Diez meses y 38 jornadas después, el Deportivo busca asestar el golpe definitivo que acredite su presencia el año que viene en la máxima categoría. Lo hace como líder, un estatus que pocos le conferían a principios de temporada, pero que ha compartido desde el segundo tercio de la primera vuelta con un Eibar que, además de ser su principal competidor, dejó hace tiempo de sorprender a muchos. Ahora, a menos de un mes de la conclusión de la competición, los hombres de Fernando Vázquez tratan de recuperarse del mal de altura que han sufrido recientemente, y que ha llevado a los coruñeses a dilapidar en apenas tres jornadas una ventaja de hasta nueve puntos con el conjunto que marca la frontera entre el ascenso directo y la disputa de los playoffs, la U.D. Las Palmas.

El calendario que resta a los herculinos tiene algo de Tourmalet. Intenso al principio y extenuante al final. La cita que muchos han marcado en rojo tendrá lugar este domingo día 18 en Riazor, con la llegada del Eibar de Gaizka Garitano. Pese a las dificultades sufridas por el Deportivo en los tres últimos partidos, el conjunto armero no ha logrado dar el salto definitivo para arrebatarles el liderato. Sin embargo, ha permanecido agazapado logrando cinco puntos en esas tres jornadas y manteniendo su portería a cero por cuarto encuentro consecutivo.

Aun así, y pese a que una victoria de los hombres de Fernando Vázquez daría un empujón definitivo a sus aspiraciones de ascenso, la escalada no termina ahí. Tras la visita de los eibarreses, el Deportivo viajará a Soria para enfrentarse a un Numancia inmerso de lleno en la lucha por la permanencia y que se jugará la misma en las dos últimas jornadas de Liga ante dos rivales con necesidades distintas pero igualmente importantes: el Alavés –que lucha también por salir del pozo- y el propio Eibar. El conjunto entrenado por Anquela ya complicó la vida al Deportivo en Riazor en el partido de ida y no conoce la victoria desde el pasado 2 de marzo. Desde entonces, los numantinos han cosechado un total de seis empates y cuatro derrotas que les han empujado a la zona caliente de la clasificación.

No obstante, el peligro no finaliza en Soria. Igualado a puntos con el Numancia –ambos suman 47- y, por tanto, inmerso en su misma pelea, el Jaén visitará A Coruña tras recibir este fin de semana a un Mallorca en plena crisis de resultados. Los jiennenses han logrado siete puntos en los tres últimos partidos y han cogido aliento de cara al tramo final del curso, pero son uno de los rivales que más incómodo ha hecho sentir al Deportivo esta temporada. Los dos choques entre ambos –en el Nuevo Estadio de la Victoria- se saldaron con un triunfo para los hombres de Manolo Herrero y un empate en los que los andaluces ejercieron una enorme presión en ataque que limitó la capacidad de asociación de los herculinos, una agresividad como local que contrasta con su reciente rendimiento fuera de casa, donde no vence desde el pasado 11 de enero, ante el Alavés.

En caso de que las matemáticas no otorgasen a los hombres de Vázquez el ascenso directo a esas alturas, el último obstáculo sería el Girona, otro conjunto que pelea por escapar del descenso a Segunda B y que, pese a las dos derrotas iniciales con Pablo Machín, se ha reenganchado a la lucha por la permanencia gracias, entre otras cosas, a la decisión del técnico soriano de jugar con una defensa de cinco hombres y al buen momento de cara a gol de Alfredo Ortuño, llegado en el mercado de invierno desde el Granada –que adquirió sus servicios en el mercado invernal al estilo de como hizo el año anterior con el exfabrilista Jona- y que suma seis tantos, tres de ellos en los tres últimos encuentros, una amenaza más en el duro camino que espera al Deportivo hasta final de temporada.