Llega el momento de Raúl Jiménez en el Atlético de Madrid. Tras una llegada en la que sembró dudas por no ser conocido en Europa y por haber dicho ser aficionado del Real Madrid años atrás, el mexicano no ha caído en gracia en un Vicente Calderón que profirió algunos silbidos hacia él. Al estadio se lo tiene que ganar.

La baja de Mario Mandzukic por lesión abre las puertas al azteca. Ante la ausencia del killer por excelencia, es el momento de que el que hasta ahora ha sido actor secundario tome un papel mucho más relevante. Competirá por un puesto en ataque con Raúl García, Antoine Griezmann y Alessio Cerci, de modo que seguro que contará con más de una oportunidad. Simeone ha demostrado que el futbolista es de su gusto y contó con él de inicio en los derbis ligueros ante Rayo Vallecano y Real Madrid, además de que participó en ambos encuentros de Supercopa de España y ante el Eibar.

Raúl Jiménez es el sustituto más natural de Mandzukic para ser de la partida

Jiménez tiene ante sí el momento perfecto. Por sus características y cómo aprovecha su físico y se desgasta, es el hombre ideal para actuar en el ataque todo el tiempo. Pelea, presiona, defiende y busca remates, lo que desea el preparador rojiblanco para comenzar los encuentros. El único similar a él es García, otro de los favoritos de Simeone. Griezmann y Cerci son dos futbolistas diferentes, las alternativas si el partido se complica y no funciona el plan A. El sustituto natural de Mandzukic está claro.

Ahora lo importante para el ariete mexicano es jugar bien. La grada espera gran rendimiento de él. Ya ha demostrado que lucha por el club y que ha llegado para dar el máximo, pero la gente pide goles. Es algo recíproco: el delantero necesita confianza y la afición pide rendimiento para dar confianza. Es el jugador el que tiene que dar el primer paso. Por delante, dos semanas intensas para hacerlo y llegando tras descansar en Champions League.

Hasta el momento, Raúl ya ha declarado sentirse arropado, el preparador ha apostado por él en momentos importantes y ha cumplido siempre. Sólo falta el gol que empiece un nuevo ciclo para él en su nueva casa, lo que signifique el comienzo de una buena relación entre todas las partes y le haga sentirse uno más. Es la hora de que pise el verde y empiece a conquistar los corazones del Calderón.