Valencia y Ludogorets Razgrad arribaban con la eliminatoria casi sentenciada, el único aliciente era observar a jugadores no habituales así como seguir conjuntando ideas de Pizzi. Después de que los búlgaros tratasen de buscar el gol que les permitiese presentar algo de batalla sin suerte, un inspirado Paco Alcácer volvía a perforar la meta rival para sentenciar la eliminatoria y el pase a los cuartos de final.

Los jugadores de ambos equipos se daban ánimos momentos antes del inicio del encuentro.

Miles de seguidores que llegaron desde Bulgaria tiñeron el interior de Mestalla con los colores de la bandera blanca, verde y roja.

Los búlgaros empezaron el partido con fuerza, llegando con facilidad al campo del Valencia.

Lograron llegar en contadas ocasiones a la portería de Diego Alves. Pero el brasileño volvió a demostrar su concentración bajo palos y detuvo un par de ocasiones claras para el Ludogorets.

Los hombres de Pizzi se fueron haciendo, poco a poco, con el control y dominio casi absoluto del partido.

Stoyanov detuvo varios chutes del Valencia.

Fede Cartabia fue un quebradero de cabeza constante para la zaga búlgara que tan solo pudo pararlo con faltas.

El árbitro, Tasos Sidiropoulos mantuvo el partido calmado y sancionó con tarjeta varias jugadas cuando fue necesario.

Una de las novedades en el encuentro fue Gayá. El canterano valencianista tuvo su debut europeo. Tuvo una actuación muy completa tanto en defensa como en las contadas ocasiones que subió al ataque.

Javi Fuego y Joao Pereira cuajaron un buen partido provocando en varias ocasiones mucho peligro.

En el minuto 59 uno de los contragolpes del Valencia tuvo premio. Alcácer anotaba el único gol del partido tras una asistencia de Fede.

Al final del partido, los búlgaros se acercaron emocionados a la zona dónde se encontraba la afición visitante para agradecer el apoyo constante durante todo el encuentro. Ponían punto y final a su sueño europeo.

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