El sueño continúa para el Córdoba, y ahora está más vivo que nunca. Los blanquiverdes noquearon a domicilio a un Murcia maniatado por el planteamiento de Ferrer, y certificaron con dos buenos cabezazos un triunfo que vale el pase a la final del playoff de ascenso.

Con la única novedad de Uli Dávila por el lesionado Pelayo, y la ausencia finalmente de López Silva de la convocatoria, el Córdoba salió al campo con las ideas claras, tratando de incomodar mucho el juego de los locales y de arrebatarle el dominio del esférico. Sin embargo, a los pocos minutos de juego el partido se le ponía muy de cara a los pimentoneros, cuando un balón suelto en el área lo controlaba Eddy, que caía derribado por Juanlu, en un claro penalti.

Saúl perdona y Pedro adelanta al Córdoba

El zurdo del Córdoba vio la amarilla, y Saúl Berjón se disponía a lanzar la pena máxima. Pero el extremo ajustó demasiado su lanzamiento al palo derecho de Juan Carlos y la pelota se marchó fuera. El Murcia desperdiciaba una inmejorable ocasión para ponerse por delante en la eliminatoria.

Y como suele pasar en el mundo del fútbol, cuando perdonas lo acabas pagando. Y es que en la siguiente jugada, una pérdida en la zona del lateral derecho de la defensa murciana sirvió para que Juanlu pusiera un balón al área para que Pedro, totalmente solo en el segundo palo, cabeceara batiendo a Casto y desatando la locura entre el sector de aficionados blanquiverdes desplazado a la Nueva Condomina.

Dominio blanquiverde

El gol supuso un mazazo para el Murcia, que en un par de minutos pasó de poder ponerse por delante a verse perdiendo el partido. El tanto hizo que el Córdoba pasara a dominar el encuentro, controlando cómodamente aunque no llegaba a generar ocasiones de gol. Mientras, el cuadro local se dedicaba a abusar del juego directo, donde la pareja Iago-Fran se imponía siempre.

Así pasaron los minutos en la primera mitad, sin ocasiones claras de gol por parte de ninguno de los equipos, pero con el conjunto andaluz muy bien plantado y sin pasar apuros para conservar su ventaja, y con esta tónica se llegó al descanso.

Tras la reanudación, ambos entrenadores movieron ficha. Ferrer dio entrada a Raul Bravo en lugar de Juanlu, que tenía amarilla. Sorprendió que fuese el veterano defensa el que se situara en el costado izquierdo, por delante de Pinillos, hecho que en unos minutos sería de vital importancia para su equipo. En el lado de los de casa, Velázquez retiró a Dani Bautista para dar entrada a Malonga, un cambio claramente ofensivo, dado que los suyos necesitaban dos tantos.

Los pimentoneros comenzaron mejor el segundo tiempo, con más presencia en campo cordobesista, y con más sensación de peligro. Por su parte, los cordobeses salieron más agazapados atrás, protegiendo más su área para conservar la ventaja de la que disponían.

Wellington Silva empata

Y la mejor salida de los murciandos tuvo su premio, ya que el brasileño Wellington Silva, en una buena jugada individual sacó un buen disparo con la izquierda que llegó a tocar Juan Carlos pero que acabó dentro de la portería visitante. El Murcia encontraba pronto el tanto del empate, y la afición que hasta entonces se encontraba decaída renovaba sus ilusiones y animaba más fuerte que nunca a los suyos.

Golazo de Raúl Bravo y mazazo para el Murcia

El tanto de Wellington podía generar nerviosismo en el Córdoba, al que un nuevo gol eliminaba. Pero nada más lejos, ya que un centro de Pedro desde el costado derecho hizo aparecer a Raúl Bravo por el segundo palo para cabeceara la perfección el balón y las ilusiones de todo el cordobesismo, volviendo a poner por delante a los blanquiverdes.

El 1-2 supuso un mazazo aún mayor que el 0-1 para los ánimos de los locales. Velázquez tuvo que arriesgarlo todo y metió en el campo a Iván Moreno y a Tete, dejando en la retaguardia únicamente a Molinero, Mauro y Toribio.

Los pimentoneros tuvieron sus opciones, principalmente en un tiro cruzado de Eddy que Juan Carlos despejó a córner, y en un libre directo lanzado por Saúl que pasó cerca del poste. El Córdoba, con López Garai en el campo por Arturo, no hirvanaba contragolpes, y se dedicaba ya únicamente a defender la ventaja.

El Murcia lo intentó con más corazón que cabeza, pero no pudo ni tan siquiera conseguir el tanto del empate, a pesar de que Malonga estrelló un disparo en la cruceta en las postrimerías del partido. Mientras, los aficionados blanquiverdes cantaban y celebrando el triunfo y el pase a la final.

El sueño blanquiverde sigue muy vivo, y el jueves tendrá lugar el primer asalto entre Córdoba y Las Palmas en el Nuevo Arcángel, que seguro que registrará una entrada y un ambiente espectacular. Y es que los aficionados andaluces llevan sin ver a su equipo en la máxima división más de 40 años, hecho que puede cambiar en una semana.

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