El filial del Real Valladolid llegaba a la partida final con un único objetivo: vencer al Atlético Bembibre para poder proclamarse campeón del Grupo VIII de 3ª División. Como si de una partida de ajedrez se tratase, los dos conjuntos comenzaban a plasmar sobre el terreno de juego sus intenciones. Y claras las dejó el equipo de Torres Gómez. Cuando el cerca de centenar de aficionados que se dieron cita en los Anexos al Estadio José Zorrilla se encontraban ocupando sus asientos, Amaro se encargó de levantar a los que ya se encontraban sentados. En el minuto tres, un disparo desde la frontal del área puso el 1-0 en el marcador, y la tranquilidad.

La victoria estaba encarrilada, pero cualquier movimiento del equipo leonés, que ya no se jugaba nada, podía complicar las cosas. Y quiso, pero no pudo. Con el tanto local, intentaron animarse con el balón en los pies. Pero bien la falta de acierto de los jugadores y las paradas del guardameta blanquivioleta, Julio, evitaron las tablas en el electrónico al filo del descanso. 

Le restaban 45 minutos por delante para que aquella última final de campeonato regular liguero finalizara. El goleador de la primera mitad salió del césped para que en su lugar entrara Teto. Los minutos pasaban y las oportunidades, aunque llegaban, no batían la portería de Adrián. Tuvo que ser el pichichi de la categoría, Rubén Díaz, que fiel a su cita con el gol, anotara el segundo para los suyos. Un pase magistral de Juanjo en el minuto 57 le sirvió en bandeja el tanto que sabía a campeonato.

Los minutos seguían pasando y el marcador seguía sin moverse. Un Bembibre que nada pudo hacer para batir a Julio, el portero menos batido del grupo. El último movimiento era de Pérez Martín. Cuando se llevó el silbato a la boca para decretar el final, el Promesas ya se alzaba con el título liguero del Grupo VIII de Tercera División. El jaque mate a una temporada a la que lo mejor, está aun por llegar.

No importaba lo que ocurría en otros partidos, cantaban el alirón con 83 puntos, a seis del Atlético Astorga que sufrió una derrota final ante la Arandina. El grito de campeones acompañaba a los aplausos de una grada que agradecía a los jóvenes del filial su entrega durante toda una temporada. 

Estará en el bombo de los primeros clasificados en el sorteo que se celebrará este lunes en Las Rozas. Ahí, se jugará el ascenso a Segunda División B en una eliminatoria a doble partido con el campeón de otro grupo.

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Sobre el autor
Rebeca Díez
De la generación del 94. Periodismo en la Universidad de Valladolid. Por mis venas fluyen la sangre azulgrana y blanquivioleta. Siempre, siempre con un objetivo en la vida. “Ir, ver, oír, volver y contar”. Twitter: @rebequitaa94