Cita obligada el 6 de agosto en Zamora para dar tributo a un jugador que lo dio todo por el fútbol castellano. Los tres clubes se plantean, el hacer de este triangular, un ritual fijo a partir de este año y marcarlo en sus agendas para las pretemporadas venideras. Pero realmente, ¿quién era Agustín Villar Hernando?

Inicios en el fútbol local

El CD Pinilla, equipo mítico de la capital del Duero, fue el pistoletazo de salida del jugador de Peleagonzalo. En su cantera, gran surtidora de talentos al máximo exponente de la ciudad, el Zamora CF, disfrutaría de sus primeros toques de balón, de sus primeros pases al compañero, en definitiva, de lo que a muy corto plazo se convertiría en un gran jugador de fútbol.

Debutó en Primera el 21 de junio de 2003, su único partido en la máxima categoría

Corría el año 2002, y un grande de la comunidad se fijaba en él, para fortalecer a su filial. Sin pensárselo dos veces recalaba en el conjunto pucelano para afrontar la difícil misión de subir al primer equipo, cosa que lograría en esa misma campaña, tras una trayectoria inmejorable en el Promesas. Con el equipo ya salvado, Pepe Moré le otorgaba 24 minutos en Primera División un 21 de junio de 2003 en Mendizorroza frente al Alavés. Era la última jornada de Liga y el zamorano cumplía su sueño con tan solo 20 años. Aunque serían los únicos que disputaría en la máxima categoría del fútbol español, se los había ganado y con creces. Estaría otro año en Pucela, pero movimientos en los banquillos, le obligaban a tomar una salida al no contar con sus servicios.

Cambio de aires lejos de casa

Las Islas Canarias serían su nuevo hogar durante el siguiente año, el 2004, más concretamente la UD Vecindario de Las Palmas. Otra vez en Segunda B, el de Peleagonzalo sería protagonista en menos partidos de lo que le hubiera gustado. 8 encuentros solamente disputaría en la categoría de bronce con el plantel canario, 5 como titular y 3 los 90 minutos.

El centrocampista retornaría a la península para recalar en un club cercano a casa, el CD Guijuelo. El primer año en Tercera, acabaría con el ascenso a Segunda División B y en su segunda campaña en el club charro, participaría en 34 ocasiones, anotando su primera diana en la categoría. Con 30 partidos en el once titular, Agustín fue una pieza clave en la escuadra salmantina.

La vuelta del hijo pródigo

Con José María Casas al frente de la entidad zamorana y con los buenos números del curso anterior bajo el brazo, recalaría en el club de su vida, el Zamora CF en la temporada 2007/2008. En él viviría momentos extremos de alegría y de tristeza. Nada más llegar, el equipo se colocaba en los puestos cabeceros de la tabla, lo que hacía presagiar un año de ascenso. Poco a poco una serie de malos resultados los relegarían a unos puestos de play-off finales tras empatar en Logroño en el último envite de la fase regular. En la primera eliminatoria esperaba el CD Linares, primero en Zamora. Tras empatar en casa, Agustín y los suyos tiraron de casta para vencer en tierras andaluzas y hermanarse con la afición linarense. Un todo o nada contra el Rayo Vallecano y la división de plata sería una realidad. Lamentablemente, el jefe del centro del campo castellano no pudo celebrar ese ansiado ascenso. Otros 34 partidos, más otra diana, fueron los números del capitán.

"La vida no está para entenderla, sino para vivirla", Agustín Villar

La temporada siguiente, siendo el líder del vestuario, en cuanto a números, sería la más prolífera de Agustín. Lo jugó absolutamente todo, 36 encuentros, anotando dos goles más, lo que ayudaba al Zamora CF a jugar su quinto play-off de ascenso a Segunda División. Otra vez fue un "quiero y no puedo". Caerían derrotados por el filial del Villarreal tanto en el Ruta de la Plata, como en Castellón, a las primeras de cambio.

Después de esta temporada el club empezaría su declive. La 2009/2010 y la 2010/ 2011 acabaron siendo muy flojas en cuanto a resultados, terminando en decimocuarta y decimotercera posición respectivamente.

Comienza el partido más importante de su vida

Arrancaba la campaña 2011/2012 y el '4' la afrontaría como una más, con ilusión desde el minuto uno para hacerlo lo mejor posible. Con el equipo a sus espaldas, encarnaba a la perfección el alma de líder. Pero pronto empezarían los problemas serios. A finales de 2011, con solo 10 partidos jugados, se le detectaba un cáncer testicular lo que le obligaba a dejar el fútbol. Se vió sometido a un tratamiento muy duro durante esa temporada para poder estar lo antes posible otra vez a las órdenes de Roberto Aguirre. Intentó empezar un nuevo curso en el club, pero pronto se daba cuenta que lo primero era lo primero y se centró en luchar y ganar el partido que realmente era importante. Con el apoyo de todo el club, de la afición rojiblanca, de ex compañeros, de toda una ciudad y de todo el mundo relacionado con el deporte rey, Agustín Villar continuaba con una dura lucha para vencer su enfermedad.

Durante todo ese año, muchos fueron los homenajes que recibía, como en el partido ante uno de sus anteriores equipos, el CD Guijuelo, u otro en beneficio de la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer. Las alegrías deportivas también hacían acto de presencia en forma de permanencia en la categoría de bronce. Pero desgraciadamente, ese cáncer se extendía por otras partes de su cuerpo, y finalmente, 'el gran capitán zamorano' dejaba el mundo el 26 de julio de 2013 a los 31 años de edad.

"Le hecho de menos. Era un buen amigo con el que disfruté de muchas vivencias", Óscar González.

Tal fue la pérdida, que nada más saber la noticia, la afición, 'su afición', creaba de forma espontánea en la puerta número 4, 'su número', una improvisada capilla ardiente. Fuera quien fuera la persona a la que se le preguntara por Agustín, las respuestas siempre seguían una misma dirección. Su entrenador lo calificaba como: "Una persona muy cercana y con una gran calidad humana". También dijo de él que: "Era gran futbolista, pero sobre todo una gran persona y un gran luchador".

(Foto: Marca).

Jugadores como Aarón Aguado, este incluso cercano a la familia, decían de él cosas como: "Era el prototipo de capitán con un amor increíble por el Zamora CF y a pesar de ser el jefe, su humildad era la base de su carisma". El nuevo jugador blanquivioleta, Jorge Hernández también aportaba sus impresiones hacia el capitán indicando que: "Dentro del vestuario imponía seriedad y respeto, a la vez que era el primero en ayudar sobre todo a los más jóvenes y fuera del mismo era una persona cercana y muy positiva".

El presidente en ese momento, desolado, hablaba del centrocampista como: "El capitán que estaba siempre al pie del cañón para lo que fuera necesario". Incluso periodistas como Rubén Bartolomé hablaban maravillas de él: "Agustín era una persona muy extrovertida y dispuesta a colaborar. La relación con los periodistas fue tan buena, que te hacía su conocido".

Este martes, Óscar González, alma de Real Valladolid, pero sobre todo compañero y amigo del zamorano, habló en rueda de prensa sobre su amistad con Agustín extrañando su presencia: "Le hecho de menos. Era un buen amigo con el que disfruté de muchas vivencias. Durante su enfermedad tuvimos un trato continuo". Recalcando que jugará aunque sea unos minutos.

Ejemplo de lucha y entrega, dejándonos frases como: "La vida no está para entenderla, sino para vivirla", Agustín Villar Hernando se ha convertido en una leyenda en Zamora, donde su nombre permanecerá imborrable para toda la vida.

Descansa en paz, capitán.

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