El Málaga CF sufrió una gran pérdida con la marcha de Willy Caballero al Manchester City. La portería quedó huérfana y llena de dudas, pero también se notó en el vestuario, ya que Willy era uno de los capitanes y buques insignia del vestuario.

Actualmente, el club blanquiazul mantiene esa responsabilidad sobre Duda y Weligton, pero son conscientes de la necesidad de nombrar a un tercer hombre capaz de portar el brazalete. En La Rosaleda se comentaba que la gira australiana de la LFP World Challenge serviría para que las nuevas incorporaciones conocieran a los pesos pesados del vestuario, a los jugadores más veteranos, y pudieran realizar la votación con más criterio.

Sin embargo, los jugadores han decidido por acuerdo común que no harán la elección hasta que la plantilla no esté cerrada, ya que los dirigentes del club no garantizan la continuidad de ningún integrante de la plantilla y escuchan todas las ofertas que llegan. El equipo no quiere arriesgarse a elegir un capitán y que días más tarde este salga hacia otro club.

Uno de los jugadores que, por veteranía y peso en las decisiones en el vestuario, podía sonar como tercer capitán es Jesús Gámez. De la cantera malaguista, el de Fuengirola es uno de los baluartes del equipo, pero en Martiricos ningún jugador es intransferible y Gámez ha llamado la atención del Marsella. Tiene contrato hasta 2016 y una cláusula de seis millones de euros, pero hoy en día, para los clubes mejor posicionados económicamente, este contrato no supone un impedimento.

Javi Gracia quiso dejar claro que era una decisión del conjunto de jugadores, atajando así los rumores que decían que el técnico navarro quería la elección de Ignacio Camacho. El centrocampista del Málaga se ha convertido en una de las piezas más importantes del conjunto blanquiazul, pero también ha llamado la atención en Europa y el Nápoles ha mostrado su interés por el malaguista.