Alguna vez tenía que ser la primera. Siempre hay una primera vez para todo. Algunas veces es preferible que llegue más tarde. Pero todo llega. Así ha sido la inexpugnabilidad de San Mamés en Liga. El Espanyol se ha llevado los primeros tres puntos de La Catedral.
 
Pero el verdadero protagonista del choque fue el colegiado. Undiano Mallenco es uno de los árbitros 'malditos' para el Athletic. Cuando él dirige el encuentro, el Athletic tiene muy complicado ganar, eso demuestran las estadísticas. Han vencido en solo 4 de 24 partidos con Undiano en el campo. No ha tenido grandes errores de bulto, pero tiene una característica muy típica del Botxo: el sirimiri. Undiano Mallenco va fallando poco a poco, una, y otra, y otra, y otra. Y eso, al final, acaba calando.
 

Presión satisfactoria

El centro del campo del Espanyol, reforzado con la inclusión en el once de Abraham, funcionó. El cambio de táctica de Aguirre resultó satisfactoria para los pericos y propició el sólido partido que realizaron. El Athletic se vio algo perdido sin el timón de Iturraspe y Valverde intentó dotarlo de un sustituto de garantías con San José primero y Morán después. No resultó demasiado bien.
 
El Espanyol salió enchufado, con conocimiento de lo que debía hacer. Presionaron la salida de balón del Athletic tal como hizo el Celta. En una rápida contra, Sergio García se escapó por la banda para poner el 0-1 en el marcador. Había aficionados que todavía no habían llegado a su localidad y el Athletic ya iba por detrás. La afición se conjuró y avivó la llama de la remontada que tan bien ha funcionado en otras noches. Los locales tiraron de corazón, a casi 50.000 latidos por segundo.
 

Los centros de Ibai

Por la banda, tan solo inquietaba algún centro de Ibai. Del guante que tiene en sus botas nacerían las mejores ocasiones para los leones. En la primera parte centró al área y Aduriz remató con mala fortuna al palo. Rico también cabeceó otro centro del bilbaíno, pero se topó con una gran estirada de Casilla. Finalmente, el gol local vino tras un saque de falta. Ibai la puso al centro del área y Gurpegi la mandó al fondo de las mallas. Con el 1-1, todo sonaba a remontada.
 
Tras una jugada de peligro y una buena mano de Gorka, el Espanyol sacó un córner que Colotto colocó lejos del alcance de Iraizoz. El sueño de la remontada se alejó un poco más y los cambios no ayudaron demasiado a cambiar la situación. Muniain trató de hacer de las suyas, pero no tuvo el día, ni tiempo suficiente. A poco de concluir el partido, el Athletic se lanzó a por el encuentro, pero las distintas opiniones de la grada y el árbitro echaron al traste las intenciones rojiblancas.
 
Undiano acabó desquiciando a la afición y al equipo. Aduriz terminó expulsado por una doble amarilla que nadie le acabó de ver el sentido excepto el trencilla. El guipuzcoano se perderá el partido de Sevilla contra el Betis y habrá que ver qué otra sanción le cae por la roja. El Athletic ha tenido suerte y se mantiene igual que la jornada anterior, a cuatro puntos del Villarreal, quinto clasificado. Este tropiezo, por suerte, no deja de ser más que un tropiezo y evita un daño mayor.