Fue una jornada de presentaciones. En un día poco veraniego, con el cielo encapotado, volvieron las procesiones hasta el Ciutat de València. Las marchas desde Benimaclet, Orriols y alrededores. Los reencuentros con las caras conocidas de tantas tardes de pasión en un templo granota que presentaba un aspecto renovado. El club, en las últimas semanas ha maquillado el estadio para la nueva temporada. Paredes negras, sombrias, elegantes. Las grandes novedades de la casa del Levante sin embargo, fueron la entrada al Tour Granota que pronto comenzará a mostrar las entrañas del Ciutat a los visitantes, y la nueva tienda oficial. La puerta de la misma fue un incesante hormigueo de curiosos que deseaban ver las nuevas equipaciones.

Los saludos en la puerta del estadio precedieron a las sonrisas y apretones de manos con los compañeros de grada. La actuación de Los Pequeartistas sonaba de fondo mientras no más de medio millar de personas tomaban asiento para recibir a los suyos. Aquí también hubo novedades. Caras nuevas como las de Gavilán, Rafael Martins, Jesús Fernández, Diego Mariño y los integrantes del cuerpo técnico encabezado por José Luis Mendilibar. La Copa de la República y las banderas conmemorativas de la unión entre Levante FC y Gimnástico presidieron la presentación en todo momento.

Juanfran, para cerrar el acto, agradeció a la afición granota su apoyo continuo: "Cada año somos más". Posteriormente, fue José Luis Mendilibar quien tomó la palabra: "Con trabajo y humildad esperamos que el Levante permanezca muchos años más en Primera". Tras el acto, marcado por la presencia de los hijos de los futbolistas, se retiró el montaje utilizado para dar paso al choque frente al Elche.

Sin ritmo en el arranque del partido

Mendilibar puso varias de las caras nuevas sobre el césped. Jesús Fernández comenzó en la meta mientras que Víctor Pérez ejerció el rol de centrocampista ofensivo. También Camarasa volvió a contar con minutos desde el arranque, formando junto a Sissoko en la medular. Líneas adelantadas, presión arriba y paciencia a la hora de sacar el balón desde atrás. Mayor verticalidad si la jugada lo requiere.

No se vivieron grandes oportunidades hasta el minuto 13, cuando Jesús Fernández tuvo que blocar un disparo raso de Álvaro. Cuatro minutos más tarde, la ocasión local. Un pase horizontal de Víctor Pérez lo enganchó Camarasa desde la frontal, pero su tiro salió demasiado alto.

Ambos equipos se repartieron el dominio de un choque extremadamente lento y sin ritmo. En un partido sin nada en disputa, la asimilación de conceptos fue la única motivación existente. Miradas a la banda, ánimos y correcciones fue todo lo que el encuentro deparó en su primera media hora. Tan solo cuando el esférico llegada a los hombres de arriba parecía atisbarse algo similar a la verticalidad necesaria para crear peligro. En este sentido, Xumetra fue el más activo de los 22 que pisaban el césped en la primera mitad.

Mariño sustituyó a Fernández tras el descanso. Una única novedad que auguraba la continuación de un partido insípido. Y así fue. Tan solo dos jugadas a balón parado provocaron sendos balones colgados al área que, a la postre, tampoco hicieron peligrar el empate.

Diego Mariño apenas tuvo trabajo. Aunque un rechace en El Adoua tras un tiro de Pasalic le obligó a realizar una estirada para evitar el gol. Poco más puede rescatarse de una segunda parte interrumpida por las constantes sustituciones.

El carrusel de cambios anima la noche

Nada más veraniego que una sucesión de permutas a la vez en un partido de pretemporada. Las que se produjeron en el minuto 77 cambiaron la cara al partido, y en apenas dos minutos el Levante llegó con peligro en un par de acciones. Se animó ligeramente el choque. Rubén y Morales compartieron carril izquierdo, intercambiando sus roles como lateral y extremo constantemente. También El Zhar e Ivan López aportaron frescura por la derecha. También Rafael Martins tuvo su oportunidad a cinco minutos del final. Un disparo a la media vuelta que obligó a Manu Herrera a blocar el balón para evitar tener que sacarlo de su portería.

El Elche, en su papel de invitado, no ocasionó molestia alguna. Tuvo pocos acercamientos y ninguno creo excesivo peligro en la recta final del partido. Ningún conjunto apretó en los minutos finales y el marcador permaneció inamovible. Mismo adjetivo que pretenden adjudicarse Levante y Elche en su lucha por mantener la permanencia una nueva temporada. Una campaña que los valencianos arrancarán frente al Villarreal, mientras que los ilicitanos harán lo propio frente al FC Barcelona en el Camp Nou.

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Sobre el autor
Xavi Heras
Escribo sobre el fútbol que amo. Anglófilo. Northern Soul. Levante UD e Inglaterra.