Esta jornada, la cuarta del campeonato nacional liguero, no se produjo una gran polémica en sí, como venía aconteciendo durante las últimas fechas. En cambio, sí se vieron algunos errores de apreciación, que se asemejan bastante a los que puedes hacer los jugadores o entrenadores, por desconocimiento de las reglas de juego.

Me gustaría destacar el arbitraje de Juan Martínez Munuera en el Estadio Vicente Calderón; eso sí, siempre junto a sus árbitros asistentes, Jacobo y David, que realizaron un arbitraje perfecto, además de una buena coordinación y magnífico trabajo en equipo. Cuando el grupo está bien engrasado, la comunicación sobre el verde es más fácil. En estos casos, simplemente con una mirada sabemos que nos quiere decir el árbitro asistente y viceversa. A seguir en esa línea.

Otro de mis cometidos es felicitar también a Undiano Mallenco por la lección de arbitraje que dio la noche del lunes en el Coliseum Alfonso Pérez durante el transcurso del partido entre el Getafe y el Valencia. Él debe ser un referente para todos los jóvenes que se sienten atraídos por el mundo arbitral.

Athletic Club – Granada

El segundo encuentro de la jornada tenía como protagonistas al Athletic Club de Bilbao y al Granada en San Mamés, en un duelo complicado de arbitrar debido a la igualdad táctica que se dio sobre el campo y con muchas decisiones comprometidas para el equipo arbitral, muchas de ellas dentro del área.

En general, buen arbitraje de José Antonio Teixeira, dejando seguir el juego sin caer en las simulaciones contínuas de los jugadores buscando engañar al colegiado dentro de las áreas, siempre cerca de la acción. Dejaba fluir el juego sin caer en las trampas que estos le ponían, que es, básicamente, lo que se le pide a un árbitro de primer nivel.


Elche – Eibar

Este encuentro entre ilicitanos y guipuzcoanos no fue uno de los más difíciles de dirigir de dirigir pero sí estuvo intenso, con pocas infracciones cometidas por parte de los jugadores pero muy rápidas. Jaime Latre, junto a sus asistentes Jorge y José María, fueron los encargados de dirigir el partido, teniendo en todo momento una buena posición sobre el terreno de juego.

Llegando a la media hora del choque, Raúl, jugador del conjunto armero, empuja al delantero del Elche, De Jesús. En esa jugada tan protestada por los locales entendiendo que habría que haber señalado el punto fatídico, creo que la fuerza con la que el jugador vasco derriba al oponente es suficiente como para pitar penalti. Más tarde, en el segundo gol del Eibar, los jugadores locales pidieron falta previa, la cual no existe. Una buena posición del árbitro le hace ver la jugada correctamente y acierta, por lo que el gol es totalmente legal.


Getafe – Valencia

Como dice la letra de la canción de Miguel Ríos, “los viejos rockeros nunca mueren”. Y así es. Lección magistral de arbitraje en el Coliseum Alfonso Pérez. Undiano Mallenco, que fue el trencilla del choque, acertó en casi todo. Hubo momentos de juego duro pero no violento, que el colegiado supo controlar con normalidad, enfriar y calmar las envestidas de los jugadores en el momento justo. Consiguiendo gobernar la situación con talante, no tuvo ningún problema, dejando posteriormente que el juego siguiera su curso con la tranquilidad y la pausa que requieren este tipo de partidos.


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Sobre el autor
Manuel Pérez Lima
Exárbitro de Primera División.