El Camp Nou ya era una fiesta. Bojan Krkic, por la derecha con el balón en los pies y la fuerza necesaria para escaparse de un Pepe que había sido desbordado por el catalán. Tuvo la fuerza y puso el balón en el área de la portería madridista. Pudo ser de Andrés Iniesta, pero el de Fuenteabilla ya había anotado un gol más importante meses antes, en la final del Mundial con España.

Ese gol era para un canterano, un futbolista hispano-venezolano que iba a poner el broche de oro a la noche del 20 de noviembre del 2010. Jeffren Suárez recogió la fuerza y el balón de Bojan para enviar el cuero al fondo de la portería defendida por Iker Casillas por quinta vez consecutiva.

El Camp Nou ya era una auténtica fiesta. Tras los 90 minutos, el equipo de Pep Guardiola firmaba una goleada inolvidable. Era la consumación de un conjunto y de un jugador que acababa de marcar su último gol con la camiseta del FC Barcelona.

El Barça le daba la mano al Real Madrid

Era más que un simple partido de fútbol. Un Clásico donde había fuego; la tensión que existía entre los dos conjuntos se hacía patente en una guerra que se había llevado al extremo entre Pep y Mou. Mou y Pep.  El Real Madrid de José Mourinho llegaba al estadio culé, con ganas de venganza. Había sido superado en las últimas temporadas por los azulgrana. Y los blancos depositaban sus esperanzas  en el entrenador luso para intentar reducir las distancias existentes entre unos y otros.

Jeffren Suárez salió al terreno de juego en los minutos finales y marcó Fallaron ellos. Y él acertó. Sergio Ramos, mal colocado, no vio la entrada de Jeffren. Y acertó superando a  Casillas con un disparo cruzado. Xavi abrió la lata, Villa aumentó la renta con doblete, Pedro sentenció y Jeffren se levantó del banquillo.  El jugador ingresó en el minuto 87, por el canario, tras una larga lesión y demostró que s olfato goleador seguía intacto.

Especial para él y para el mundo

Con el paso del tiempo, el tanto que aquella noche anotó al capitán del Real Madrid cobró una trascendencia de nivel para el futbolista. Al terminar la temporada, dijo adiós al Camp Nou, dejando en la memoria aquella diana, la última con la primera plantilla barcelonista. Sin lugar a dudas, la  mejor forma de terminar la época más importante de su carrera.

Entró en la historia de los Clásicos. Fue la primera vez que un venezolano participaba y además anotaba en un Clásico. Al cantar ese gol, sentenciaba el primer 5-0 del Barsa frente al Real Madrid desde 1994 a la vez que marcaba el gol 200, en la historia de los 70 duelos disputados en Camp Nou.

Datos para la historia

Al pitido final, el Barcelona llegó a cinco triunfos consecutivos en los Clásicos, por primera vez en su historia. Mientras que el Real Madrid sumó tres Clásicos seguidos sin marcar, por segunda vez en su historia.

Sergio Ramos igualó, en 175 partidos, a Fernando Hierro, en 439 partidos, como el jugador merengue con más expulsiones en la historia de fútbol español, con 10 cartulinas rojas. El partido de las tarjetas, que pasó a la historia como la primera vez que se mostraron 13 tarjetas en un Clásico. El técnico madridista recibió su peor derrota como entrenador profesional y, por primera vez, un equipo suyo encajó cinco goles.

Reencuentro necesario

El destino quiso que el que fuera jugador del FC Barcelona no se enfrentara a su exequipo con la camiseta del Real Valladolid. Al poco de llegar a tierras pucelanas, el jugador se lesionó y presenció desde la grada la victoria que su nuevo equipo le regalaba a la afición albivioleta. 

Recuperado de la lesión, aunque no de su mejor versión, aquel Jeffren que pudo cantar el gol que cerraba una goleada de ensueño en el Camp Nou, tiene un nuevo reto por delante. Este miércoles, Juan Ignacio Martínez podrá contar con él. La afición también, incluso la azulgrana. Volverá a verse las caras con el Real Madrid y bajo palos, un hombre al que le ganó el primer asalto. El segundo será en Zorrilla.