‘Los niños del Panda’, que así es como se les conoce a Víctor Serrano (31 años) y a Juan José Merino (21 años), cruzaron la Península y, tras parar en Madrid y en Irún, decidieron visitar Ipurúa. Uno de los motivos por los que quisieron visitar y conocer al club armero fue porque, como aseguró Serrano, se sentían muy “el pasado año tuvo lugar mi primer contacto con el Eibar, a raíz de unas declaraciones del presidente del club, Alex Aranzabal, en las que hablaba de la filosofía del club, basada en la modestia, sacrificio y en la contratación de jugadores con hambre de fútbol. Ciertamente me gustó lo que decía”.
Ambos reconocieron que uno de los hechos que más llamó la atención a todo el mundo fue el lograr el ascenso a Primera División con el presupuesto más bajo de toda la categoría. “Mucha gente se hizo del Eibar tras lograr el ascenso con el presupuesto más bajo”, aseguró Serrano. Además, los dos hosteleros aseguraron que mucha gente se hizo del Eibar tras conocer la dificultad para conseguir la ampliación de capital.
Comentaron que el caso del Eibar es muy similar al del Cádiz hace unos años, cuando lograron el ascenso siendo un equipo humilde. Sin embargo, encuentran alguna que otra diferencia entre el conjunto vasco y el andaluz: “Nosotros somos del Cádiz, una capital de provincia, que estuvo en Primera y que cuenta con una gran afición. Pero Eibar es muy chiquito, su afición es menor, y el mérito que tienen es mayor. Queríamos conocer al club por la grandeza de su trayectoria”.
Respecto a la temporada actual, reconocen estar impresionados con el rendimiento que está dando el conjunto azulgrana. Además, gracias a este gran arranque, “la fama del Eibar en el exterior se está haciendo mayor”.
La visita no podía haber terminado mejor. Estando allá, Gaizka Garitano abandonaba las instalaciones. Tras conocer al míster, pudieron conocer las instalaciones por dentro y, una vez en el interior, fueron recibidos por el presidente del club, Álex Aranzabal. A pesar de no haber quedado ni con el presidente ni con nadie del club, los andaluces reconocieron haber sido recibidos muy amablemente. “Nos ha sorprendido la existencia del txoko, en donde se reúnen los jugadores a comer”, aseguraron. Además, el poder entrar a Ipurúa “fue muy emocionante”.