El Coliseum y sus aires siguen contaminados por una tónica que mezcla la mala suerte y la inoperancia ofensiva. Casi dos meses sin anotar, dos de ellos sin vencer y parece ser que esta racha seguirá hasta dentro de dos semanas, cuando llegué el FC Barcelona.

Cosmin Contra alineó un once que pasó de lo novedoso a lo insólito. Diego Castro, Sammir y Babá formaron la tripleta ofensiva, muy lejos del ya conocido de carrerilla “Hinestroza, Lafita y Yoda”, este último fuera de la convocatoria a última hora. Juan Rodríguez también se cayó del once dejando su lugar a un Míchel Herrero que revolucionó el encuentro contra el Villarreal pero que hoy, frente un inspirado Beñat nada tuvo que hacer en el dominio del centro del campo.

Y es que el mediocentro ex del Real Betis cuajó posiblemente su mejor encuentro en lo que lleva vistiendo la elástica rojiblanca. Se adueñó del medio del campo y fue la brújula del equipo de Valverde. Pese a que los primeros minutos fueron de tanteo, pronto los vascos comenzaron a hacerse fuertes, a jugar con las necesidades de un Getafe perdido en la novedad de un equipo sin dinamismo en bandas.

Maniatados los azulones, era cuestión de tiempo que el Athletic perforase la meta defendida por Vicente Guaita, que ya tuvo que intervenir en un par de remates de Artiz Aduriz. _Beñat Etxebarria, en un centro medido, con nieve, vislumbro a un Mikel San José convertido en islote para que a placer marcase, tal y como hizo hace escasos días en Ucrania frente al Shakthar.

Tras el tanto, el flan en el que el Getafe se había convertido se empezó a derretir con la poca lluvia que caía sobre el césped de la capital. Contra y la afición pedían el descanso a gritos. Y el tiempo pasaba, pero lento, y el Athletic llegaba, llegaba y llegaba. Empujado siempre, por los m´ñas de 500 aficionados que se dieron cita en el fondo norte del Coliseum. Con este resultado, y agradeciendo a lo divino, se llegó al descanso en una mezcla de indiferencia y silbidos de una afición que los repartió entre el equipo y el colegiado.

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Hinestroza, Lafita y cambio de cara

La segunda parte se inició con un Getafe más reconocible. De nuevo se volvía del descanso con el marcador en contra y el técnico azulón introdujo cambios pasados unos minutos. Diego Castro y Sammir fueron los sacrificados para darles entrada a Hinestroza y Lafita. Se notó. Se atisbaron ciertas pinceladas de ese Getafe que roba y sale, que juega rápido y que, no todo son buenas noticias, no tira a puerta. Tan sólo tres remates hasta el minuto 85 de los que tan sólo uno de Babá, a bocajarro, pudo entrar.

Más tarde fue Lafita el que prácticamente sin querer remató en un rebote del esférico que blocó el portero bilbaíno y, por último un disparo largo de Escudero que también detuvo Iraizoz. Pero, los últimos minutos del encuentro los azulones se hicieron pequeños. Y el Athletic quería más y, sobre todo, Beñat. Ya lo hizo con el Real Betis, ya se lució. Y hoy, ha repetido. Por si la asistencia en el primero fuese poco, el internacional sacó el guante a pasear para colar una falta que de nuevo dejó en silencio al Coliseum.

Pedro Leon no evita el desastre local

Ya con Pedro León en el césped, casi 200 días después, el Getafe se acercó en el marcador con un tanto de Ángel Lafita en el descuento. Dos córners tuvieron los de Cosmin Contra de los cuales uno a punto Guaita estuvo de rematar. Al final, otra derrota que confirma el balance negro en el Coliseum en donde de los cuatro últimos partidos el equipo azulón tan sólo ha podido empatar dos encuentros y sumar tantos puntos de los doce posibles. Ahora, a mirar al Ciutat.

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Sobre el autor
Juancar Navacerrada
Coordinador de la sección del Getafe CF. Redactor del Getafe CF, Segunda División B y del Swansea City.