Charles Perrault tuvo una visión. En ella, el escritor francés se debió trasladar a algún domingo por la tarde de primeros del 2013, al césped del por entonces Reyno de Navarra. Lo que vio en aquel pasto le debió resultar tan fascinante que de vuelta a la realidad, de la revelación hizo un cuento. En el famosísimo -aunque de dudoso valor ético- “El Gato con botas”, Perrault nos contaría como un gato de rasgos humanos, apoyado únicamente en sus botines, su astucia y determinación, pone patas arriba todo un reino en favor de su señor. Ese peculiar minino no puede ser otro que “el gato” Silva.

Francisco Andrés Silva Gajardo nació el 11 de febrero de 1986 en Quillota (Chile), una población rodeada de extensos campos de chirimoyas y aguacates, y dedicada principalmente a la agricultura. Al joven Silva, las muecas de esfuerzo de aquellos agricultores le debieron impactar tanto que las asimiló en su propio rostro. A escasos 50 kilómetros de Quillota se encuentra Valparaíso, probablemente la ciudad más artística y bohemia del mundo, donde apoyados en cada uno de sus engalanados murales uno se puede topar a diario con músicos, pintores, escritores o poetas llegados desde todos los rincones del planeta. Cualquiera diría que el juego del chileno, que combina talento y brega, no es más que la consecuencia lógica de lo que su tierra le enseñó a ser.

Etapa en Chile

A pesar de sus cualidades, su andadura futbolística hasta llegar a Pamplona no ha sido ningún camino de rosas. Canterano de la Universidad Católica, a donde llegó con apenas 14 años, sabe bien lo que es tener que salir de su equipo para tener minutos, ya que hasta en dos ocasiones tuvo que hacerlo antes de asentarse como jugador de “los cruzados”.

Salió del club por primera vez en el año 2005. Estando ya en filial de “la Cato” decide probar fortuna con una cesión al Deportes Ovalle, que en aquel entonces militaba en la tercera categoría nacional, pero la cosa no salió demasiado bien ya que el club perdería la categoría al final de la temporada. En 2006 volvería a la entidad universitaria, donde apenas contó con oportunidades, y tras un año casi en blanco, en el 2007 se va cedido del club por segunda vez, en esta ocasión con destino al Provincial Osorno de segunda categoría nacional. A diferencia de la primera, esta cesión sí que sería fructífera, ya que el equipo quedaría campeón de la categoría por lo que ascendió a primera división. Esto sucedió entre otras cosas gracias al buen papel deSilva, que tras destaparse en el conjunto osornino se ganó una plaza de pleno derecho en su club de origen para la siguiente campaña.

En su vuelta al equipo cruzado en 2008, tampoco jugó demasiado ya que compartía demarcación con toda una institución como Gary Medel, pero la salida de este a mediados de 2009 supuso su despegue definitivo. A finales del año 2010, y entrenado por el hoy mister del Valencia Juan Antonio Pizzi, el equipo blanquiazul llevaría a sus vitrinas el título de campeón de primera división, a lo que al año siguiente sumaría la copa de Chile. La relevancia de “el gato” en la consecución de ambos campeonatos fue tal, que la selección nacional llamó a su puerta. Marcelo Bielsa le haría debutar en su último partido como seleccionador nacional, el 22 de enero de 2011 en un amistoso ante Estados Unidos. Aún completaría otro año más en laUniversidad Católica hasta partir con destino a la capital navarra a finales de enero de 2013, dejando tras de sí 141 partidos y 8 goles con la zamarra blanquiazul.

Etapa en Osasuna

El fichaje del quillotano no convencía a casi nadie en Pamplona. Desconocido para el gran público, llegaba con dos meses de inactividad en las piernas a un equipo en descenso que necesitaba sumar puntos como el comer, por lo que no iba a tener tiempo para realizar una preparación física adecuada. Además venía de un campeonato como el chileno, con un ritmo mucho más lento que el de la Liga BBVA, donde casi es tradición desechar talentosos futbolistas latinoamericanos por no ser capaces de adaptarse a la velocidad del juego. Su aclimatación era una verdadera incógnita.

Las dudas se disiparon el mismo día que pisó el césped del Reyno de Navarra por primera vez, el 2 de febrero de 2013. Contra todo pronóstico y pese a tener todo en su contra, Silva encajó a la perfección en el engranaje rojillo sin necesidad de periodo de adaptación alguno. Los números son muy reveladores, participó en 16 de los 17 partidos de Liga que quedaban por disputar, 14 de ellos como titular, siendo pieza clave en la consecución de ese milagro que fue la salvación. El club, consciente de ello, y en una maniobra poco habitual debido a la delicada situación financiera, decidió ejercer la opción de compra que tenía reservada por el futbolista chileno.

