Su trayectoria como míster se desgrana en tres países distintos: Argentina, España y Portugal. Entrenó a equipos de la costa Mediterránea como el Elche en 1968, con quien debutó como técnico. Más tarde, también hizo lo propio con el Valencia y el Castellón, aunque con el conjunto ché tuvo hasta tres idas y venidas, destacando por encima de todas la primera estancia el equipo valenciano en donde estuvo cuatro temporadas. Incluso llegaron a proclamarse campeón de la Recopa.

Potele: "'El míster y el profe’ no se entendían, eran la noche y el día, y eso se mascaba en el ambiente”

Entre medias de Rayo Vallecano y Valencia cogió los mandos del Sporting de Lisboa donde no cuajó y a la campaña siguiente, recaló en filas vallecanas. Fue allí donde el mejor Jugador del siglo XX por la IFFHS, se convertió en el nuevo entrenador del conjunto rayista.

La pretemporada 1975/1976 se vivió con incertidumbre en el seno franjirrojo hasta que finalmente se supo quién presidiría por cuatro años más la entidad vallecana. Tras la Junta General de compromisarios que se celebró en los salones Romance y encabezada por el presidente de la Federación Castellana de Fútbol, se cotejaron los votos para reelegir el nuevo presidente del Rayo Vallecano. Tan solo se presentó un candidato, de nuevo fue Marcelino Gil quien fue electo para estar al frente, manteniendo además la antigua junta directiva.

Felines: "'El profe’ solía ir el primero corriendo delante de nosotros, mientras que Di Stéfano era el último de la fila"

A principios del mes de agosto del año 1975, el periódico AS ya anticipó el fichaje como míster del Rayo Vallecano, del ex jugador del Real Madrid, a pesar del asombro y cuestionamiento de muchos. Aquel cuerpo técnico estaba formado por el propio Alfredo Di Stéfano como Entrenador, José Antonio Olmedo (Secretario Técnico) Carlos Álvarez del Villar (Preparador físico, el Dr. Conde (Médico) y Miguel Ángel Portillo (Masajista).

Jugadores de aquella época del Rayo Vallecano que convivieron en el banquillo con las figuras de Di Stéfano y Álvarez del Villar, fueron entrevistados en el libro “Vallecas y el Rayo Vallecano” escrito por Rosa de la Vega. Infinitas anécdotas las que relataban jugadores como Potele, quien decía que “‘El míster y el profe’ no se entendían, eran la noche y el día, y eso se mascaba en el ambiente”. Para él, Di Stéfano era “el mejor futbolista del mundo, como entrenador era muy teórico, no le gustaba que nos machacáramos por miedo a las lesiones en los entrenamientos”. Continuaba diciendo: “A mí no me permitía que perdiera un balón técnicamente, sin embargo no me pedía que rematara de cabeza, a cada uno lo suyo”.

Licuadito: Jaime Del Campo (VAVEL.com).

‘El profe’, como llamaban al preparador físico Carlos Álvarez del Villar, tanto Uceda como Potele y Luna coinciden en que “era uno de los mejores” que han conocido y “uno de los pioneros y más sabios en España”. También reconocían que la fama que tenía el míster, Don Alfredo, hizo que muchos se fijaran en ellos, los jugadores del Rayo Vallecano que él entrenaba.

Luna comentó de Álvarez del Villar que “con el tiempo se demostró que era una figura importantísima, la base de los éxitos que nos llevaron a Primera y al ‘Matagigantes’”. Y por último, para Felines, el astro argentino supuso “como futbolista el mejor del mundo pero como entrenador, no tanto”. En cuanto a la relación entre ‘el profe’ y ‘el míster’, opina que “no se llevaban bien porque eran antagónicos. Carlos era muy severo en los entrenamientos y ‘La Saeta’ era mucho más permisivo, no nos daba tanta marcha”.

“-Che, ¿Dónde se metieron viejos? Echaron a correr y me dejaron, eso es de cobardes...”

Los famosos entrenamientos en la Casa de Campo para Felines “eran un poema”. Decía que ‘el profe’ solía ir el primero corriendo delante de nosotros, mientras que Di Stéfano era el último de la fila. Cuenta también que un día cuando terminaron de entrenar y estaban todos ya en el autocar, se preguntaron: “¿Dónde estará la Saeta Rubia?” De repente, escucharon la sirena de un coche de policía y allí estaba él, a lo que les contestó: “-Che, ¿Dónde se metieron viejos? Echaron a correr y me dejaron, eso es de cobardes...”. Como muestra del señorío y la profesionalidad de Don Alfredo, cuando el Rayo Vallecano ascendió a 1ª División, le mandó un telegrama a Felines –que hoy lo tiene enmarcado- en el que felicitaba a toda la plantilla.

La 75/76, última temporada en Vallehermoso

Esa temporada 1975/1976 militando en 2ª División, también será recordada por ser la última en la que el equipo rayista jugó en el Estadio de Vallehermoso. Al finalizar la campaña, el Nuevo Estadio de Vallecas quedó inaugurado un jueves 5 de agosto donde el Rayo Vallecano se enfrentó a un combinado de jugadores del Real Madrid y el Atlético. Previamente, se había procedido a la bendición del terreno de juego por parte del capellán del club. A dicho partido acudieron el alcalde de Madrid por aquel entonces, el señor Arespacocheaga, el ministro de Relaciones Sindicales, el presidente de la Federación Castellana de Fútbol, señor Gil de la Serna y el Gobernador Civil en funciones, señor Martínez Emperador.

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