Tras un mes de resultados favorables que catapultaron al equipo capitaneado por Quique Setién nuevamente a la zona de playoff, luego de superar a Numancia y Barcelona B por la mínima, empatar ante el Jaén e imponerse al todopoderoso Zaragoza en el Ángel Carro haciendo alarde de un juego práctico y sobrio en defensa -sin encajar un solo gol en estos últimos cuatro partidos-, llegaban a Girona con la idea de finalizar el maleficio y vencer al correoso equipo catalán. Pero el resultado final está muy lejos de las intenciones.

Para ello, el cántabro hizo un par de cambios en el once titular. En primer lugar dio descanso a José Juan, permitiendo a Dani Mallo el reencuentro con su antigua afición, y Carlos Pita, baja de última hora, cedió su puesto a Rafa García. El resto del equipo fue exactamente el mismo que doblegó al equipo maño una semana antes.

Los diez primeros minutos fueron para el equipo de Setién

Los diez primeros minutos de partido fueron para el equipo de Setién. Bien plantados en el campo, con las ideas claras y con la intención de imponerse. Vincenzo Rennella, a escasos dos minutos desde que el balón echó a rodar, avisó al meta local cruzando un balón desde fuera del área, saliendo este ligeramente desviado.

Cinco minutos más tarde, el también bético que luce la zamarra rojiblanca, Sergio Rodríguez no fue capaz de rematar un balón ante Isaac Becerra tras un pase del punta franco-italiano. Víctor Marco, en la jugada siguiente, remata de cabeza un centro en el área visitante, estrellándose el cuero ante un defensor.

El Girona se despereza

A pesar de que el primer gol del Girona no llegó hasta la media hora de partido, los catalanes comenzaron con los preparativos del mismo un cuarto de hora antes, donde los de Javi López empezaban a trenzar jugadas con peligro para el meta visitante, haciéndose los dueños del partido. Así, en el minuto diecisiete, Miguel, tras una salida en falso de Mallo, remata ligeramente alto. Minutos más tarde David de Coz cortaba una buena jugada de David Juncá.

Ortuño abría la lata

Ortuño, en el minuto veintinueve, tras controlar un balón y girarse en el área visitante, dispara raso a las redes de Dani Mallo sin este poder hacer nada. Así, el Girona abría la lata marcando el primero de la larga lista de goles.

Diez minutos más tarde, Migue, de cabeza tras un saque de esquina, marca el segundo de su equipo. El defensor remata bajo y pone el dos a cero en el luminoso. Mallo puede hacer algo más para atajar dicho remate. Tres pitidos y descanso.

Pero el descanso no alivió ni los males del Lugo, ni relajó el imponente juego local. Con el partido encaminado, el Girona salió del túnel de vestuarios como un ciclón, creando tan solo un minuto tras la reanudación una nueva oportunidad de gol. Tras una pérdida de balón de Rafa García, Juanlu remata flojo y Dani Mallo atrapa el balón.

Un espectador más

Uno tras otro y hasta seis fueron los goles que los de Javi López fueron introduciendo en meta contraria. En el minuto cincuenta y siete, Iván López anotaba el tercero luego un gran despiste de la defensa gallega. Tras una buena sucesión de pases, el lateral valenciano del conjunto gerundense enviaba el balón al fondo de la portería de Mallo. Cuatro minutos más tarde, en el sesenta, Gerard Bordás cruza un balón desde fuera del área, imposible para el meta coruñés. Cuatro goles a cero.

Setién intentaba dar la vuelta al partido realizando los cambios, obteniendo con estos el mismo resultado. Iván Pérez por Pablo Sánchez, Iago Díaz por Rafa García y Sandaza por Sergio Rodríguez.

Después de la enésima contra local, esta vez Pavón introduciría el balón en su propia portería, sumando así el quinto gol para el Girona. Introdujo involuntariamente la pelota que colgó Timor a Eloi. Era el propio Timor era el encargado de sumar el sexto y último gol en el minuto ochenta y dos, luego de una excelente combinación.

Aciaga tarde para el conjunto de Setién. Les toca reflexionar y hacer borrón y cuenta nueva para plantar cara al Tenerife el próximo domingo a las 17:00 en el feudo gallego.