Sorprendentemente, en la primera mitad de la presente temporada el chileno no ha brillado como en la anterior, errando en demasía y dando muestras de cierta apatía. Además, su implicación con el equipo ha quedado en entredicho, sobre todo desde que en el mercado invernal un club chino le hiciera una oferta económicamente muy superior a la de Osasuna y su representante pidiera abiertamente al club que le dejara marchar.

A pesar de todo esto, sus números siguen siendo los de un jugador indiscutible, ya que ha disputado 22 partidos de Liga de 26 posibles, siendo de la partida en 20 de ellos. Algo que se entiende mejor si se tienen en cuenta las limitaciones de Raoul Loé, la edad de Patxi Puñal o que ni Oier ni Lolo son realmente centrocampistas. Si bien todos ellos son jugadores absolutamente válidos para el conjunto navarro, a día de hoy “el gato” parece estar un escalón por encima. No en vano, seguramente estemos hablando del mejor pivote de toda la plantilla.

Responsable en la mayoría de ocasiones de iniciar el juego, una de las cosas que más llaman la atención es lo cómodo que se le ve con el balón en cualquier parte del campo. Acostumbrado a conducir la pelota allí donde a otros les quema, las contadas veces que se suma al ataque no solo no desentona, sino que se convierte en una verdadera amenaza para el rival. Cuando ha hecho falta, ha llegado a jugar por detrás del delantero centro e incluso de central, dejando muy buen sabor de boca en ambos casos. Domina a la perfección el golpeo con el exterior y el pase en largo, lo que ayuda y mucho a descongestionar el juego, además de permitirle realizar precisos envíos a la espalda de la defensa rival. Otra de sus virtudes, quizás la diferencial, es laasfixiante presión sobre el adversario cuando este trata de salir jugando. Ahí “el gato” se vuelve perro de presa y además de entorpecerlo todo, al menos dos o tres veces por partido obtiene el premio del robo, que el chileno automáticamente transforma en contragolpes osasunistas.

Si bien es cierto que no empezó con buen pie el campeonato, la mejora de su juego en las últimas fechas ha sido notable, y de su mano la de todo equipo. El estadio del Sadar, que aprecia como ninguno el esfuerzo, parece haber perdonado ya su escarceo con el equipo chino y hoy sigue siendo el único lugar del mundo donde se incita rabiosamente a un gato a morder. Además, y a diferencia de lo que sucede con la gran mayoría de futbolistas, a Silva nadie le podrá reprochar falta de actitud, ya que incluso cuando parecía que su salida era inminente, el quillotano continuó dejándose la piel en el campo exactamente igual que el primer día.

El último tramo de la presente temporada pinta bien tanto para el club, que a día de hoy disfruta de un pequeño colchón con el descenso, como para “el gato”, que parece estar en plena forma otra vez. Además, en lo que queda de temporada no se podrá dormir en los laureles, ya que en el horizonte queda la cita mundialista de Brasil 2014, a la que, salvo sorpresa mayúscula, acudirá. Sin embargo, la competencia en el centro del campo de su selección es feroz, y si quiere tener un papel protagonista deberá brillar especialmente con su club.

Futuro

El futuro de Silva es una auténtica incertidumbre. Aunque su contrato dice que estará en Osasuna al menos hasta Junio de 2015, parece bastante probable que su salida del club se adelante. De hecho, si no se ha producido ya es únicamente por que los clubes pretendientes no han llegado a un acuerdo económico con Osasuna, que lo fichó por 1,2 millones de euros que aún está pagando. Los problemas financieros del club, que para cuadrar las cuentas necesita vender al menos uno de sus puntales cada verano, sumados al buen cartel que el internacional chileno tiene en el extranjero y que este, con 28 años recién cumplidos probablemente busque un penúltimo gran contrato,dificultan sobremanera su permanencia en el club más allá de esta temporada. En cualquier caso, en un mundo tan particular como es el del fútbol resulta imposible asegurar cual será el futuro de ningún jugador.

En el cuento de Perrault, el hijo del molinero que terminaría convirtiéndose en príncipe, apesadumbrado por haber recibido únicamente un gato como herencia, es consolado por este, que le dice: “No debéis afligiros, mi señor, no tenéis más que proporcionarme un par de botas y veréis que vuestra herencia no es tan pobre como pensáis”. No cabe duda de que el hoy señor del antiguo Reyno de Navarra, Javi Gracia, es sabedor de lo que “el gato” Silva le puede dar, y como por suerte el final de este cuento todavía no se ha escrito, tendremos que esperar para saber como y cuando acaba esta historia.Disfrutemos hasta entonces.

Fotografía 1: Miami Herald; Fotografía 2: Deportes Terra; Fotografía 3: Noticias de Navarra; Fotografía 4: Diario de Navarra; Fotografía 5: Redgol.cl; Fotografía 6: Ecos del balón

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Sobre el autor
Imanol Itokún
Esta es mi primera experiencia como redactor. Bienvenidos