Primer sábado del mes de agosto. Tiempo de vacaciones, pero los blanquivioletas querían amenizar estas tardes soporíferas con una dosis de fútbol. Y que mejor lugar para hacerlo que Asturias, centro de peregrinaje de grandes hordas de gente al abrigo de una buena playa y una buena comida. El rival, pero a la vez amigo, como es el Real Oviedo, quería ser profeta en su tierra, y lamentablemente lo conseguió. El conjunto ovetense, de mayor entidad que los dos anteriores, planteó al pucela contaba en su once inicial con exprimeras de la talla del cancerbero Esteban, ya en el ocaso de su carrera.

El encuentro arrancaba sin las dos últimas incorporaciones albivioletas en el equipo titular como son Timor y Mojica, pero con un once que puede irse pareciendo al que se veráen el debut liguero dentro de más o menos 20 días, con Valiente y Samuel en la zaga y Rubio y Leao en el centro de mandos, y Óscar Díaz como único punta.

Con la lluvia como testigo inicial, los primeros compases del duelo fueron de tanteo mutuo. Las dos escuadras, timoratas, se controlaban a la perfección hasta que al traspasar el primer cuarto de hora, los visitantes empezaron a mostrar sus armas. Jeffren, Bergdich y Óscar Díaz eran los que más presencia tenían en zonas de ataque. El propio jugador madrileño disponía de una oportunidad clara al borde del minuto 20, donde su disparo acabaría rozando el palo del arco del ex del Almería.

Tras otra jugada de Bergdich, el Real Oviedo, adelantaba líneas y fruto de ello empezaba a llegar con cierto peligro a los dominios de Dani Hernández. Susaeta y Sergio, quedándose solo delante del portero pucelano en una ocasión clarísima, llevaban el peligro asturiano. El partido tenía que interrumpirse porque Jonathan Vila, otro exprimera en las filas ovetenses, se dolía en el suelo de un golpe en la cabeza que afortunadamente quedaba en un susto.

Llegaba el ocaso del primer acto con un equipo local mucho más peligroso que el Real Valladolid que solamente se dedicaba a jugar al contragolpe. Los dos porteros eran los mejores de un encuentro que iba de menos a más cuando se llegaba al descanso con el empate inicial en el electrónico.

El telón de los segundos cuarenta y cinco minutos se levantaba con dos debuts con la casaca blanquivioleta, hoy verde. David Timor y Mojica disputarían sus primeros minutos con el plantel. Un once completamente renovado, salvo Valiente y Óscar Díaz, eran las balas que le quedaban en la recámara a Rubi para resolver el encuentro. Con Sastre acompañando al recién llegado Timor, Anuar de media punta, Omar y Díaz en las bandas y Roger en la punta de lanza de la escuadra vallisoletana.

Como sucediera al principio del choque, los primeros diez minutos fueron de tanteo sin ocasiones para ninguno. Ya con más de quince minutos disputados, de nuevo aparecerían  Óscar Díaz y Esteban en acción. Otra buena jugada del madrileño por banda acababa en las manos del veterano portero local. Llegaba el minuto 66 y uno de los más destacados, el guardameta Esteban, era sustituido por Gorka, con lo que los delanteros pucelanos respiraban un poco al ver como su pesadilla en la tarde de hoy no participaría más en el partido.

Acercamientos tímidos del Real Oviedo sobre el arco del canterano Julio, denotaban que el ritmo en esta segunda mitad había bajado y mucho en ambos sentidos del juego ya que a falta del último cuarto de hora, el marcador no tenía pinta de moverse y más cuando se retiraba el que hasta en ese momento había llevado gran parte del peligro del Real Valladolid como era Óscar Díaz, dejando su sitio a otro canterano como es Iván Casado.

Pero cuando parecía que el encuentro llegaría con empate a 0 al final de los 90 minutos reglamentarios, un penalti por manos dentro del área visitante de Marc Valiente, lo transformaba Cervero en el minuto 86, adelantando a los asturiano,s lo que les permitía tocar el trofeo con las yemas de los dedos.

Coletazos finales de un Real Valladolid que veía como un equipo de Segunda División B le ganaba en el último suspiro el XVII Memorial Ramón Losada, en la que es la primera derrota de la pretemporada del conjunto pucelano.