtió en un continuo 'toma y daca' de ambos equipos, en llegadas de una a otra área sin peligro excesivo en ninguna de las dos porterías. Alex sería el que trataría de llevarlo hasta la meta 'merengue' con dos remates consecutivos a la salida de un córner que acabarían finalmente en nada. Agobiaban los blanquiazules en el último suspiro ante un Madrid que no debía dar por malo jugárselo el pase en su casa, aunque sí debía lamentarse de las ocasiones fallidas; tanto, eso sí, como podía hacerlo también el Espanyol, que disfrutó de buenas ocasiones ante los blancos. El Santiago Bernabéu dirimirá al semifinialista dentro de una semana.
0-1: Karim Benzema. Minuto 26

Fotos del cuerpo del artículo : Ángel Martínez - Real Madrid.